lunes, 31 de marzo de 2014
Buenos Aires, ocho bodegones para elegir
Bodegón la Popular

Bodegón La Popular, en Buenos Aires

Buenos Aires. SudAméricaHoy (SAH)

Bodegones, tascas, tabernas, cantinas… Restaurantes todos, al fin y al cabo, se suben al tren de la modernidad sin perder su aire tradicional. En Buenos Aires es obligado hacer una selección de estos clásicos diferentes. Natalie Dzigciot lo hizo en PlanetJoy Ahora, con sus ocho magníficos te puedes hacer una idea de qué, donde y por cuánto puedes comer en esta gran ciudad.


1. LA CANTINA DEL CAFÉ SAN JUAN: Fuentones de asado preparados por un chef de la tele

Lele Cristóbal lo hizo de nuevo. Platos bien porteños con toques propios del cocinero del que hablan todos hace rato. Si bien los precios se alejan un poco de lo que normalmente pagamos en un bodegón, las porciones hacen que la ecuación resulte razonable para el bolsillo. Hay que probar la fainá con untable de trucha ahumada, queso crema y jalapeños ($69), pero lo que más sale son los fuentones de asado de costilla al horno con chimichurri, papas, cebollas y morrones para compartir, por lo menos, entre dos ($183). Otro punto alto, como en cualquier bodegón que se precie, son las pastas. Los fusile salteados con salchicha de cerdo, repollo, arvejas y panceta ($135) te dejan de cama pero con la panza contenta. Aunque la estética no aplica estrictamente a la de bodegón -procura ser un poco más elegante– el piso de damero más los vinos y conservas a la vista le dan un toque. ¿Qué esperar? Comer bien en serio y, si tenés suerte y sos cholulo (amante del famoseo), cruzarte al cocinero. ¿Qué no esperar? Un servicio amable.
(Chile 474, San Telmo / T. 4300-9344)

2. RAMÓN: Nuevo oasis de comida popular en pleno Microcentro
El nuevo proyecto de los dueños de Hierbabuena pinta para clásico. Abrieron el primer local hace dos años y ya tienen tres, todos asentados en una zona que le viene al pelo a los oficinistas. Ramón es una opción fija para el mediodía. El menú del día sale a $75 con bebida y postre, y las opciones van desde unos clásicos sorrentinos con salsa bolognesa hasta una suculenta suprema napolitana con fritas, pasando por una jugosa tirita de cerdo con guarnición de vegetales salteados al curry. La decoración es tan exquisita como los platos: clásica, remite a los bodegones de antaño con sus lámparas antiguas, ladrillos a la vista y pizarras. Todos los detalles de época están estratégicamente elegidos, resultando en un vintage elegante y canchero (que mola): banquetas en la barra forradas en cuero bordó, una moto antigua y una pared de tablones de madera con palabras pintadas. Casi casi podríamos imaginarnos en un bodegón de París. Para un almuerzo de trabajo o una cita al mediodía con tu conquista de oficina.
(Reconquista 627, Tucumán 775, Alsina 702, Microcentro / T. 4313-6538)

3. LA PERINOLA: Esquina con aires vintage

Justo ahí donde Palermo se encuentra con Villa Crespo, hay una esquinita con la nostalgia a la carta. Entre juguetes retro y diarios viejos que decoran el lugar, salen los platos clásicos con influencia italiana y los cortes de la parrilla. De entrada tientan las vieiras a la parmesana ($62) y la empanadita de brie en masa philo ($38). Los principales van cambiando cada semana, pero reaparecen estoicos y sabrosos hits como las mollejas al verdeo con papas rústicas ($69) y el matambrito de cerdo a la pizza con guarnición ($72). Porciones abundantes y aperitivos bien preparados completan la oferta del lugar que ya tiene clientela fiel.
(José Antonio Cabrera 4301, Palermo Viejo / T. 4834-6096) 

