lunes, 12 de julio de 2021
«Argentina, contexto político», por Roberto STARKE/Kike BORBA

CONTEXTO POLÍTICO

Por Roberto STARKE / Kike Borba (STARKELABS)

«El clima preelectoral está invadiendo todos los ambientes políticos. La elección de candidatos se dificulta tanto por los escenarios cambiantes como por las luchas internas en cada trinchera. CFK sigue teniendo dudas sobre los candidatos en la provincia de Buenos Aires y posiblemente no haya definiciones hasta último momento. Circula mucho el nombre del jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, por ser una figura joven y un hombre de la Provincia. En la oposición, Horacio Rodríguez Larreta, parece encaminar la interna de Juntos por el Cambio, aunque en la Provincia existe un problema con nombre y apellido: Jorge Macri, que se niega a bajar su candidatura.»

¿Una vacuna, un voto?

La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner ha decidido centrar toda su acción en la Provincia de Buenos Aires. Deposita todo su esfuerzo político en ese distrito y envía al interior a Alberto Fernández. El presidente tiene una mejor relación con los gobernadores, y además su imagen está un poco menos deteriorada en las provincias.

CFK y el oficialismo saben que en la Provincia están enfrentando una situación delicada. Las encuestas de opinión muestran que hay paridad entre el oficialismo y la oposición, lo cual para la vicepresidenta es inadmisible dado que la Provincia está en manos del oficialismo.

Esto está vinculado con la cuestión de las vacunas donde, con la ayuda de las encuestas, el oficialismo ha llegado a la conclusión de que no necesariamente cada vacuna aplicada representa un voto, como si fuera casi una fórmula matemática. Por el contrario, hay un amplio sector de la gente que considera que el Estado, y por lo tanto el Gobierno, tiene que ocuparse de eso y es su responsabilidad vacunar a la mayor parte de la población.

El DNU (Decreto de Necesidad y Urgencia) para habilitar la llegada de las vacunas norteamericanas significó un punto de inflexión. El Poder Ejecutivo no permitió que este tema lo resolviera el Congreso, porque CFK les ordenó a los legisladores oficialistas que no cedieran en manos de la oposición la bandera de no aceptar condiciones de laboratorios extranjeros, fundamentalmente norteamericanos. Pero al mismo tiempo percibió que, si no se producía la donación de las vacunas norteamericanas que manda el gobierno demócrata y no se abría el mercado a otro tipo.

La estrategia economica para ganar las elecciones

En el caso de la economía, la situación que percibe CFK también es preocupante. La Argentina ya entró en zona preelectoral hasta mediados de noviembre. Para aumentar sus posibilidades de éxito, el Gobierno tiene que acelerar la vacunación y no retroceder con medidas restrictivas. De ahí, el temor con respecto al avance de la segunda ola.

El mayor objetivo del Gobierno pasa por desacelerar la inflación en los próximos meses, lo que quizás se pueda lograr mínimamente. En todo caso, intenta balancear la inflación con los ingresos de la población necesarios para reactivar el mercado. En julio va a haber un bono para los jubilados, probablemente un extra de 6.000 pesos al programa Potenciar Trabajo y algunos otros subsidios que tienen los sectores más postergados. También habrá un complemento a la AUH (Asignación Universal por Hijo), que es un elemento fundamental del Gobierno en la ayuda social.

Esto no significa que el Gobierno deje de lado otras acciones. La idea de que las próximas elecciones de medio término pueden llegar a convertirse en un plebiscito sobre su desempeño puede llegar a enturbiar la estrategia electoral de CFK. Los kirchneristas saben que el presidente está muy debilitado y que no goza de simpatía en la mayor parte de la clase media.

El Gobierno busca potenciar la campaña a través de dos elementos. El primero es la polarización, a fin de ampliar la grieta sustancialmente y el segundo, colocar al ex presidente Mauricio Macri como “el enemigo público número 1”, e instalar que el gobierno que hizo hasta 2019 fue pésimo.

