Bogotá. Por Clara RIVEROS, para SudAméricaHoy

@CLARARIVEROS

Comenzó oficialmente la Feria Internacional del Libro de Bogotá en su vigésimo séptima edición. Este es un evento de gran relevancia que se celebra en Colombia cada año y que tiene como objeto la promoción de la lectura y de la industria editorial. La feria ocupa un lugar destacado en América Latina. Sin embargo y hay que decirlo, en Colombia se lee poco.

Para este año se han programado 1200 actividades a desarrollar en 14 días. Entre el 29 de abril y el 12 de mayo, se espera que la presencia de visitantes supere los 430 mil. En esta oportunidad Perú es el invitado de honor y se tomó la tarea en serio, haciendo un gran esfuerzo y desplazando una importante delegación de aproximadamente 200 personas, entre las que destacan el premio Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa, además de 40 escritores, 80 editoriales, y especialistas en gastronomía, artes y ciencias sociales.

Esta comitiva tiene a su cargo cerca de 150 actividades. Conversatorios, muestras de cine, de fotografía, propuestas de gastronomía y artesanía forman parte de ellas. Los programas se van a celebrar en Corferias pero también en otros espacios de la capital colombiana: Universidades, bibliotecas y centros culturales, según tuve oportunidad de comentar con el embajador de Perú en Colombia, Néstor Popolizio.

Selfie de Morgana Vargas Llosa con Ollanta Humala, Juan Manuel Santos y su padre, Mario Vargas Llosa

El evento de apertura tuvo lugar al mediodía de este martes y contó con la presencia e intervenciones de Vargas Llosa, los presidentes de Colombia y Perú, Juan Manuel Santos y Ollanta Humala, el de Corferias y el de la Cámara del Libro, Andrés López Valderrama y  Enrique González Villa. Entre los asistentes se encontraban algunos expresidentes, representantes editoriales, empresarios, patrocinadores, periodistas y figuras destacadas de la vida pública nacional. En las diferentes intervenciones se recordó al fallecido escritor y premio nobel de literatura, Gabriel García Márquez. En estas dos semanas la feria le rendirá su particular homenaje.

Algunas escenas, comentarios y personajes llamaron la atención durante el evento inaugural. El restituido alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, siempre fiel a su estilo, hizo un paralelo entre el hombre de la palabra escrita, García Márquez, y el hombre de la palabra dicha, Jorge Eliécer Gaitán. Acto seguido realizó otro paralelismo entre él y el caudillo liberal. El común denominador, según Petro, se encuentra en su cese temporal como alcalde y la destitución que en su momento debió afrontar Gaitán, quien luego fuego asesinado.

El alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, pronuncia su discurso en la feria. Foto. Mauricio DUEÑAD (Efe)

Petro también nombró sus primeras lecturas de juventud: «Cien años de soledad», «La ciudad y los perros» y, posteriormente, «Conversación en la Catedral». Después de eso, aseguró, se hizo revolucionario. Con lo cual y en tono amable, le adjudicó alguna cuota de responsabilidad a Mario Vargas Llosa, autor de las dos últimas. Las risas en el auditorio, no se hicieron esperar.

Por su parte, el presidente Ollanta Humala se mostró complacido de que su país haga presencia en este evento y destacó el interés de compartir con Colombia las tradiciones, la cultura, el arte, la literatura y por supuesto, la gastronomía peruana. Humala reiteró su apoyo al proceso de paz que adelanta Colombia, «todos los hermanos latinoamericanos hacemos votos para que se logre el éxito. Será un éxito del pueblo colombiano pero también de todos en América Latina», afirmó el mandatario.

El presidente Juan Manuel Santos, en una intervención distendida, saludó a los asistentes y a Gustavo Petro, afirmando que le daba gusto “tenerlo de alcalde otra vez”. De nuevo, la risa no se hizo esperar. Santos aprovechó para reconocer la participación del país invitado, «Perú, en el fondo, nos deslumbra», dijo el primer mandatario. Evidente la simpatía hacia su homólogo peruano y en tono jocoso, invitó a Humala a Valledupar, al Festival Vallenato.

Santos también recordó su cercanía con Gabriel García Márquez y destacó la obra literaria de Vargas Llosa, sólo equiparable a la férrea defensa del autor por la libertad y los valores democráticos. En su intervención dirigió una frase que apuntaba directa al comentario previo de Gustavo Petro y a su azarosa destitución y reposición en la Alcaldía. «Las armas nos dieron la independencia pero las leyes nos darán la libertad»,  dijo el presidente antes de insistir en que lo sucedido con el alcalde de Bogotá responde al cumplimiento de la ley.

Mario Vargas Llosa finalizó el acto de apertura conmovido por las diferentes menciones a su obra pero también por las expresiones de afecto. Habló de su reciente visita a Venezuela, del papel del escritor, del hombre y la tecnología, de la realidad que crea la ficción y de cómo ésta hechiza y permite escapar del infortunio de la vida cotidiana, señalando que podemos inventar, a partir de la lectura, otros mundos más perfectos que el mundo en el que vivimos y el salir de ese mundo nos causa malestar porque el mundo real es incapaz de satisfacer nuestros deseos.

Escuchaba con atención la intervención y pensaba en cuánta razón tiene. Recordé su libro más reciente, «El héroe discreto» que, en efecto, me permitió por unos días escapar del infortunio del mundo real, del desazón de diciembre y del verano porteño en la ciudad de Buenos Aires, para sumergirme en la pasión, la intensidad y la fuerza de sus personajes. Vargas Llosa me llevó por lugares, espacios y ciudades de Perú, entrelazando historias que bien podrían ocurrir en Colombia, porque refleja a América Latina en su cotidianidad y en su racismo, en esos aires y abolengos que aún mantienen algunas familias, en esa mezcla de ficción y realidad de nuestras sociedades atravesadas por el catolicismo y por su relación con la culpa y el pecado, sociedades que se cuentan desde sus miserias y que viven de glorias pasadas, pero que todavía hoy, no escapan de la proclividad a tomar la justicia por mano propia y donde el apego irrestricto a la ley sigue sin motivarlas plenamente.

Como se afirma en el lema promocional de la feria: este año Perú estará en boca de todos. Es una buena oportunidad para conocer un poco más de ese país, de su cultura, arte, literatura y por qué no, de su maravillosa y muy reconocida gastronomía.

Incidente con Vargas Llosa  mientras el Nobel  mantenía un diálogo con el escritor colombiano Juan Gabriel Vásquez durante la Feria Internacional del Libro de Bogotá (Filbo), para preguntarle cuál era su relación con el expresidente Álvaro Uribe.