viernes, 22 de mayo de 2015
México y el desafío de las pensiones

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Federico PoncePor Federico PONCE

La seguridad social es un derecho inalienable que el Estado debe garantizar mediante políticas públicas fiscales eficientes o de recaudación responsable, ya que la defensa y fortalecimiento de las instituciones de seguridad social es fundamental para la estabilidad del país y la distribución de la riqueza. Ese es el gran reto a nivel mundial.

Un estudio de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico, del Banco Interamericano de Desarrollo y del Banco Mundial alerta sobre el riesgo de que en América Latina, entre 63 y 83 millones de personas carezcan de pensión, en virtud de que solo 45% de los trabajadores aportan recursos para su retiro. Ello se debe a la alta fragmentación pro la existencia de regímenes diferenciado lo que genera desigualdad en las prestaciones, propicia una fragilidad financiera, provoca la caída de la relación activo-pasivo por el envejecimiento poblacional y también incide en esa fragmentación el inadecuado manejo administrativo y financiero.

Las reformas estructurales en los sistemas de pensiones deben evitar la caída en la cobertura de la fuerza laboral y el creciente incumplimiento del pago de las cotizaciones. La realidad es que la mayoría de los trabajadores no alcanzarán a financiar su pensión ni las de sus familiares sobrevivientes.

Por ello es urgente cambiar el modelo actual de seguridad social en México, para evitar el colapso de las finanzas públicas, incrementar las pensiones de los trabajadores y revertir la pobreza. El desafío es aumentar el ahorro per cápita de la fuerza laboral y generar mayor participación del trabajador en los sistemas de pensiones.

Una propuesta concreta es aumentar la cuota social o solidaria a cargo del gobierno federal para los diferentes rangos de salario de cotización, a fin de establecer una aportación equivalente al 10% del salario base de cotización, lo que permitiría resolver la tasa de remplazo que obtendrán los trabajadores al término de su vida productiva.

No es menor el papel que juega el Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR) en el desarrollo nacional. Aporta más del 4.3 % del PIB al sector productivo y es clave en sectores como el energético, infraestructura, construcción y telecomunicaciones. Las cuentas de los 53 millones de trabajadores, suman 2.5 billones de pesos y han generado rendimientos de más de 6 %, por 1.1 billones de pesos durante 18 años.viejos pensiones

Sin embargo, es fundamental evitar que la deuda del pago de pensiones por parte del Estado crezca más y se convierta en un lastre para las finanzas públicas. La carga de pensiones de los trabajadores del Estado tiene un crecimiento que rebasa el 14% anual; solo en la primera década de este siglo el pago de pensiones por parte del gobierno federal aumentó en 433% y las proyecciones apuntan a cerca de un billón de pesos al finalizar el sexenio.

Es importante impulsar el ahorro voluntario en las cuentas individuales de parte de los trabajadores y eliminar las limitaciones al régimen de inversión de la afores, a fin de que gocen de mayor rentabilidad. En las propuestas que presenta el sector privado hay prioridades: la pensión universal mínima garantizada, revisar sistemas de retiro del sector público y la reestructuración del IMSS para que logre la viabilidad financiera, y eliminar duplicidades en los sistemas de pensiones.

Por cierto, las Fuerzas Armadas son pioneras en la creación de un verdadero sistema de seguridad social. Cabe señalar que el 16 de octubre de 1829 el presidente de México, general Vicente Guerrero, aprobó el reglamento de la Gran Casa Nacional de Inválidos que serviría “…de asilo a los militares beneméritos o particulares que por servicios calificados a la patria hayan sacrificado una parte de su existencia en el campo del honor, o en comisiones peligrosas de sumo interés a la patria…”

De 1926 a la fecha, ha evolucionado el Instituto de Seguridad Social para la Fuerzas Armadas Mexicanas que tuvo su origen en la Ley de Retiros y Pensiones del Ejército y la Armada Nacionales.

La clave del éxito del ISSFAM lo realza el general Jesús Javier Castillo Cabrera, Director General del Instituto, al aseverar que las fuerzas armadas mexicanas dan a diario su mejor esfuerzo para asegurar nuestra soberanía y seguridad, elementos indispensables en la conformación de cualquier estado moderno. Con base en ese esfuerzo de los soldados, reciben un servicio de calidad y la mejor atención por parte del personal que labora en el ISSFAM.

* Catedrático de la Universidad Anáhuac. México Norte y Vicepresidente de la Academia Mexicana de Derecho Internacional