lunes, 2 de abril de 2018
«La herencia de PPK que Vizcarra deberá continuar», por Verónica ORMACHEA

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Por Veronica ORMACHEA, para SudAméricaHoy

Kuczynski renuncio poco antes de que el parlamento lo declarara vacante. Su renuncia estaba prevista. Dimitió y Martin Vizcarra asumió la presidencia del Perú.

El Congreso peruano, con la mayoría opositora, estaba decidido a votar por su destitución.

Era la segunda moción en tres meses. De la primera salió libre. No así de la segunda, cuando su oponente Keiko Fujimori denuncio que los llamados “Kenjivideos” habrían comprado votos a parlamentarios corruptos para evitar la destitución de PPK. Una practica que implanto el oscuro Vladimiro Montesinos.

En diciembre del 2017, Kuczynski se libero y curiosamente tres días después indultó al ex presidente Alberto Fujimori condenado a 25 anos de prisión por delitos de lesa humanidad y corrupción.

Según analistas, el perdón fue a cambio del votos incluyendo el de Kenji Fujimori -que se arriesgo por la libertad de su padre- y renuncio al partido que lidera su hermana.

PPK se vio obligado a renunciar a la primera magistratura a 20 meses de asumirla ya que perdió legitimidad por supuestos vínculos de corrupción con Odebrecht y porque el parlamento, dominado por Keijo Fujimori (que perdió las elecciones por un puñado de votos y no se lo perdona), hizo todo para que dimita. Y lo logró, para seguir proyectándose políticamente.

¿PPK abandono el cargo por interés personal para evitar un juicio político o por el bien del país? Probablemente por ambas.

No quería que se le acuse de corrupción y termine en la cárcel mas aún si la constructora brasilera Odebrech afirmo que entrego U$ 300 mil para su campana el 2016.

PPK se retiro a tiempo e hizo una transición democrática y pacifica. Si se hubiese aferrado al poder hubiese agudizado la crisis institucional y el pueblo, harto de la corrupción de los políticos, hubiera salido nuevamente a protestar a las calles.

La constructora informo al Congreso del Perú que pago 4.8 millones de dólares a dos consultoras vinculadas con PPK cuando este ejercía como ministro durante el gobierno de Toledo. El poco carismático ex presidente, enredado en su posverdad, negó haber recibido algún pago ilegal aunque admitió haber trabajado como asesor.

A pesar de la grave crisis institucional en el vecino país, las instituciones funcionan y son independientes.

El parlamento fiscalizó al ejecutivo en este caso. En el pasado, el poder judicial juzgo al ex presidente Humala por corrupción y esta en prisión preventiva; el ex presidente Toledo, que vive en EEUU, seria extraditado por recibir dinero; y Fujimori estuvo preso por corrupción y otros delitos.

Es mas. La fiscalía solicito al poder judicial el arraigo de PPK y un juez anticorrupción ha dictado una orden por 18 meses. Luego allanaron sus casas de las que extrajeron documentos.

El hecho es que gracias a la transición pacifica y democrática se llevará a cabo la Cumbre de las Américas que se realizara en Lima y a a la que asistirán Trump y Castro, lo que dará una buena imagen al país. Lo recomendable seria que la cancillería mantenga -como declaró Vizcarra- su posición de no invitar a Nicolás Maduro.

Ahora le queda a Vizcarra dar continuidad a las políticas publicas implantadas por su antecesor como atraer inversiones, aumentar el empleo y disminuir la pobreza. Y por fines de gobernabilidad debería tener buenas relaciones con el implacable fujimorismo, y principalmente luchar contra la corrupción.