sábado, 3 de abril de 2021
«Argentina, contexto político», por Roberto STARKE/KIKE BORBA


Por Roberto STARKE/KIKE BORBA (STARKELABS)

Tanto Cristina Fernández de Kirchner (CFK) como Mauricio Macri (MM), han logrado concentrar la atención de gran parte de la opinión pública y los sectores políticos. CFK dio un discurso el miércoles pasado en el marco del Día de la Memoria, y MM habló en algunos programas periodísticos con ocasión de la presentación de su libro, “Primer Tiempo”.


Ambos necesitan protagonismo, y sin duda lo obtienen y saben cómo
manejarlo. Macri ha madurado políticamente y se maneja con notable
astucia
, lo que no era habitual hace unos años. CFK sigue liderando en los hechos su coalición de gobierno, administra muy bien los tiempos políticos y ha transformado a Alberto Fernández (AF) en un Jefe de Gabinete sin autonomía.
• Pese a que suscitó muchas reacciones, CFK no dijo nada nuevo en su discurso. Reiteró su conocido pedido al Fondo Monetario Internacional (FMI) para que extienda plazos y baje las tasas de interés argumentando que a la Argentina hoy le resulta imposible pagar la deuda externa. Reiteró su ataque a la oposición y embistió contra los Estados Unidos. El público presente asentía.
• Ella sabe que estas conmemoraciones son esenciales para conformar su
liderazgo político y que sus palabras están dirigidas a fortalecer la unidad
interna, requisito necesario para enfrentar las elecciones y a las voces internas que disienten.

• CFK le habló a su público, que la acompaña con aplausos y vítores. Como
cualquier líder político, necesita eso. De ahí que su discurso termine
condicionando la acción del presidente, que no estuvo en el acto. En cambio, estaban las personas más cercanas a CFK en materia política y que son parte de su proyecto de futuro, tales como su hijo Máximo, que es además titular del bloque oficialista de Diputados, y el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof.


• Ese mismo día, AF mantenía una conversación con el presidente del Banco Mundial, David Malpass, un funcionario técnico que tiene una mirada muy crítica sobre Argentina. En sentido contrario a CFK, AF le aseguró que la Argentina va a honrar sus compromisos y que va a acordar con el Fondo Monetario en un tiempo razonablemente corto. Sus palabras le resultaron al funcionario muy poco creíbles.
• En tanto, el ministro de Economía, Martín Guzmán, estaba en medio de
reuniones con el FMI en Washington.
El ministro tiene buena relación con los directivos del Fondo, por lo que se especula que les habrá hecho saber que su capacidad de decisión está bastante acotada. No obstante, insistió en que la Argentina llegará a un acuerdo con el organismo financiero internacional. Aunque por supuesto, esto será después de las elecciones de medio término.
• Algunas fuentes afirman que la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, le dijo a Guzmán que es preferible que por ahora no presente ningún plan al Fondo, porque cualquier programa económico estaría condicionado políticamente. Georgieva no quiere tener que defender un plan inviable frente al directorio y dañar su propia credibilidad.
• Guzmán goza de simpatía en el FMI. Lo que menos desearían es su remoción. Es por eso que de común acuerdo y para no enviarlo con las manos vacías, Guzmán habló de “avanzar en la búsqueda de ideas para llegar a un acuerdo de financiación”. Las líneas en común: necesidad de estabilizar la economía, atacar la inflación como problema multicausal y alentar las exportaciones para fortalecer reservas. Guzmán tuiteó: “Hemos logrado avances importantes”.
• Por su parte, en sus recientes apariciones públicas. Macri se pudo explayar ampliamente sobre su proyecto político. Sin duda, desde la presentación de su libro días atrás, el ex presidente se ubicó en el centro de la oposición. Todo el arco opositor está muy pendiente de sus decisiones en términos electorales.
• Está descartado que MM se presente este año como candidato, y tampoco es probable que vaya a hacerlo en el 2023. No obstante, se está posicionando hábilmente en el medio del escenario y dirige gran parte de las acciones que está desarrollando la oposición.
• El propio jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta (HRL), quizás uno de los principales protagonistas de ese arco, está atento a lo que hace y dice Macri, pero trata de diferenciarse con pequeños gestos. HRL difundió un tweet por el Día de la Memoria, recordando que su padre había sido secuestrado durante la dictadura militar. Lo hizo en el marco de lo que Rodríguez Larreta llama el operativo “cerrar la grieta”, orientado a capturar votos que considera que hoy no acompañan a Juntos por el Cambio
(JxC). Logró que CFK lo alabara por sus sensibilidad para con esa fecha.
• Esta actitud más conciliadora hace que en realidad HRL comience a
descolocarse frente a cierto electorado más cercano y que sigue todavía a
Macri, que oscila entre el 25 y el 30%. En las últimas semanas, las encuestas de opinión muestran que HRL ya ha perdido 5 puntos. Esto lo obligará
inevitablemente a reconsiderar su estrategia. Ya se ocupó de aparecer en un acto con Macri a su lado.


