miércoles, 8 de julio de 2015
El Papa se pone manos a la obra en Sudamérica

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josé valesPor José VALES

Sudamérica, o buena parte de ella, vive estos días algo muy parecido a una tregua política gracias a la gira del Papa. Francisco no dejará de brindar lecturas políticas a lo largo de su recorrido que comenzó en Ecuador  y continúa en Bolivia y Paraguay.

Una tregua que en Chile le da una bocanada de oxígeno a Michelle Bachelet pero en la que ni la Iglesia, ni el Sumo Pontífice, tiene nada que ver. Fue la selección de Fútbol y la consagración en la Copa América, nunca más oportuna, la que le dan respiro a la presidenta y a su Gobierno, como ya se vio en la noche del sábado con ciento de miles de personas celebrando en las calles de todo el país.

Se trata del segundo viaje de Francisco a la región. El primero, en el 2013 a Brasil, sirvió para conocer los lineamientos de su Papado. En este, se espera que ratifique su compromiso con los países periféricos pero también que con la muy jesuítica diplomacia que lo caracteriza (y ahí está el acuerdo entre La Habana y Washington, tras 55 años de crisis), ayude -lo está haciendo- a calmar los ánimos en Ecuador. El acostumbrado autoritarismo de su presidente Rafael Correa, choca contra los intereses de la oposición y tiene desde hace semanas a miles de personas protestando en las calles.

Papa cruzPAPA FRANCISCO VISITA GUAYAQUIL  GYE24. GUAYAQUIL (ECUADOR), 06/07/2015.- Feligreses esperan la bendición del Papa Francisco luego de una eucaristía hoy, lunes 6 de julio de 2015, en el Parque Samanes de Guayaquil (Ecuador). El papa afirmó hoy que María no es una "suegra" que nos vigila para alegrarse con "nuestras impericias o errores", en un momento de la homilía de la misa que dedicó a la familia. EFE/Leonardo MuñozEl viaje papal destila política. Obvió, evitó una parada en su país, Argentina, porque no quiso llegar aquí en un año electoral. No quería aparecer entrometido en la interna política argentina, donde a pesar de sus silencios talla más de la cuenta. Eso no impedirá que vuelva a recibir a Cristina Fernández de Kirchner, el fin de semana próximo en Asunción, de la misma forma que la recibió en el Vaticano hace menos de un mes, donde le concedió más de dos horas.

Aunque no venga a su tierra, al Papa le preocupa la transición en Argentina más de lo que se piensa y poco le preocupó aparecer ahora como un aliado de hierro de la mandataria como otrora, en sus tiempos de cardenal, era visto como el principal enemigo. Los que lo conocen aseguran que si en un Papa los mensajes no son lineales, en Francisco la sorpresa llega siempre al final de la historia.

Para muchos fue la visita que en 1998 realizó Juan Pablo II a Cuba la que inició la transición en esa isla. Una transición que se termina de definir con la llegada de Benedicto XVI en 2012, y que concluyó en el acercamiento de Francisco a los presidentes Barack Obama y Raúl Castro. Son esos mismos observadores los que esperan que los resultados de esta gira comiencen a vislumbrarse a largo plazo. Máxime en países como Ecuador y Bolivia, con sendos gobiernos, con posibilidades concretas e intenciones a seguir aferrándose al poder, cuando ya consumen su tercer mandato en ambos casos.

Lo que queda de semana es para consumir detenidamente, y leer bien entre líneas, cada uno de los 22 discursos que el Papa, finalmente, ofrezca en su recorrido sudamericano. No sólo servirán para volver a escuchar sus acostumbradas retahílas contra el neoliberalismo y su conceptos sobre el aggiornamiento de la Iglesia con la que arrancó su papado, sino también algunos parámetros de lo que propone y busca para la región.

No es poco ni menor el trabajo del Papa en la región. Aún para aquellos países que no visitará en esta oportunidad, pero a los que sigue tan de cera como en su momento lo hizo con Cuba.