jueves, 16 de abril de 2015
Las cosas de Gabo, «Un espejo en el mundo» de Colombia


Bogotá. Por Gonzalo DOMÍNGUEZ LOEDA/Efe/SAH

Es posible que él no se mirará mucho en el espejo pero millones lo hacían en busca de su reflejo. Gabriel García Márquez, Gabo para los amigos y otros que no lo eran tanto, es el protagonista de la exposición «Un espejo en el mundo». Un año después de su muerte, el Premio Nobel resucita a través de «sus cosas» más preciadas como su máquina de escribir o las dedicatorias a sus amigos. La muestra ofrece un salpicón de objetos y recuerdos cedidos por familiares y amigos.
«Gabo es un personaje y a través de su vida tuvo hitos y momentos realmente relevantes que pueden contribuir a que el lector se quiera acercar a su obra», explica la directora de la Biblioteca Nacional, Consuelo Gaitán.
En la exposición, que cuenta con diferentes ediciones de los libros de García Márquez en varios idiomas, brilla con luz propia la máquina «Smith-Corona» en la que escribió «Cien años de soledad», su obra maestra.

Gabriel García Márquez con su "Smith-Corona" en la que escribió "Cien años de soledad"

Gabriel García Márquez y «Smith-Corona», la máquina con la que escribió «Cien años de soledad»

La máquina que dio a luz la novela pasó por el laboratorio de restauración de la biblioteca donde los técnicos apuraron los cuidados de unas teclas que aún tienen las huellas de los dedos y la palma de la mano de García Márquez.
Además, los expertos que la han tratado han podido observar que le permitía cumplir los deseos ya que las características técnicas de esta «Smith-Corona» servían a su obsesión de presentar los textos pulcros y bien mecanografiados.
En la exposición también tiene una posición de honor la medalla del Premio Nobel de Literatura de 1982 y el diploma que lo acredita como ganador, dos elementos que, junto a la máquina, han sido cedidos por la familia de García Márquez a la Biblioteca Nacional.
«La familia siempre ha sido muy discreta en todo el manejo de información, incluso cuando se anunció que iban a donar estos elementos», comentó Gaitán sobre el regalo que la viuda e hijos de Gabo hicieron a la institución.
Con esos elementos como centro, la Biblioteca Nacional tiene el objetivo de construir un «proyecto más ambicioso» que consiste en una sala permanente y un sitio web, «el más completo hasta ahora», que permitan «seguir propiciando la lectura de García Márquez».
Y es que, según dijo Gaitán, «el eje de este homenaje (la exposición temporal) es hacer un tributo a su escritura».
«Hay que exaltar sus libros, hay que divulgar y provocar la lectura», apostilló.
En la exposición «Un espejo del mundo», que estará abierta hasta el 2 de mayo, también se explorará el valor que tenía para Gabo la amistad como elemento de creación literaria con una colección de libros dedicados por el nobel colombiano que pertenecen al periodista Daniel Samper Pizano.

Eran otros tiempos...

Eran otros tiempos…

«Soy escritor por timidez. Mi verdadera vocación es la de prestidigitador, pero me ofusco tanto tratando de hacer un truco, que he tenido que refugiarme en la soledad de la literatura. Ambas actividades, en todo caso, conducen a lo único que me ha interesado desde niño: que mis amigos me quieran más», afirmó el nobel en una ocasión.
En esos libros cedidos por Samper pueden leerse dedicatorias de García Márquez que tienen «una cercanía y una jocosidad que es como una manera de entender la literatura y la amistad literaria de una forma muy bella», aseguró Gaitán.
Así, aspiran a acercarse a sus futuros aficionados y continuar con esa máxima que hizo famosa el nobel colombiano: «es más fácil cazar a un conejo que a un lector».
«Porque la obra de García Márquez ha colonizado a generaciones de lectores y la muestra la estamos haciendo con las traducciones que han llegado de países insospechados como Laos o Camboya en idiomas que desconocíamos. No vamos a limitarnos a hablar solo de su bigote o de su taza, queremos que el mundo de Gabo esté presente», afirmó la directora de la Biblioteca Nacional.
La exposición la coronará el proyecto denominado «La Máquina de la Memoria», una convocatoria lanzada a través de Twitter que busca que los colombianos refresquen y revitalicen el significado de algunas palabras tomando como punto de partida la peste del insomnio que acomete a los habitantes de Macondo en «Cien años de soledad».
Todo ello para conseguir «mostrar que ese hombre, sentado delante de una maquina de escribir pudo construir ese mundo (literario), mostrar a la gente que es posible que Colombia produzca valores universales, conocimiento o satisfacciones», concluyó Gaitán.