• Lo más interesante de la reaparición de MM consiste en que impuso la línea argumental de que “no nos confundamos: nosotros somos el cambio y ellos son la Argentina retrógrada”. La titular del PRO, Patricia Bullrich, alineada en esta nueva ofensiva contra el oficialismo, se ha convertido hoy una referente importante del ala dura de la oposición, algo que le ha posibilitado subir en las encuestas de imagen.
• Dentro de la oposición, también hubo movimientos en torno a la Unión Cívica Radical (UCR), donde se realizaron elecciones internas con una importante movilización de votos. Tanto el sector que promueve continuar el acuerdo con el PRO como está hoy como el que busca una mayor autonomía en la coalición opositora, obtuvieron importante cantidad de votos y las diferencias entre ambos sectores fueron muy estrechas. Aunque por un margen escaso, se impuso finalmente la denominada “línea histórica”. Esto logró revitalizar al partido, lo que permitió a gran parte de esos dirigentes encarar una nueva ofensiva.
Gerardo Morales, Mario Negri y Ernesto Sanz salieron a postular que ya era hora que el radicalismo disputara la conducción de JxC, para lo cual
postularon al médico neurólogo Facundo Manes, una figura nueva, muy joven y sin experiencia política. Sin duda, una figura atractiva y muy conocida en los sectores medios.
• Esto no significa ni mucho menos un rompimiento por parte de la UCR de JxC. Ni siquiera el sector más confrontativo del radicalismo pretende abandonar esa alianza. Por el contrario, quieren consolidarla pero ganando posiciones. Y la movilización interna les ha permitido avanzar para encarar esta ofensiva.


• En los últimos días, el presidente Fernández ha resultado finalmente una figura más de la platea. Ha perdido protagonismo y, en general, cada vez que CFK sale a escena AF queda opacado. Lo único destacable que el presidente hizo en las últimas horas fue disponer la salida de la Argentina del Grupo de Lima, volviendo así a reavivarse el conflicto en torno a Venezuela.
• El grupo no había demostrado mucha eficacia en su accionar. Aunque se trata de una decisión previsible, no ayuda a la relación con los demócratas que hoy gobiernan Estados Unidos y que, contrariamente a lo que suponen en algunos sectores que rodean a AF, no piensan muy distinto a sus antecesores republicanos sobre esta cuestión.


• En el Gobierno pretenden equilibrar lo que llaman “los gobiernos de derecha” en la región. En este marco, hay un acercamiento hacia la constitución de un nuevo eje donde podría participar Bolivia y Méjico, e incluso se especularía con que de las próximas elecciones en Ecuador y Perú surjan presidentes de centro izquierda.
• Tampoco hay que dejar de analizar el tema del Mercosur. Finalmente no se hizo la reunión presencial de los presidentes, y el encuentro virtual no tuvo buenos resultados. Esto se debe básicamente a que los intereses en torno al futuro del Mercosur están siendo muy diferentes para Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay. Hay objetivos que comienzan a diferir en términos estratégicos, y la Argentina corre el riesgo de quedar aislada dentro del bloque.
• El Gobierno está pasando por una situación sumamente crítica en todo
sentido. Las vacunas, la inflación, la crisis económica, la incertidumbre ante la falta de definiciones y la conducción bicéfala del Gobierno es lo que en general caracteriza a la alianza gubernamental Fernández-Fernández. En este contexto, pese a algunas acciones en ese sentido, el presidente no logra recuperar la iniciativa política.
• Todos los esfuerzos de AF, así como el discurso público de CFK, tienen un solo objetivo: las elecciones de octubre. Y para eso se requiere mantener la unidad del Frente de Todos (FdT), evitando las disidencias internas. Dentro de la coalición oficialista, hay algunos sectores que están muy disconformes con la evolución del Gobierno. Las declaraciones de CFK contra el FMI son puramente retóricas, pero buscan apuntalar la unidad ideológica. El objetivo es el frente interno.
• El Gobierno buscará entonces pelear las elecciones de octubre desde los
valores políticos.
Aún no tiene respuestas frente a la falta de vacunas o la
suba de precios y la mayor parte de las herramientas que viene aplicando
para frenar la inflación son bastante ineficientes. No obstante, en el Gobierno parecen estar obsesionados con los controles y todo indica que van a continuar haciendo lo mismo. Y continuarán sin resolver el problema.
(STARKELABS).