martes, 13 de abril de 2021
«Argentina, contexto político», por Roberto STARKE/Kike BORBA

Por Roberto STARKE/ Kike BORDAS

«El hijo de la vicepresidenta y titular del bloque oficialista de Diputados, Máximo Kirchner y Sergio Massa, presidente de la Cámara de Diputados, han ganado protagonismo en las últimas semanas, mientras Cristina Fernández permanece en un discreto segundo plano. Por su parte, el presidente Alberto Fernández se desgasta: tiene covid, y atraviesa un mal momento emocional y político. Esto quedó en evidencia con las reacciones que mostraron enojo en conferencias de prensa y entrevistas periodísticas.

La sociedad: «Máximo & Massa»

Máximo Kirchner y Sergio Massa cubren tres áreas prioritarias para los objetivos del Gobierno. En primer lugar, se ocupan de las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) dando a conocer opiniones políticas. Insisten con la ampliación de los plazos para el pago a veinte años y la baja de intereses, marcando diferencias con el ministro de Economía, Martín Guzmán, que por ahora permanece en silencio.

En segundo lugar, mantienen una ofensiva sobre la oposición para dividirla y anarquizarla. El oficialismo no tiene una posición unificada sobre si postergar un mes las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO), pero ellos se han constituido en los impulsores de esa iniciativa, junto con el ministro del Interior, Enrique “Wado” dePedro, como operador político. Han logrado el objetivo de generar una discusión interna en Juntos por el Cambio (JxC), encaminando conversaciones con los referentes de la oposición. En este escenario, las elecciones generales de medio término se deberían realizar en noviembre.

Finalmente, el tercer tema es el ahorro fiscal, en el que el protagonista es Massa. El plan consiste en hacer que los sectores medios sientan que hay preocupación por ellos y comiencen a mirar con cierta simpatía al Gobierno. El titular de Diputados ya logró la aprobación de la ley que baja el Impuesto a las Ganancias para ese segmento social y ahora avanza con medidas fiscales para beneficiar a un alto porcentaje de empresas.

La alianza entre Máximo y Massa es un proyecto de mediano plazo. Apunta a posicionarlos para el 2023 y, antes, a evitar un resultado electoral desfavorable este año: no hay 2023 sin 2021. De esta manera, ambos reafirman su posicionamiento en el Frente de Todos (FdT) y aseguran la conducción del espacio del oficialismo en el Congreso. Para ellos, estos son triunfos políticos sustentables en el tiempo.

Pero Máximo Kirchner está lejos de tener el camino allanado. La disputa por la conducción del Partido Justicialista (PJ) bonaerense sigue abierta. En ese contexto, el intendente de Esteban Echeverría, Fernando Gray, viralizó ampliamente un emotivo video en las redes sociales reafirmando su condición de peronista para diferenciarse de MK.

Detrás de Gray está el ex presidente Eduardo Duhalde, que últimamente ha estado muy activo en la provincia de Buenos Aires, empujando la candidatura del ex ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, como diputado nacional. Duhalde considera que Randazzo puede absorber muchos votos de la coalición oficialista, aunque esto aún no está probado en términos electorales ni tampoco en las encuestas.

El 42% de los argentinos bajo el umbral de pobreza

La difusión del Índice de Pobreza, que se ubica en el 42% y afecta a 19 millones de argentinos, cayó muy mal en el Gobierno.  Descolocó al presidente, pero fundamentalmente a su ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo. En el ala kirchnerista de la coalición gobernante consideran que hay que tratar de neutralizar estas malas noticias de alguna forma, aunque no saben cómo.

En una conferencia de prensa, Arroyo solo atinó a decir que “el panorama es crítico”, que “una de las razones es la inflación” y, por último, que “aumentaron las changas (trabajos ocasionales informales)”. Sin duda, estas declaraciones no lo beneficiaron.

Arroyo se perfilaba como candidato a diputado nacional en la Provincia de Buenos Aires, apadrinado por el mismo AF. La figura del ministro de Desarrollo Social retrocedió ahora varios casilleros. En contrapartida, comienzan a ganar espacio algunos sectores de la organización ultrakirchnerista “La Cámpora”, que preferirían que una mujer de sus filas encabece las listas en las próximas elecciones.

