miércoles, 21 de febrero de 2018
«Venezuela, la oposición en su laberinto», por Alex FERGUSSON


Caracas. Por Alex FERGUSSON, para SudAméricaHoy

En artículos anteriores hemos señalado las características y el talante del gobierno nacional, así como de la enorme crisis económica, social, política y cultural por la cual viene atravesando nuestro país, desde hace ya cuatro años.
La situación actual se perfila como insostenible, debido a la carencia de alimentos, medicinas y servicios, especialmente en las áreas de la salud, el agua potable y la energía, pero en general de casi todo, que ya supera el 75 %. Una inflación diaria de 15 % -cerca de 500 % al mes-. Ausencia casi total de papel moneda en los bancos y severas deficiencias en el sistema de banca electrónica, lo cual convierte las compras cotidianas en una calamidad agobiante. El hampa desatada. El cierre de empresas y comercios por la falta de suministros de bienes y servicios, y un largo de etcétera de otras dificultades.
El panorama político no es mejor. La crisis interna del gobierno se ha manifestado con toda claridad. El denominado Polo Patriótico que integra a los partidos de izquierda que apoyaban al gobierno, está prácticamente disuelto y ahora el Presidente de la República, siendo el líder máximo del partido de gobierno (PSUV), ha decidido crear un nuevo movimiento político: “Somos Venezuela”, para participar en las elecciones presidenciales adelantadas del 22 de abril próximo, dejando de lado a su propio partido.

A este panorama se agrega la crisis de liderazgo en el seno de la, ya disuelta, Mesa de la Unidad Democrática (MUD).
Luego del estruendoso fracaso del “diálogo” con el gobierno –crónica de un fracaso anunciado- el liderazgo opositor se desintegró. Ya no existe la MUD y los jefes de partidos opositores no han podido ponerse de acuerdo acerca de la estrategia para enfrentar a un gobierno que avanza hacia “la dictadura política” y las tácticas frente al evento electoral próximo.

Unos pocos partidos pequeños políticamente insignificantes, que abogan por participar en las elecciones presidenciales, han logrado bloquear la acción de los partidos opositores mayoritarios que se oponen a tal participación. Misterios de la política venezolana.
Ahora, como si fuera poco, voceros del gobierno han anunciado su propósito de adelantar también las elecciones parlamentarias y elegir una nueva Asamblea Nacional. Parece que el experimento de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) terminó en fracaso. Ya la ANC no les es útil y, por lo visto, tampoco necesitan una nueva Constitución.
Los líderes de la oposición se encuentran, entonces, en un laberinto. Los partidos que no participen en las elecciones presidenciales ¿tendrán argumentos para justificar su participación en las parlamentarias, o tampoco participarán en ellas? Todos sabemos los riesgos y las consecuencias.
Mientras tanto, el pueblo opositor estará preguntándose ¿Y ahora qué hacemos? No hay liderazgo que lo guíe en medio de la mayor crisis general que ha tenido el país, y con un gobierno que avanza hacia el logro del control total del poder, sin que se pueda vislumbrar una salida en el corto plazo.
¿El pueblo opositor tendrá, acaso, que buscar su solución tomando el camino de la autogestión política y construir un nuevo liderazgo al margen de los partidos tradicionales?