martes, 23 de mayo de 2017
Festival de Cannes, cinco minutos por Manchester

Imágenes de «Iraki». Fotos del Festival de Cannes

Cannes. Por Ernesto Pérez. para SudAméricaHoy
Con un minuto de silencio, a las 15 horas locales
(13.00 gmt), el Festival de Cannes por entero rindió homenaje a las víctimas
del terrible atentado cometido en Manchester,
Un minuto en el que todo el Palacio del Festival y sus manifestaciones
aledañas, el Mercado del Film, la Quincena de Realizadores y la Semana de la
Crítica, suspendieron toda actividad durante un minuto, incluyendo la
proyección de películas, para recordar a las víctimas de un atentado que
puede repetirse en cualquier lugar y en toda hora, como bien lo sabe esta
ciudad, repleta de policías, agentes de seguridad y con registro de bolsas y
carteras que redundan en atrasos de proyecciones en la otrora puntualísima
Cannes.
Pero este es también el día en el que el Festival se celebra a sí mismo
con una photo call de grupo por el 70º. aniversario con más de un centenar
de autores, actores y actrices (113 exactamente), empezando por el presidente
del jurado, Pedro Almodóvar, y siguiendo por Nicole Kidman, Colin Farrell,
Tilda Swinton, Will Smith, Claudia Cardinale, Catherine Deneuve, Ken Loach,
Antonio Banderas, Gael García Bernal, Guillermo del Toro, Nanni Moretti,
Costa-Gavras, Michael Haneke y muchos más.
Todos rodeando al seleccionador y director artístico Thierry Frémaux y
haciendo la ola al terminar la foto.
Esto, unido a sendos homenajes al cineasta francés André Téchiné por
los 50 años de carrera y al difunto realizador iraní Abbas Kiarostami con un
film póstumo, redundó en que en la séptima jornada solo hubiera habido una
película en concurso.
Pero qué película! “Hiraki” de la japonesa Naomi Kawase, aquí
traducido como “Hacia la luz”, es un destilado de pura poesía, un
experimento logrado de transmitir el sentimiento de ceguera en un medio como
el cine en el que la imagen es primordial.
Kawase es una vieja conocida de Cannes habiendo participado cuatro veces en
concurso y otras tantas en las reseñas paralelas. ganando el Grand Prix del
jurado oficial en 2007 por “El bosque de los suicidas”. Viene del
documental y en sus films la naturaleza es una protagonista esencial, sobre
todos los bosques captados en todas sus estaciones.
“Hiraki” comienza con un ensayo de acompañamiento vocal para ciegos de
una película ante un público de no videntes que discuten pro y contras de la
narración.
Misako (la bella actriz Ayame Misaki) ama describir el mundo que la rodea y
ayudar a un público de ciegos a “ver” una película y esto, más que un
trabajo es un placer. Entre las personas que opinan sobre su narración está
un gran fotógrafo profesional, Nakamori (Masatoshi Nagase), que está
perdiendo la vista a pasos agigantados.
Entre este hombre que pierde su sentido más esencial y se hunde poco a
poco en la oscuridad, y una joven enamorada de la luz del sol en el ocaso, se
crea una difícil relación que la directora describe con sutileza de medios,
mientras acostumbra al espectador a perder el sentido de las distancias, el
contorno de las cosas y finalmente a renunciar a formas y colores en el mismo
proceso de adaptación de Nakamori, que aprende a comerse el orgullo y
pedir auxilio a Misako.
El fin de la proyección anticipada de la prensa fue saludada con el
aplauso más unánime escuchado hasta el momento y coloca a “Hikari” entre
los más firmes candidatos a la Palma de Oro, junto al ruso “Desamor” de
Andre Zvyaguintsev y “La muerte del ciervo sagrado” del griego Yorgos
Lanthimos.
Desafortunadamente para Téchiné (y más aún para el público que tuvo
que soportarlo) el film con el que el Festival de Cannes saludó su fidelidad,
homenajeándolo con una proyección especial, acompañado de buena parte de
sus actores y actrices, es de los peores de su medio siglo de carrera.
“Nos années folles” está inspirado en un personaje real, Paul Crappe,
un desertor de la primera guerra mundial que para escapar al fusilamiento, se
disfraza de mujer y termina por asumir su personalidad y olvidar su identidad
masculina.
Interpretado por un monocorde Pierre Deladonchamps (descubierto aquí en
Cannes con “El desconocido del lago”), una adecuada Céline Sallette como
su mujer y madre de su hijo, y un Michel Fau como un empresario que cuenta en
el escenario la historia de Paul, a la manera de Peter Ustinov en “Lola
Montes” pero a una distancia sideral de esa obra maestra de Max Ophuls,
“Nuestros años locos” es un filme que asombra por su fealdad, su
incoherencia argumental, la pobreza de trajes y decorados y una coreografía
pueril que lo llevan al nivel más bajo de todo este festival.
“24 Frames” es el proyecto final de Kiarostami, cuando ya enfermo del
mal que se lo llevaría en julio pasado, decidió elegir dos docenas de sus
fotografías y darles una continuidad argumental.
Estas 24 miniaturas componen un film que dista de ser funéreo y que
revelan como un gran artista, consumiendo sus últimas fuerzas, es capaz de
renovarse y emprender un camino nuevo.