domingo, 29 de mayo de 2022
«Poder, abuso y justicia a la argentina», por Marta NERCELLAS

Por Marta NERCELLAS, para SudAméricaHoy

La volatilidad de las noticias no se traslada a la vida real. Las personas alcanzadas por ellas, no pueden borrar de sus vidas lo ocurrido porque hayan desaparecido de la primera plana de los diarios. Y, aunque parezca que me refiero a hechos personalísimos, en muchos casos no lo son.

La pérdida de la confianza, las expectativas frustradas, los miedos que ocasionan las balas que se tiran sin miramiento para obtener un par de zapatillas o un celular, las valoraciones diferentes de la misma conducta cuando es realizada por alguno de los dueños del país o por quienes sólo somos sus habitantes,  convierte la tinta de la imprenta en letras catástrofes un día y , al siguiente,  nos quedamos a solas con nuestra desazón.

Se congelaron los juicios de los jubilados “rasos” y la inflación vacía de alimentos y remedios los magros importes que reciben; en el mismo tiempo, se pagan millonarias pensiones -dobles pese a la prohibición legal- a quien no la necesita ya que conforme sus propios dichos ha sido una exitosa abogada.

La mentira disfrazada de ideología le sigue ganando la partida a la devaluada realidad. Se expropian empresas para cuidar la soberanía mientras se descuida el equilibrio fiscal, porque en el área pública devienen en empresas deficitarias. Nos confundimos “corralito” con “corralón» y De La Rúa con Duhalde, aunque uno restringiera sacar los dólares en efectivo pero no operar con los mismos y el otro nos robó las divisas pesificándolas sin siquiera protegernos de la devaluación

 Nuestro presidente nos dice que la economía crece y el empleo aumenta, que no faltarán dólares para la producción, pero ese voluntarismo ni siquiera acompañado por la actividad de la propia “tropa” , no nos impide ver que lo único que parece aumentar es la miseria y los precios de los alimentos.

 En el Congreso al oficialismo sólo parece importarle los proyectos que agravian la institucionalidad y aumentan las cargas de los pocos sostenedores del presupuesto nacional. La oposición, tras el escudo de que no le alcanza el número para imponer sus iniciativas, está paralizada.  Y los ciudadanos todos- ricos y pobres, empresarios u obreros- miran desorientados sin poder dibujar, ni siquiera en su imaginación, un proyecto. El recinto está atravesado por un silencio que contesta estas dudas y termina de desgarrar la ilusión.

El Poder Judicial está a los brincos, a veces para sacudir la modorra, otras para sacarse la “pata” que los otros poderes le quieren poner encima y , en algunos casos, para eludir los agravios, las amenazas y los miedos (vaya a saber a qué) de algunos de sus operadores.

La Corte intenta – a veces con desaciertos- subrayar que la justicia es un poder independiente. Que ser un tribunal político no lo convierte en un tribunal político partidario ni con la obligación de respaldar los caprichos del Ejecutivo. 

El Consejo de la Magistratura tiene un rol esencial en el funcionamiento de la justicia por eso  hoy es el blanco elegido por quienes pretenden poner de rodillas a los jueces y fiscales o convertirlos en ventrílocuo de quien se cree la dueña del estado.

Los concursos se encuentran paralizados o  las ternas en los casos que lograron consensuarlas ( cuyo orden de mérito depende de la entrevista personal , es decir de los vínculos de poder que lograron articular, más que de lo ocurrido en el proceso de selección), están “secuestradas” por el ejecutivo. Los sumarios de los jueces denunciados (por la razón que fuere y muchas veces sin razón alguna) suelen tener el ritmo que indica, no la gravedad de lo que se le imputa al magistrado sino la necesidad de los servicios que de ese juez tienen los políticos del Consejo o sus amigos.

Bento , por ejemplo, Juez Federal  con competencia electoral tiene procesamiento firme  por gravísimos delitos  y fue embargo, junto a su mujer, por más de 300 millones de pesos, pero  permanece inamovible en su despacho y “al servicio” de quienes le regalan oxígeno para continuar allí.

Tuvo la osadía de presentarse en el concurso abierto para ascender a Juez de la Cámara de Casación Federal y aplaudimos cuando le dieron de baja  esa inscripción por los antecedentes. Fue la primera decisión del Consejo con su actual composición – en ese momento aun incompleta -.

Un Consejo que funcionó desde el 2006- cuando la actual Vicepresidente logró que la “escribanía del ejecutivo” en la que había convertido a la legislatura aprobara un ley inconstitucional- hasta diciembre del 2021 cuando la Corte declaró formalmente esa inconstitucionalidad,  sin el equilibrio de poder que la Constitución ordena.

Durante estos años de dominio político partidario se designaron jueces que permanecerán en sus cargos en forma vitalicia  y se desecharon acusaciones a magistrados que en algunos casos tenían una cantidad alarmante de prueba del mal desempeño que se imputaba. También se dejaron latentes sumarios  pretendiendo con esa indefinición manejar la voluntad de los jueces denunciados, en muchos casos  denuncias promovidas justamente para que el destino del magistrado estuviera en las manos del sumariante.

El daño institucional que se ejecuta, aunque resulte reparado luego, deja cicatrices que hacen vulnerables los pilares que deben sustentar a la república.

El día que se tomaba juramento a los nuevos consejeros la manzana de Tribunales estaba vallada un carro hidrante asomaba por encima de la rejas ¿No resulta contradictorio que el palacio de la palabra y el debate, deba ser resguardo por posible actos de violencia?

Tan contradictorio como que una Juez federal (la Dra Servini de Cubria) deba denunciar al Ministro de Justicia y a la Interventora del Servicio Penitenciario Nacional ( Una Magistrada jubilada) por impedir investigar los delitos perpetrados desde las unidades penitenciaria.

O que los fiscales que arriesgaron su vida para investigar  a un jefe narco deben aceptar expulsarlo a Perú,  aunque allí no cumpla su condena y quede libre,  porque es menos peligrosa su libertad en Perú  que  la continuidad de su detención en  nuestras cárceles federales  desde donde se sigue organizando a las bandas de delitos complejos que los ejecutan bajo su dirección y la de otros delincuentes detenidos ¿ Qué se encuentre en la cárcel kilos de droga o teléfonos fijos en las celdas de los jefes narcos, que se acreditó que los usan hasta para ordenar asesinatos a los sicarios,  resiste alguna explicación? ¿Nada para decir de parte del ejecutivo?

 Se suprimió la inteligencia penitenciaria. Se suprimió la inteligencia  para poder investigar estructuras delictivas y lavados de dineros de bandas internacionales. Se suprimió la inteligencia con la excusa de que fue mal  utilizada. Se suprimió la inteligencia  y desapareció la prevención y la posibilidad de abortar delitos en ejecución.  Pero, ¿fue por ignorancia, mala praxis o complicidad??