Por Luli DELGADO, para SudAméricaHoy

Cuando llega esta época del año, suelo meterme en Google y buscar un buen mensaje de año nuevo para mandarle a mi familia y amigos.

– “Espero que tengas un buen año lleno de dichas y alegrías”
No…
-“Doce meses, cuatro estaciones, un corazón alegre y unos ojos soñadores…¡Feliz Año Nuevo 2021!”
-Tampoco…

-“Que este nuevo año traiga muchos éxitos y prosperidad en tu hogar” 
-Menos todavía.
Yo creo que después del año que tuvimos más bien deberíamos ser más concretos.Y así como compro solamente regalos que a mí me gustan, yo diría que lo de mucha paz podría traducirse en tranquilidad, la dicha en días sin tormentos, la salud irla administrando un pasito de cada vez, y por último el dinero, traducirlo en que logremos estirar los ahorros.
Me parece mucho más aterrizado que lo que hemos mandado en años anteriores.
Pero eso sí, dejaría inalterado: el deseo del amor en todas sus modalidades, fraterno, romántico, enriquecedor. Es lo que no nos debería faltar, el motor de los días que están por venir.
Y claro, la esperanza, que fue lo que sobró de nuestra pobre caja de Pandora.
Lo demás con que aparezcan saldos y oportunidades, me parece más que suficiente. ¿Para qué más?