lunes, 5 de julio de 2021
«Argentina, contexto político», por Roberto STARKE/Kike BORBA

CONTEXTO POLÍTICO

Por Roberto STARKE / Kike Borba (STARKELABS)

La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner (CFK) confirmó su involucramiento en la campaña electoral en el acto de Lomas de Zamora de esta semana. En el discurso fijó prioridades y definió a quién hablarle y quiénes son los adversarios. También dejó claro que el territorio prioritario del que hay que ocuparse es la Provincia de Buenos Aires. El presidente Alberto Fernández (AF) solo va a ser un operador de este juego y su participación, limitada.

Los estadios de campaña en los que se encuentra la oposición y el oficialismo son diferentes. El oficialismo avanza ya en actos donde combina discurso y distribución de bienes: su objetivo es consolidar la base de votantes. En el caso de la oposición, la discusión en torno a las candidaturas no está del todo definida, aunque ha habido pasos importantes para fijar prioridades.

El objetivo del Frente de Todos (FdT) es hoy uno solo: enfocarse en la Provincia de Buenos Aires y elevar el protagonismo de CFK, quien se ocupará de acompañar al candidato o candidata que encabece la lista de diputados en ese distrito. Todavía no está definido si será Victoria Tolosa Paz, de estrecha relación con AF y hoy a cargo del Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales, o Fernanda Raverta, Directora Ejecutiva del ANSES, apoyada por el kirchnerismo. Tampoco si no habrá un “tapado” de último momento.

En Lomas de Zamora, CFK dio algunas pistas de cómo sería el discurso de campaña. Volvió a reivindicar su gestión y siguió atribuyendo la crisis actual a la herencia recibida del gobierno de Macri, como una manera de poner en valor al gobierno actual. Considera que la gestión de AF no es buena, pero de alguna forma intenta reivindicarla a partir de que está aumentando la llegada de vacunas contra el Covid-19 y se está intentando recuperar el salario.

La utilización de la marca Frente de Todos también va a ser importante: la midieron y confirmaron que en general la gente la reconoce. También va a haber una dedicación especial a la comunicación por redes sociales. Ya hay un equipo especializado que planea reconquistar los sectores más jóvenes, especialmente los que tienen entre 16 y 30 años: las encuestas de opinión muestran que en ese segmento ha habido una caída importante en las adhesiones: cada 5 jóvenes con los cuales contaban, solamente 2 conservan algún grado de simpatía por el oficialismo.

“Éramos tan felices en el 2015″ dijo CFK en Lomas de Zamora, con un sesgo de nostalgia. Subrayó que hay que defender sus mandatos anteriores y compararlos con la gestión de Juntos por el Cambio (JxC) que, según ella, resultó un fracaso. Sin duda, ese discurso divide. Para la estrategia del FdT, la polarización es muy importante. En el oficialismo piensan que esto puede acentuar el hecho de que en algún momento el Gobierno puede resultar casi plebiscitado. Por eso, CFK quiere reivindicar algunas acciones del Gobierno actual.

En la oposición, aún no hay claridad sobre las candidaturas. Sin embargo, el jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta (HRL) está intentando poner orden y evitar que se hagan públicas las discusiones internas. Gran parte de los protagonistas se han llamado a silencio, lo cual es un paso adelante en el frente opositor, que estaba sometido a una discusión interminable y desgastante.

La titular del PRO, Patricia Bullrich, bajó su perfil, quizás por pedido del ex presidente Mauricio Macri (MM), que a su vez se fue de viaje y dejó una carta elocuente, en uno de cuyos párrafos dice: “Mucho se ha especulado sobre mi papel este año. Quiero ser claro: soy una persona de consulta dada mi experiencia, pero no peleo por lugares ni me meto en discusiones internas”.

HRL confía en que MEV se va a presentar y casi la ha convencido de la necesidad de su participación: gran parte de las encuestas indican que puede tener una performance electoral mucho mejor que Bullrich, cuyo techo es bajo.

Hay que recordar que Rodríguez Larreta necesita un triunfo holgado en la Ciudad: superar el 60% con la mayor distancia posible, que fue el porcentaje que obtuvo en las elecciones anteriores. Necesita renovar entre 6 a 7 diputados de la Ciudad en un número de 13 que es renuevan. Si logra una victoria contundente, quedaría consolidada su candidatura para las elecciones presidenciales del 2023. De otro modo, es más fácil que se la disputen.

Dentro del espacio de la oposición, la Unión Cívica Radical (UCR) ha marcado un hecho muy interesante al postular un candidato competitivo, por lo menos en imagen positiva, como el neurocirujano Facundo Manes.

Manes estaría por confirmar su participación en la contienda electoral. Todavía no se conoce mucho acerca de sus exigencias, aunque en el pasado siempre puso como condición que debía presidir la lista. Inevitablemente, esto va a llevar a una interna con el candidato de HRL en la Provincia de Buenos Aires, que es el vicejefe de Gobierno, Diego Santilli. Las encuestas que muestran los radicales indican que Manes está por encima, mientras que las que tiene la gente del PRO muestran lo contrario. Pero lo cierto es que las PASO (Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias) en la Provincia parecen inevitables.

