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Discurso de Gabriel Boric
Por Clara RIVEROS, para SudAméricaHoy (SAH)
Enrique Peña Nieto ya completa casi dos años al frente del Gobierno de México. Llegó a la presidencia el 1 de diciembre de 2012 y generó controversia antes y después de la elección. Durante la campaña presidencial surgió el movimiento ciudadano, principalmente estudiantil, denominado YoSoy132, en protesta por la “imposición mediática” de los candidatos. Diferentes sectores de la sociedad consideraron entonces que Peña Nieto era el candidato de los medios y que el trato respecto a los demás candidatos era desigual y estaba encaminado a favorecer su imagen. En esa dirección hubo rumores de un supuesto pacto con el Grupo Televisa, la información, difícil de corroborar, tuvo gran impacto al ser difundida por el diario británico The Guardian. Sin embargo, en febrero de 2013 The Guardian extendió un comunicado en el que se disculpaba públicamente por la mala interpretación de su reportaje que desprestigió al Grupo Televisa.
Pasadas las elecciones hubo una solicitud para que se anularan los resultados pero el 30 de agosto de 2012 los siete integrantes del Tribunal Electoral consideraron que las sospechas sobre irregularidades en el escrutinio eran infundadas. De tal modo, Enrique Peña Nieto fue declarado presidente electo de México por unanimidad. También hubo acciones de los partidos contendores, el PRD y el PAN, que denunciaron ante la Unidad de Fiscalización del Instituto Federal Electoral (IFE) la supuesta compra de votos por parte del PRI, pero en enero de 2013, el IFE exoneró al PRI de esas denuncias que relacionaban al partido político con operaciones ilícitas para financiar la campaña presidencial del recién posesionado presidente.
A finales del mes de noviembre de 2013, cuando Peña Nieto completaba un año en el Ejecutivo, Human Rights Watch HRW, llamó la atención con firmeza sobre lo que ocurría y ocurre en el país en materia de derechos humanos, libertades y garantías de los ciudadanos, señalando la profunda preocupación por no registrar resultados frente a las “graves violaciones de derechos humanos ocurridas en México en los últimos años”, pese a la promesa de Peña Nieto cuando asumió el poder, de hacer de los derechos humanos un tema prioritario. HRW reconoció la adopción de algunas medidas positivas pero evidenció la frustración por la precariedad en los logros alcanzados, titulando: el decepcionante primer año del gobierno de Peña Nieto.
Las dificultades no terminan ahí. México es, desde hace años, un país especialmente difícil para el ejercicio del periodismo debido al narcotráfico, la violencia del crimen organizado y la corrupción institucional. La semana anterior, sobrecogedoras e impactantes imágenes le dieron la vuelta al mundo, la periodista Karla Janeth Silva de El Heraldo de León fue atacada a golpes en su lugar de trabajo por presuntos funcionarios municipales que ya le habían advertido que debía bajar el tono de sus notas de denuncia. La SIP reclamó por las agresiones en los diferentes países y por el incremento de atentados contra la vida de periodistas en México. Entre abril y de junio de este año se registraron en 87 agresiones de distinta índole contra medios y periodistas.
Por su parte, la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) condenó los hechos ocurridos con Karla Silva, en tanto que, organizaciones como Reporteros Sin Fronteras y el Comité para la Protección de los Periodistas CPJ revelaron recientemente cifras poco alentadoras y México no pasa desapercibido. Desde el 1 de enero a la fecha, 34 periodistas han muerto en el mundo por motivos relacionados con el ejercicio de su profesión según el CPJ, en el caso de Reporteros sin Fronteras que consideran más variables cuentan 50 personas asesinadas en lo que va corrido del año, de estos, 3 son mexicanos.
Es prematuro calificar el impacto de las reformas que ha promovido el presidente, su fase de implementación será decisiva, pero lo que sí puede notarse de momento es el excesivo optimismo presidencial, deberían moderarse las expectativas de cara al tercer año de gestión y encarar las dificultades con mayor determinación y contundencia, no se puede tapar el sol con un dedo y hay realidades sumamente dolorosas y evidentes a las que se enfrentan los mexicanos en su cotidianeidad. Pareciera que en materia de derechos humanos no se ha hecho lo necesario.