domingo, 11 de octubre de 2015
Colón conquista la Quinta Avenida


Nueva York. Por Ruth E. HERNÁNDEZ BELTRÁN

La comunidad latina en Nueva York llevó sus bailes, música y tradiciones a la famosa Quinta Avenida de Nueva York para celebrar con orgullo, una vez más, el tradicional Desfile de la Hispanidad. Lo hacen año tras año, sin complejos y con mucho orgullo.
Los personajes de carnaval, máscaras y los brillantes colores de los vestuarios latinoamericanos recorrieron la famosa calle ante la mirada complaciente de inmigrantes, que agitaban con orgullo sus banderas ante el paso de las delegaciones y la de residentes y turistas sorprendidos, que no perdieron la oportunidad para tomar fotos.
España encabezó el desfile y arrancó al ritmo de sevillanas, tras lo cual se escucharon otros géneros así como al grupo de gaiteros.
«Es excepcional, un privilegio (que España presida) y un gran honor estar con nuestros hermanos iberoamericanos y en esta ciudad, que tiene tanto calor para los españoles», dijo a Juan Ríos, representante del Consulado español.
Para esta edición, que se realizó bajo el lema de «Celebrando con orgullo nuestra herencia hispana», una veintena de miembros de la Asociación Internacional de Policías viajaron desde diversas ciudades de España para unirse a la celebración por el descubrimiento de América.
«De niño, uno veía este desfile tan lejano por la televisión y ahora, estamos participando», dijo el oficial Javier Sánchez, de la policía local de la ciudad española San Cristóbal de la Laguna y quien llegó el jueves a Nueva York junto con sus compañeros.
Esta comunidad estuvo representada además por la Sociedad Benéfica Española, establecida en esta ciudad en 1868, y que custodia la historia de la emigración española a Nueva York.
«Este es un día para la unidad latina», comentó por su parte Roberto Sanfiz, director ejecutivo de la organización desde 2007.
Los países fueron desfilando uno tras otro con sus grupos de bailes y así, se juntaron «la morenada» y «la diablada» de Bolivia, que como cada año contó con la mayor representación, con las «cuecas» de Chile, la «marinera norteña», la «danza de la Valicha» de Perú y el baile de Sanjuanito de Ecuador.
Tampoco faltaron el cadencioso merengue de la República Dominicana ni la salsa y el reguetón de Puerto Rico.
Adultos y niños, banderas en mano, se colocaron a lo largo de la Quinta Avenida para saludar a unas 5.000 personas y carrozas que recorrieron unas 30 calles, pasando por lugares tan emblemáticos como el Parque Central, el Rockefeller Center o la catedral San Patricio, desde donde les saludaron autoridades eclesiásticas.
Entre los que disfrutaron de este día estuvieron los bolivianos Víctor y María Alave y su hija Karla, nacida en Nueva York, que esperaron durante tres horas por el inicio del desfile.
«Esto es maravilloso», dijo emocionado Víctor, que no ocultaba su orgullo ante el paso de sus compatriotas.
La atracción principal del desfile fue su gran mariscal, la Miss Universo Paulina Vega, de Colombia, cuyo nombre gritaba el público a su paso.
Una sonriente Vega, que llevaba una bandera de su país y cuyo reinado llega a su fin en diciembre, se detuvo en varias ocasiones para acercarse al público que le reclamaba y tomarse fotos con ellos, entre ellos muchos niños.
La reina de belleza dijo que es la primera vez que asiste a un desfile en Nueva York y aseguró que los latinoamericanos «nos lo merecemos».
«Cuando uno no está en su país le hace falta estar con su gente y que dicha poder estar acá y compartir con todos los colombianos y otros latinos», afirmó la reina de belleza. (Efe/SAH)