En el ámbito de la UCR en la Provincia de Buenos Aires, se lanzó también Gustavo Posse, el intendente de San Isidro. Aún no se sabe el objetivo, pero nos imaginamos que trata de mejorar su posicionamiento y al menos insertar algunos nombres en la lista de diputados. Posse termina su mandato en el 2023 y no puede aspirar a la reelección.

A esto se suma que Gerardo Morales, gobernador de Jujuy con una muy buena elección en su provincia, se fortaleció como un dirigente del radicalismo importante dentro del espacio de JxC. A su vez, Morales apoya al vicepresidente del Senado, Martín Lousteau, para lanzarse en la Ciudad y competir con HRL. En realidad, ese ambiente está todavía un tanto convulsionado y no hay mucha claridad sobre a dónde llevan cada una de estas actitudes.

Por otro lado, el ex ministro del Interior, Florencio Randazzo, quiere representar el peronismo disidente en la Provincia de Buenos Aires. El ex candidato a vicepresidente de Juntos por el Cambio, Miguel Ángel Pichetto, que preside el Peronismo Republicano dentro de la oposición, argumenta que en realidad Randazzo le saca votos al peronismo que podría apoyar a Juntos por el Cambio y que, por lo tanto, lo debilita electoralmente.

Todavía no hay encuestas que den certidumbre, pero se sabe que Randazzo le resta votos al peronismo en general y, por lo tanto, también al FdT. Lo que todavía no se conoce es si el mayor efecto se da sobre los votos de la oposición o en los del oficialismo.

En el campo económico, el Gobierno no parece encontrar el rumbo. Se sigue observando descoordinación y vacío de poder. Nadie sabe quién está a cargo de las decisiones. El ministro de Economía, Martín Guzmán, intenta mantener algún protagonismo mínimo. Lo hizo tras el pago al Club de París, donde consiguió salvar su prestigio. Sin embargo, recientemente mostró subordinación al proyecto político electoral de CFK. Dijo “aquí hay un plan que tiene como base un proyecto político, que es el del Frente de Todos”.

Lo cierto es que la calificación de “stand alone” de MSCI aumentó el desconcierto y pesimismo en los sectores de decisión económica. A esto se añade que el campo está al borde de llevar adelante un lockout, lo cual sería un serio problema para el gobierno.

Juan Carlos Fábrega, ex presidente del Banco Central durante el segundo mandato de CFK, dijo que, una vez pasadas las elecciones, el Gobierno se vería inevitablemente obligado a hacer una devaluación en el tipo de cambio. Sectores cercanos a Guzmán saben que esto es así. Les preocupa cómo se pueden sincerar las variables después de las elecciones, aunque le temen aún más al resultado de las PASO, que puede disparar una corrida cambiaria difícil de manejar.

Esta desorientación se debe básicamente al mencionado vacío de poder que impacta en las decisiones económicas y a la debilidad estructural del presidente Alberto Fernández y su gobierno. El mercado ve a AF ya casi en un período de transición hacia el 2023 en absoluta debilidad.

En el campo externo, la reunión entre el canciller Felipe Solá y el secretario de Estado, Antony Blinken, en Roma produjo algunos resultados importantes, más allá de lo que trascendió acerca de la crisis climática. Lo que realmente concentró la discusión entre Blinken y Solá fue la región. Estados Unidos está especialmente preocupado por las situaciones que se están dando hoy en Venezuela, Nicaragua, Perú y Colombia.

Pero el otro tema en esa agenda fue la donación de vacunas por parte del gobierno norteamericano. Al parecer, Blinken fue muy enfático: si el gobierno argentino no adecuaba su legislación, esas vacunas se iban a redistribuir y no iban a llegar a la Argentina con, una vez más, el consiguiente deterioro de la imagen del Gobierno.

Hace escasas horas, en el Congreso Nacional la mayoría integrada por el oficialismo rechazó el proyecto de la oposición para ajustar la ley de vacunas y poder recibir así la Pfizer, que puede ser inoculada a menores de 18 años. Poco después se anunció que el mismo AF emitirá un decreto autorizando el ingreso de las vacunas norteamericanas Pfizer, Johnson y Moderna.

El Gobierno le adjudica la responsabilidad a los laboratorios. Un vocero de AF dijo: “Alberto se cansó de las idas y vueltas de los laboratorios norteamericanos”. El rechazo de la donación de vacunas no sólo hubiera significado un desaire al gobierno norteamericano, sino que el Gobierno iba a quedar descolocado frente a la oposición en un tema tan sensible.

Precisamente, esta contradicción entre lo que aprueba en una ley el oficialismo y lo que el mismo oficialismo modifica por decreto tiene el objetivo de no dejar en manos de la oposición la iniciativa y, por supuesto, lograr que las vacunas lleguen al país.

Tanto el Gobierno como la oposición entran en modo elecciones. Si en política todas las decisiones se toman teniendo en cuenta el humor social, en etapa electoral esto se agudiza. La definición de candidaturas en las próximas semanas permitirá medir con encuestas el clima de opinión pública y empezar a vislumbrar los resultados de noviembre.