Los movimientos en la oposición

El frente opositor, que había caído en un estado deliberativo, ya dio los primeros pasos hacia su ordenamiento. Finalmente, la ex gobernadora de la Provincia, María Eugenia Vidal encabezará la lista de diputados en la Ciudad de Buenos Aires. Patricia Bullrich decidió bajarse de esa contienda, pero conservando la presidencia del PRO y la facultad de coordinar todas las listas del interior del país, con lo cual podrá comenzar a armar una estructura nacional para su proyecto presidencial del 2023.

Sin embargo, la Provincia sigue siendo un problema para Larreta, porque Jorge Macri quiere presentarse en las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) de septiembre. Está en conversaciones con el neurólogo radical Facundo Manes para ir juntos, pero hay algunos sectores de la Unión Cívica Radical (UCR) que se resisten a tener el apellido Macri dentro de esa lista. Larreta está intentando integrar a Jorge Macri en la boleta oficialista, si acepta que habría una primaria entre Manes y el vicejefe de Gobierno, Diego Santilli, lo que es casi un hecho.

El radicalismo, con el nuevo candidato Manes que despierta muchas expectativas positivas, está en una etapa donde comienza a surgir después de haber sido postergado durante el Gobierno de Macri. Han comenzado a proliferar proyectos individuales que intentan ganar una influencia importante dentro del espacio radical. Gerardo Morales, el gobernador de Jujuy, es uno de ellos: ganó holgadamente su provincia hace dos semanas atrás y se ha consolidado como un referente interno.

Lo mismo pasa con el vicepresidente del Senado, Martín Lousteau, cuyo grado de influencia ha crecido a partir del apoyo del mismo Morales, que quiere que compita con el candidato de Larreta para la jefatura de Gobierno de la Ciudad en el 2023. No se descarta que Lousteau también quiera tener algún tipo de participación en las elecciones de noviembre.

La situación de Mauricio Macri es particularmente interesante, ya que sigue teniendo vigencia dentro del espacio de JxC y, fundamentalmente, el PRO. Las encuestas muestran que entre un 18 y 25% de gente lo sigue y considerando un referente importante de la oposición. Pero, al mismo tiempo Macri está siendo muy atacado por el Gobierno en las últimas semanas. Hace apenas horas han surgido nuevas acusaciones, ahora en torno a su presunta participación en el eventual golpe de Estado en Bolivia de 2019. Esto fue gatillado por una denuncia del ex presidente de ese país, Evo Morales, y se suma a la potencial persecución contra la empresa SOCMA de Macri y su familia, tras haber resuelto la Justicia la quiebra de Correo Argentino.

Esto hace que los miembros del PRO, incluyendo a Larreta, se vean obligados a salir en defensa del ex presidente. Pero los asesores de Rodríguez Larreta saben que es todo un desafío hacer equilibrio entre la defensa de Macri y la necesidad de diferenciarse de su administración económica, que trae malos recuerdos a la opinión pública.

Nueva derrota en el frente externo

El frente externo sigue siendo muy sensible y, si bien no es una cuestión que tenga efectos electorales, tiene influencia sobre la política en general. En este plano, el Gobierno también está muy débil y resulta un blanco fácil para la oposición. El último paso en falso fue en torno a la votación para la presidencia de la Corporación Andina de Fomento (CAF), donde la Argentina estaba tratando de ocupar un espacio vacío en la oposición del candidato colombiano.

El Gobierno eligió apostar por Cristian Asinelli, el segundo de Gustavo Beliz, secretario de Asuntos Estratégicos. Pero toda la operación resultó un verdadero fiasco. A esto se suma la tensa conversación en la última reunión de presidentes del Mercosur entre Alberto Fernánez, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro y el presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou. Este último incluso avanzó con su idea de abrir nuevos mercados y, por lo tanto, poner en duda los principios fundamentales del Mercosur. También está el conflicto con las líneas aéreas, que amenazan con aislar a la Argentina en materia de vuelos internacionales. Todo esto determina que la situación del país en materia externa sea sumamente delicada.