domingo, 3 de septiembre de 2017
El cine argentino, número uno en películas de AL en Venecia

Venecia. Por Ernesto PÉREZ, para SudAméricaHoy

La conspicua presencia argentina en el 74o. Festival
de Venecia se completó en la cuarta jornada con la proyección en la 32a. Semana Internacional de la Crítica, reservada a primeras y segundas obras, de la ópera prima de Natalia Garagiola, “Temporada de caza”, y en la sección “Clásicos y documentales” de “Años luz” que Manuel
Abramovich filmara durante el rodaje de “Zama” de Lucrecia Martel,
exhibido el jueves pasado con buena acogida de público y de crítica.
Y así, después del estreno mundial de “Invisible” de Pablo Giorgelli
en la sección paralela oficial “Horizontes”, con jurado
propio, el cine argentino se convierte en el más representado en Venecia de
toda América Latina, si bien la rígida selección impidió que ningún film
del subcontinente fuese incluido en la sección principal “Venecia 74”.
“Temporada de caza” retrata una tempestuosa relación entre un padre y
un hijo en el agreste paisaje patagónico mientras “Años luz” es un
diario de filmación de “Zama” pero centrado en la figura de la directora,
mostrando sobre todo la pasión y la minuciosidad con la que Martel conduce el
rodaje.
Garagiola tiene 35 años, es autora de tres cortometrajes presentados por
festivales tan prestigiosos como el BAFICI (Rincón de López, 2011) y Cannes
(“Yeguas y cotorras” en Semaine de la Critique 2012 y “Sundays” en
Quincena de Realizadores 2014) y con su primer largo afronta con crudeza y
pulso casi masculino una tensa y conflictiva relación de padre e hijo.
Ernesto (Germán Palacios) es un guía de caza en Patagonia que recibe la
inesperada visita de un hijo al que no veía desde su más tierna infancia.
Pero Nahuel (Lautaro Bettini) hoy es un adolescente rebelde y pendenciero que odia todo y todos, especialmente a su padre.
En el marco de una naturaleza hostil, ambos aprenderán a convivir y tal
vez a perdonarse.
Asombra en el film, y lo subraya la comisión seleccionadora de la Semana
de la Crítica en su catálogo, la fuerza con la que la directora afronta un
universo, más que masculino, machista, pero sin juzgarlo, simplemente
constatándolo.
“Temporada de caza”, “es un film intimista sobre una relación
imposible entre padre e hijo, en medio de un contexto particular como es el de la caza y que retrata el paisaje interior de los personajes y donde entre
narración y observación busco revelar su verdad con mirada ruda y agresiva
pero también furtiva como la de un cazador que sigue a su presa” afirma
Garagiola.
“Cuando preparaba el film me preguntaba justamente que es lo que hace que
un hombre se vuelva cazador y lo empuje a poseer el ser que más ama y admira matándolo y me interrogaba sobre la posibilidad de extender esta reflexión a la relación de un padre con su hijo” agrega.
En este film, que se encuadra en el vasto y prestigioso campo del
“bildungsroman” es a través de las instrucciones que imparte Ernesto a
Nahuel, que se produce la formación del joven con la que este empezará a
comprender a su padre, a respetarlo y tal vez a amarlo.

La realizadora argentina Lucrecia Martel

  “Años luz” nace como un intercambio de correo electrónico entre un
admirador del cine de Lucrecia Martel y la directora en el que aquel le
propone a esta una suerte de “making of” pero centrado sobre su persona.
Es la misma Martel la que brinda el título al documental cuando se declara
ajena “años luz” a la idea de un film que la vea como protagonista.
El hecho fue que Abramovich se volvió “invisible” durante el rodaje y
el resultado es todo lo contrario de un “making of”, hecho habitualmente
de entrevistas a actores, director y técnicos, más momentos de la
filmación.“Años luz” es una serie de planos secuencias con
cámara fija en la que el espectador puede seguir, sin intermediación de
montaje o narración, un verdadero proceso de creación cinematográfica, con
toda su sucesión de repeticiones, tiempos muertos y discusiones técnicas.
“Siempre fui un fan de Lucrecia Martel desde mis años de estudiante de
cine y fue en todo momento un motivo de inspiración para mí – cuenta
Abramovich – pero lo que le propuse no fue un simple ‘making of’ sino un
verdadero documental sobre su manera de filmar”.
“Quería transmitir al espectador todos esas pausas de rodaje, esas
repeticiones continuas que pueden parecer aburridas pero que son el alma misma de un rodaje” agregó Abramovich.
El director se siente orgulloso y feliz que a Martel le hubiese gustado su
película y, a pesar de algunas objeciones, al final no le hizo cambiar nada,
dejando como lo dice la misma autora en el último mail que le escribió, que
el documental “tuviera vida propia”.
Ahora “Años luz” acompañará a “Zama” en su paso por varios
festivales y, por lo menos en Argentina y Brasil, se exhibirá
independientemente aunque no se descarta su inclusión en un futuro DVD.