Por Federico PONCE ROJAS, para SudAméricaHoy

En días pasados, en la ciudad de Milán, Italia se llevo a cabo la Expo Milano 2015, en la cual el Pabellón mexicano, diseñado por el arquitecto y amigo Francisco Lopez Guerra, ganó el premio «Hacia una Expo sustentable» por cumplir con excelencia los lineamientos de la arquitectura sustentable como son la gestión y manejo de desperdicios, eficiencia en suministro de agua, empleo de estrategias de reciclaje entre otros.

Esta Expo es uno de los mayores y más renombrados escenarios que se tienen a nivel internacional donde afamados arquitectos, ingenieros, chefs, agrónomos entre un sin fin más de profesiones, acuden a demostrar los muchos proyectos de sustentabilidad, apoyo a la ecología, agronomía y desarrollo de energías que en sus países se desarrollan.

México no es la excepción y, como suele ser en este tipo de certámenes, el jurado reconoció una vez más el talento de los mexicanos, en esta ocasión en «Pancho» Lopez Guerra.

Los mexicanos hemos sido siempre pioneros en la sustentabilidad, pues como muestra el Pabellón Mexicano, la cuenca de la Ciudad de México en tiempos del tlatoani Nezahualcóyotl, logro de manera espectacular utilizar el agua dulce de las montañas por medio de una serie de proyectos hidráulicos para su aprovechamiento para consumo humano y de riego ya que, no obstante la Ciudad de México Tenochtitlán se encontraba al centro de un enorme lago, recordemos que el mismo era salino. El arquitecto López Guerra ve que en el pasado que nos identifica a todos como herederos, nos fue legado este importante avance, el cual, aplicado a las técnicas y necesidades modernas, logró el beneplácito de la comunidad internacional.

Así mismo, hoy la Ciudad de México tiene en sus manos nuevamente la oportunidad de innovar como en su tiempo lo hiciera Nezahualcóyotl, González Camarena y Pancho Lopez Guerra, los capitalinos tenemos la oportunidad de lograr la conservación, la sustentabilidad, la protección y el empuje que requiere la zona de San Ángel, al su de la Ciudad de México.

Tal como el Pabellón Mexicano brilla por su grandeza en Milán, San Ángel tiene la oportunidad de hacer lo propio en esta, La Ciudad de los Palacios. Tienen los vecinos la oportunidad de reconocer en el legado de su herencia histórico cultural, la opción de salvaguarda de que la declaratoria de «Pueblo Mágico» representaría para la zona.

México se ha distinguido por sus ideas innovadoras en conservación y protección, tan es así que el distintivo «Pueblo Mágico» como se dijo anteriormente en este espacio, es un modelo que se busca replicar en naciones hermanas latinoamericanas, pues ven la enorme bondad que esta denominación implica en protección a la imagen, identidad y patrimonio de la zona que la obtiene.

San Ángel, para los amigos que no lo conocen, es una zona al sur de la Ciudad de México, la cual ha sido asentamiento humano desde tiempos anteriores a la conquista española, durante el tiempo de la colonia, San Ángel fue lugar de descanso y lugar de retiro y oración. Hoy cuando uno se adentra entre sus calles empedradas, no puede evitar ser transportado a la época de la colonia donde la belleza de sus construcciones, parques, plazas calles e iglesias se mantienen pese a la creciente depredación urbana como bastiones de conservación y protección.

En Milán un arquitecto mexicano dio ejemplo de manejo y recuperación de desechos, En San Ángel los vecinos con ayuda de la declaratoria de Pueblo Mágico darán ejemplo de cuidado del uso de suelo y conservación de la identidad arquitectónica histórico cultural de una zona.

Lopez Guerra en Milán, dio cátedra en la edificación de un edificio sustentable y moderno, en San Ángel se dará ejemplo de remozamiento e integración de altas tecnologías con el entorno colonial.

Enhorabuena por tantos y tantos mexicanos que como «Pancho» y los san angelinos, se esfuerzan por ser altos referentes en México y en el mundo.