Buenos Aires. SAH/Fotos.Paula DALIA, Machado CICALA, Morassut .

No es el Papa como muchos podrían imaginar. Se trata de Francisco de Asis, de su historia. “FRANCISCUS, una razón para vivir”, es un montaje majestuoso con un reparto de actores excepcional. La obra, ocho siglos después de su muerte, hace visible en escena la cruzada espiritual del Santo, el apóstol de la humildad, el  amor y la paz.

El amor puede ser una enfermedad contagiosa. Tal vez aquel joven Francisco de la ciudad de Asís estaba un poco loco. Y, tal vez esa enfermedad y esa locura viajaron con los emigrantes italianos… Pasados ocho siglos, ese amor parece resurgir en Argentina. La obra transcurre entre dos líneas de tiempo paralelas. En el presente aparece María , una madre que no cree en nada y es ajena a la fe hasta que circunstancias extremas la llevan a descubrir que los milagros existen. 

En tiempo pasado, sobresale San Francisco. Desde su nacimiento en 1182 al recorrido vital que le llevó a renunciar a todo. Una gran lección que invita a la reflexión, a la renovación del ser humano y a cultivar un corazón compasivo en un mundo hermanado.

En Franciscus encontramos la combinación milagrosa de música, cine -tres tipos de proyección- teatro, danza y poesía con increíbles guiños al mundo del circo. 

A la altura de los legendarios musicales de Brodway, la apuesta de Franciscus es su original puesta en escena con la que enlaza de manera armónica dos épocas y dos historias. Todo ello sin olvidar los impactantes escenarios en los que se integra lo último en el lenguaje y la tecnología audiovisual; la espectacularidad de escenografía mapeada y los impresionantes juegos de luces.  

El elenco de esta gran producción está formado por grandes artistas de la escena teatral y cinematográfica argentina y cuenta con cinco actores protagonistas: Federico Salles (Francisco), Florencia Otero (Clara), Leticia Brédice, Ana María Picchio y Fabio Aste.

La compañía la forman 55 artistas sobre el escenario (cinco actores y 50 bailarines), 12 músicos en vivo, 40 técnicos ,7 vestuaristas y 3 caracterizadoras, con un total de más de 130 personas.

La producción cuenta con un escenario diseñado a medida sobre el teatro con majestuoso telón, mapping lateral  y pantalla de última generación Led –la más grande de Latinoamérica con 100m2- como fondo de escenario. Espacio en el que se han dispuesto tres rieles que soportan 900 kilos de peso con 12 motores; cuatro ascensores hidráulicos, quince proyectores Cristi de 20.000 lumens cada uno y 200 puntos de luz; treinta micrófonos y un sistema de sonido de última generación. La  escenografía tiene un peso total de cinco toneladas.

Ficha Técnica

Género: Musical interdisciplinar, danza contemporánea, teatro, video y multimedia.

Dirección, coreografía y producción general: Flavio Mendoza

Dirección artística: Norma Aleandro, la gran dama de la escena nacional.

Co-director y diseño de video escénico: Maxi Vecco

Concepción y guión original: Alejandro G. Roemmers. Roemmers también suma al espectáculo, junto con Diego Fiamingo, una pieza de música adicional: la primera Salve María cantada con letra en español.

Dirección Musical y Música original: Federico Vilas

Diseño de Escenografía: Lili Díez

Vestuario: Manuel González 

Coreografía: Facundo Mazzei

Iluminación  y sonido: Ariel del Maestro y Mellano Lanfranco

Duración: Dos horas.