lunes, 23 de noviembre de 2020
«Mil veces París», por Luli DELGADO

Por Luli DELGADO, para SudAméricaHoy

La Unidad de Inteligencia del semanario inglés The Economist, uno de los termómetros financieros más importantes del mundo, publicó esta semana la lista del costo de vida de 133 ciudades.

Este informe se desprende del análisis del costo de bienes y servicios de cada ciudad, transporte, educación, alimentos y por ahí sigue una lista con mas de 130 items.

Según este criterio, Hong Kong, Zúrich y París se consolidaron como las más caras del mundo. Nada que nos sorprenda.

Entre las más baratas, es decir las cuatro ciudades más últimas de la lista, si cabe el término, están Damasco (Siria), Tashkent (Uzbekistán), Lusaka (Zambia), Caracas y Almaty (Kazajistán).

Yo no me siento capaz de opinar sobre las otras tres, pero cuando leí Caracas, me dolieron los ojos.

¿Cómo va a estar entre las más baratas si a los venezolanos, concretamente a los caraqueños, cada día les resulta más difícil sobrevivir en aquella vorágine económica?

Un salario mínimo traducido a dólares se cuenta con los dedos de la mano, y no alcanza ni para cubrir una cesta básica.

A estos precios se unen falta de servicios básicos, agua, luz, gasolina, una criminalidad pavorosa y un ambiente político sofocante, por decir lo menos.

Se me ocurre que es relativamente fácil llegar a conclusiones desde un escritorio de análisis económico del primer mundo, y humildemente, les preguntaría que cómo es eso, que siendo una de las ciudades más baratas del mundo, los caraqueños que quedan son los que por algún motivo no se han podido ir. ¿Por qué, siendo tan barata hay tanta gente que se alimenta literalmente de la basura?

Si me permiten una opinión, a título personal escogería ser pobre en París, con todo y que ser pobre en París tenga tan mala fama.