4. ENFUNDÁ LA MANDOLINA: Cacharros y albóndigas con puré 

Para calentar motores, un cacharrito de vino blanco con almíbar y canela y pan con cous cous, que se sirve sobre una baldosa. A la vanguardia la equilibran los platos de abuela bien condimentados y los precios más que lógicos. De entrada, las empanadas de carne cortadas a cuchillo (dos por $28) y las croquetas vegetarianas ($34) van muy bien. De los principales, para compartir, nos quedamos con las albóndigas con puré, rellenas de muzzarela en cocción de vino ($67). También hay buenas opciones vegetarianas y carnes exóticas, como yacaré. De decoración bohemia, fue uno de los primeros en adoptar la tendencia del cocoliche de objetos antiguos y, a pesar de estar cubierto de juguetes y discos de vinilo, no resulta sobrecargado sino cálido y vintage. Además, está en una de las zonas más tranquilas de Palermo. Estacionar nunca es un problema.
(Salguero 1440, Palermo Viejo / T. 4822-4479)

5. LA POPULAR: banderines de colores y minutas para compartir
En el polo gastronómico sobre Caseros, entre la delicadeza de los delis y restós de autor, La Popular le hace culto al barrio de San Telmo. De entrada, una picadita criolla y bien carnívora: chorizo bombón, molleja, morcilla y empanada de carne ($110). La provoleta viene con morrones, chorizo colorado y cebollas asadas ($49). La milanga fiorentina, con crema de espinaca y mozzarella, sale con guarnición para compartir ($75). También hay buena carta de tortillas y menús ejecutivos a 75 pesos que pueden incluir pastas, carnes o minutas. De impecable estética de bodegón aggiornado, es el más lindo de esta lista. El piso de damero, la pizarra, las clásicas mesas de cantina y los sifones antiguos conviven con guiños hipsters como foquitos de luces que atraviesan las paredes, guirnaldas y una bici vieja exhibida en un primer piso. El techo recrea las gradas típicas de un estadio de fútbol, pintadas de un rojo furioso. Para comer como buen porteño, pero muchísimo mejor que en la cancha.
(Av. Caseros 500, San Telmo / T. 4307-6040)

6. GUARDA LA VIEJA: Comedero y bebedero con onda en Almagro
En el porteñísimo barrio de Almagro, este comedero y bebedero -como se describen- es mucho de lo que un clásico bodegón debe ser. Bullicioso y económico, punto de encuentro de los que quieren comer bien en un ambiente relajado. El boca a boca también lo posicionó entre los turistas de onda hipona. Recomendada la clásica pizza de mozzarella a la piedra ($62) y las fritas con espuma de ajo ($30), para bajar con una cerveza Imperial que acá todavía venden en botella de litro ($36). También hay platos más elaborados cómo la lasagna de cordero ($73) o la bondiola al funghi ($72). Dato en voz baja: pidan que los atienda la moza rusa.
(Billinghurst 699, Almagro / T. 4863-7923)

7. DE OLIVAS I LUSTRES: tapeo sobre adoquines y sifones en las paredes
El más innovador de la lista, De Olivas le da su toque a todo lo que sirve. Los platos se presentan en originales formatos que van desde adoquines hasta tubos de ensayo y la ambientación es igual de ecléctica: sifones, matafuegos antiguos, fotos y los típicos banderines de bodegón. El lugar es bien conocido por su tapeo que incluye, entre 14 platitos que llegan a la mesa, papas fritas con pimentón ahumado y alioli, langostinos marinados, berenjenas gratinadas, ragout de ossobuco, aceitunas rebozadas y un flan de humita dulce y cremoso ($260 para dos personas). Si no andan con ganas de tapear, pueden pedir clásicos como langostinos al ajillo ($78) o la bondiola de cerdo braseada, que es una manteca ($98).
(Gorriti 3972, Palermo / T. 4867-3388)

8. LA ESPERANZA DE LOS ASCURRA: Tapas y vermú en Villa Crespo (Y en Palermo otro local)
Este bar de tapas y vermú reverencia nuestras raíces españolas. El ambiente es encantador, lleno de detallecitos que tiran más a rinconcito latino que a bodegón de la vieja patria, pero la comida es bien gallega y de calidad. Para empezar, una burrata con rúcula y tomates secos, tan cremosa que se deshace en la boca ($56 la media ración). También salen impecables la tortilla y la empanada gallega (ambas a $15 la tapa). De lo caliente, riquísimas las patatas bravas ($44 la media ración) y las gambas apanadas en dos salsas ($64 la media ración). Todo regado con una caña de cerveza tirada ($17). Al mediodía tienen menús de tapa fría, plato principal y postre a 68 pesos. Para ir con amigos y probar un poco de cada cosa.
(Aguirre 526, Villa Crespo / T. 2058-8313)