miércoles, 16 de diciembre de 2015
Carlos de Antonis, un tenor argentino al volante de un Uber

Ana Milena Varón
Los Ángeles (EE.UU), 16 dic (EFE).- Después de un grave accidente, el tenor argentino Carlos De Antonis tuvo que dejar los escenarios internacionales y ponerse a conducir un automóvil de Uber en Los Ángeles, un trabajo que providencialmente le ha permitido regresar a su carrera musical.
En 2012, cuando estaba a punto de llegar a la cúspide de su profesión con una interpretación en los Premios Óscar, De Antonis fue atropellado por una motocicleta y casi pierde la vida.
«Yo estaba perfectamente preparado para ese momento (los Oscar) cuando en un instante ese momento se fue de la vida», recordó en declaraciones a Efe el tenor argentino.
Aparte de problemas de salud, el cantante, nacido en Tandil, en la provincia de Buenos Aires, tuvo que enfrentar una situación difícil por no tener un seguro médico.
Después de varios meses de rehabilitación, logró caminar, aunque no recuperó todas los movimientos de las piernas y aun convive con un dolor permanente.
«Vives en una mansión y estás yendo a los mejores teatros del mundo y de repente te encuentras con que no tienes nada, con que no hay nadie», declaró.
Con deudas de su tratamiento, sin un centavo en el bolsillo y sin un lugar dónde vivir, De Antonis encontró en los nuevos servicios de transporte como Uber y Lyft una forma de sobrevivir.
Un día, después de más de un año llevando y trayendo pasajeros por todo Los Ángeles, decidió convertir su trabajo en un pequeño show de constante improvisación.
En el vehículo del tenor argentino, un pasajero puede tener un pequeño concierto gratuito con un repertorio que va desde los géneros actuales hasta ópera.
«La gente se ríe, le haces pasar un momento agradable, es gratis, está incorporado en el pasaje de Uber, Lyft de o cualquier cosa que hagas», dijo.
Fue precisamente este espectáculo el que llamó la atención del productor musical John Schneider, quien compartió con otros ejecutivos de la industria las habilidades y entrega del artista argentino.
Y como en una historia de Hollywood, el conductor recibió una llamada en medio de un viaje informándole de que querían hacerle una audición ese mismo día.
«Yo venía como un harapiento de manejar mi taxi y me dice te están haciendo una audición y le digo ¿esto es un audición? ¿en un restaurante? pero digo bueno y empecé a cantar», recordó.
No obstante, a pesar de su voz, que educó desde los ocho años al lado de los mejores profesores en Argentina, Italia, España, Francia, Alemania y Estados Unidos, y de trabajar al lado de estrellas como Luciano Pavarotti, los productores dudaron que su historia fuera real.
No fue hasta que un equipo de producción de ISINA lo abordó de sorpresa en el centro de Los Ángeles y grabó un vídeo que se hizo viral y se convirtió en todo un éxito en las redes sociales.
«Yo veo en Carlos De Antonis un tremendo talento, que ha tenido un tiempo difícil aquí en Estados Unidos y queremos abrirle paso y hacer que la gente escuche su voz y más importante su tremendo espíritu», declaró a Efe John Schneider, productor de ISINA.
ISINA, una compañía que se enfoca en descubrir nuevos talentos y brindarles por lo menos un audición, está respaldando a De Antonis en un nuevo proyecto con el compositor Walter Afanasieff.
En espera de regresar a los escenarios, el cantante sigue conduciendo su auto y ofreciendo sus miniconciertos a sus pasajeros, aunque no todos ellos respetan su trabajo.
«Sigo manejando porque tengo que seguir viviendo hasta un poquito más de tiempo y porque tengo que seguir aprendiendo», concluyó.