viernes, 11 de abril de 2014
Maduro y la oposición ceden el turno a la palabra


Caracas. Por José Luis PANIAGUA/Efe/SAH

Al final, el contacto, cara a cara, se produjo. No fue por voluntad propia pero fue. La intervención de los cancilleres de Unasur (Unión de Naciones Suramericanas) fue clave. Tambiéb la participación de la Iglesia. Por fin, el Gobierno venezolano y la oposición comenzaron un diálogo sin precedentes con una larga sesión en la que cada cual expresó su versión de la realidad del país, hicieron acusaciones y exigieron responsabilidad por la actual crisis política pero coincidieron en que la solución pasa por conversar.
Durante seis horas, en cadena obligatoria de radio y televisión y con la presencia de tres cancilleres de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y del nuncio del Vaticano en Caracas, Gobierno y oposición llevaron a la mesa de discusión el tratamiento de las protestas que se desarrollan desde hace dos meses.
El intercambio de argumentos se realizó en un clima de respeto, en el que no faltaron las acusaciones del líder opositor Henrique Capriles al presidente, Nicolás Maduro, por las elecciones presidenciales -resultado que el también gobernador de Miranda aún no reconoce- ni las acusaciones del oficialismo a la oposición por lo que consideran la falta de una condena clara de la violencia.
El inusual debate de ideas en un país sumido en una extrema polarización en cada institución estatal, contó con la bendición del papa Francisco, que a través de un mensaje leído por el nuncio Aldo Giordano, pidió a ambas partes que se abran, se reconozcan, se respeten y perdonen y que no se detengan ante la «coyuntura de lo conflictivo».
«Les invito pues a que no se detengan en la coyuntura de lo conflictivo sino que se abran unos a otros para ser y hacerse auténticos constructores de paz en el centro de cada diálogo sincero está ante todo el reconocimiento y el respeto por el otro», dijo Francisco.
La oposición hizo peticiones de amnistía para los detenidos, exigencias de solución a los problemas de la economía y la inseguridad, así como llamados a recuperar la normalidad en las instituciones, mientras que el Gobierno reclamó el reconocimiento y el respeto del proyecto que encabeza y una condena clara de la violencia.
«Tenemos la obligación de conocernos para reconocernos y creo en la buena voluntad de todos ustedes, se lo digo, y no soy un inocente en la política, ni quiero halagarlos, para nada, más bien ganaría si los destrozara en este momento desde el punto de vista político», dijo Maduro al término de la reunión.
«Creo en la buena voluntad y les vi buena voluntad en los ojos a cada uno de ustedes«, añadió, asegurando que cree en la «paz superando los problemas, no tratando de trabarlos».
Maduro, que denunció que hay grupos armados preparados para «insurgir» y advirtió de que no permitirá que eso suceda, desveló que hoy hubo una nueva víctima de las protestas.
«Hay que hacer un proceso que nos lleve a la paz y a altísimos niveles de respeto, coexistencia, convivencia, sobre la base de la tolerancia», indicó .
Capriles declaró en su turno que la crisis que vive el país viene de la situación que generada tras las elecciones presidenciales del 14 de abril, que perdió por un margen de poco más de 200.000 votos que aún no reconoce, y afirmó que o se cede en «posiciones intransigentes» y se busca el diálogo o el país «revienta».
«Esa situación queramos o no queramos nos ha llevado a esta crisis política porque hay una crisis política desde ese día queramos o no queramos», indicó Capriles en el inicio del diálogo entre el Gobierno y la Mesa de la Unidad Democrática (MUD)
«O nosotros cedemos en posiciones intransigentes y buscamos que realmente haya dialogo, que la mayor responsabilidad es de parte de ustedes, o esto cambia o esto revienta, yo espero que esto cambie», afirmó.
El también gobernador Henry Falcón señaló que «este diálogo no puede fracasar porque sería el fracaso de ustedes y el nuestro también».
«Nosotros creemos en este diálogo necesario, solo pido concreciones», indicó en demanda de soluciones tras dos meses de protestas en las que ha habido 40 muertos y más de 600 heridos.
El secretario ejecutivo de la opositora Mesa de la Unidad (MUD), Ramón Guillermo Aveledo, pidió que el Gobierno dialogue con los estudiantes y trabajadores, y propuso una agenda de reuniones semanales para ir abordando diferentes demandas incluidas en las protestas como los detenidos, la inseguridad, la economía, etcétera.
«¿Esto irá a avanzar? no se, yo tengo mis dudas», indicó por su parte el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, al manifestar su desconfianza en la sinceridad de la buena voluntad de la oposición.
El ministro de Asuntos Exteriores, Elías Jaua, indicó que ni la oposición va a ser socialista ni el chavismo capitalista, pero pueden abordar conjuntamente temas en los cuales tienen responsabilidad.

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