El frente internacional

El frente internacional tampoco ha sido favorable para el Gobierno. El presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou salió a doblar la apuesta por un Mercosur “aggiornado”. Después del entredicho con Alberto Fernández, en un reportaje publicado en el diario La Nación, Lacalle Pou subrayó que en la reunión de cancilleres del próximo 22 de abril ratificará su plan de flexibilización del Mercosur, impulsando convenios comerciales por fuera del grupo.

En este conflicto, la Argentina tendría la oportunidad de recostarse sobre Brasil, pero las relaciones con el país vecino son malas en este momento. El Gobierno argentino careció de una mirada estratégica. Sin embargo, si quisiera, podría hacer una aproximación con Jair Bolsonaro, que tiene en su coalición un amplio sector de la industria paulista. Ellos consideran la reducción del arancel externo común es inevitable pero puede ser lenta y segmentada a través de un plan cuidadoso. En esto la Argentina podría coincidir, aunque el acercamiento con Brasil no parece estar dentro de las intenciones de Felipe Solá, Ministro de Relaciones Exteriores.

Solá mantuvo una conversación esta semana con Antony Blinken, secretario de Estado de los Estados Unidos. Según trascendió, se discutió la posibilidad de una visita del presidente Fernández a Washington en los próximos meses, aunque todavía está muy distante en el tiempo. En esa oportunidad, Blinken le habría planteado a Solá que Estados Unidos está preocupado por la actual actitud de la Argentina frente a Venezuela y su salida del Grupo de Lima. También habrían conversado sobre las relaciones con China y el probable viaje de AF a Beijing en mayo. Todos estos temas no sólo inquietan a Estados Unidos sino que le genera dudas acerca del posicionamiento real de la Argentina en el mundo y la región.

El «equilibrista» Guzmán

Por su lado, Martín Guzmán, Ministro de Economía, se ocupó de aclarar su posición frente a los principales interlocutores en Estados Unidos. Cuando hace manifestaciones públicas, el ministro le habla a su público esencial: el FMI y los inversores. Por supuesto, lo hace de una forma muy diplomática tratando de no herir susceptibilidades en el Gobierno ni causarle problemas a AF con el sector kirchnerista de la coalición.

En una entrevista difundida por CNN en español, Guzmán subrayó que es impensable repetir una cuarentena estricta en el país porque eso sería devastador para la economía argentina. También anunció que las tarifas aumentarían dos veces en el año, aunque evitó hablar de porcentajes, y que el pedido al FMI para reconsiderar plazos e intereses es “una negociación política y no técnica”, tomando distancia de la posición de Máximo Kirchner.

El mismo FMI en la voz de su director para el Hemisferio Occidental, Alejandro Werner, observó que hay “diferencias significativas” dentro del gobierno sobre cómo encarar la relación con el organismo, concluyendo que “las negociaciones se han prolongado más de lo que pensábamos”, lo que implica que no va a haber acuerdo antes de fin de año.

La batalla política contra el COVID19

Finalmente, la nueva ola de contagios es una muy mala noticia para el Gobierno, sobre todo porque sigue en una situación precaria en relación a la llegada de vacunas al país. Frente a esa debilidad, la oposición aprovecha para ganar espacio político. La relación de Alberto Fernández  con el jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, volvió a tensarse dado que el Gobierno nacional está más interesado en el regreso a una cuarentena estricta como la del año pasado.

El presidente se vio obligado a consensuar con Rodriguez Larreta algunas condiciones, y en esta negociación no quedó bien parado el gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Axel Kiciloff, que era partidario de un cierre total. Gobernadores como Juan Schiaretti de Córdoba u OmarPerotti de Santa Fe también se oponen a volver a la Fase 1. Saben que esto puede afectar mucho sus economías. Además, son conscientes de que hoy no existen posibilidades de planes de ayuda económica, y que el famoso Fondo Fiduciario para el Desarrollo Provincial, con que contaban el año pasado, ya no existe. Además, las encuestas de opinión de los últimos días indican que siete de cada diez argentinos se oponen a la vuelta a una cuarentena estricta. (STARKELABS)