domingo, 4 de junio de 2017
«Carne y arena», realidad virtual en la frontera de México


Cannes. Por Ernesto PÉREZ, para SudAméricaHoy

Uno de los eventos del pasado Festival de Cannes se
fue un espectáculo de realidad virtual realizado por el cineasta mexicano Alejandro González Iñárritu y su compatriota, el director de fotografía Emmanuel Lubezki, ambos repetidamente premiados con el Oscar, que
en “Carne y arena” describieron, en seis minutos y medio, la odisea de los
desesperados de México y América Central, que tratan de ingresar ilegalmente
en los Estados Unidos.
Se trata de un proyecto apadrinado por la Fundación de la estilista
italiana Minuccia Prada que ahora la exhibe en su majestuosa
sede a orillas del Gran Canal de Venecia pero que ya se había visto en una
versión reducida “in progress” en Los Angeles.
La Arena del título es la del desierto de Sonora y la carne es la de los
inmigrantes clandestinos que lo atraviesan para llegar hasta la frontera con
Estados Unidos, tratando de superar las barreras que el vecino del Norte ha
erigido en defensa de su territorio.
Para visitar la instalación, en el festival, había y que llegar hasta un hangar de aviones
abandonado en las afueras de Cannes, pasar a pie por debajo de ropa y calzado
abandonados por los inmigrantes que murieron en el intento y quitarse su
propio calzado y las medias.

El espacio está relleno de arena de 18 metros de ancho y se recibe una especie de casco, llamado Oculus Rift, y una mochila. Con eso se está listo para vivir la misma experiencia de miles de desesperados que diariamente emprenden el camino de la esperanza.
El sonido ensordecedor y la luz enceguecedora nos fuerzan a tratar de huir,
a escapar de la temible “migra”, la policía fronteriza estadounidense y
convierten a la corta experiencia en una pesadilla sin fin.
González Iñárritu y Lubezki nos hacen partícipe de ella para que
sepamos que los inmigrantes clandestinos son seres humanos como nosotros pero sin la suerte que tienen los visitantes de vivir una vida desahogada y segura.