viernes, 23 de febrero de 2018
Argentina sube el volumen del Festival de Berlín

Berlín. Por Ernesto PÉREZ, para SudAméricaHoy

El cine argentino, sin estar representado en el concurso
oficial del 68o. Festival Internacional de Berlín, confirmó ser una de las voces más originales y diversas del séptimo arte, no solo latinoamericano.
Films como “La cama” de Mónica Lairana que en su ópera prima se atreve a mostrar lo inmostrable, los cuerpos desnudos de dos ancianos en crisis conyugal, o como “Marilyn” del también primerizo Martín Rodríguez Redondo, sobre la difícil aceptación de la propia diversidad en un mundo hostil o “Teatro de guerra” de Lola Arias, otra debutante donde pueden dialogar los otrora enemigos de la guerra de las Malvinas, son, cada uno a su manera, la prueba que el cine argentino sabe indagar sobre su
realidad, su pasado, presente y futuro.
Y si bien pareciera que estos tres novatos han nacido ya adultos y armados
como la Minerva de la mitología, un veteranísimo como Fernando Ezequiel
Solanas, el mayor cineasta por edad de toda la Berlinale, demuestra toda su
garra con otro zarpazo documental,“Viaje a los pueblos fumigados”, octavo
(y según él último pero ¿quien le cree habiendo tanto todavía que decir?)
sobre la crisis política, económica, financiera y moral de su país.
“La cama” es el primer film de una actriz, sobre todo de teatro,
intrigada desde siempre con el cuerpo humano, visto en toda su desnudez pero
en toda su dimensión de carne vivida y decadente.
La película es una de las cinco promocionadas por el World Cinema Fund,
auspiciado por la Berlinale, junto con la argentina “Teatro de guerra”, la
paraguaya “Las herederas” de Marcelo Martinessi, la brasileña “O
processo” de María Augusta Ramos y la congolesa “Kinshasa Makambo” de
Dieudo Hamadi, presentes en las distintas secciones del festival y ya la
abrumadora mayoría de óperas primas latinoamericanas denota la vitalidad del cine del subcontinente.

Martín Rodríguez Redondo

Narrada con un rigor formal inusual en una debutante que tendría mucho
que decir, siempre en plano fijo y sin movimiento de cámara, Lairana describe
la relación entre dos seres humanos que no tienen más nada que decirse a
pesar de años de convivencia y de la persistente ternura de los recuerdos en
común.
El film sorprende y cautiva por la actuación de Sandra Sandrini y Alejo
Mango, que sostienen toda la acción sin otra ayuda que la osadía física de
mostrarse sin ropa.
“Marilyn” se inspira en un hecho real, un adolescente que mata a su
madre y su hermano para poder tener derecho a vivir su propia vida, para
mostrar hasta que punto la incomprensión y los prejuicios pueden obstaculizar
y hasta impedir la realización personal de alguien que no sigue los módulos
aceptados de una comunidad que no acepta la diversidad.
Notable la interpretación de un jovencísimo Walter Rodríguez pero no le
va en zaga la veterana Catalina Saavedra como la despótica madre, ella
también víctima de una moral que no le permite comprender a su hijo.
Lola Arias, conocida performer y artista plástica que tuvo su minuto de
celebridad al serle atribuida la invención de una obra que daba el título al
film sueco “The Square” ganador de la Palma de Oro de Cannes el año
pasado, examina 35 años después el conflicto de las Malvinas poniendo frente
a frente en un teatro a veteranos de uno y otro bando.
A mitad de camino entre teatro e instalación, el film reabre viejas
heridas para curarlas mejor.