lunes, 23 de octubre de 2017
Cristina Fernández, mas dura será la caída


Por Carmen DE CARLOS, para SudAméricaHoy

Pasó lo que decían que iba a pasar. Cristina Fernández ganó un escaño en el Senado perdiendo la elección. La ex presidenta encajó su primera derrota en las urnas y el golpe es y será, doloroso. Los perdedores no despiertan compasión en el peronismo ni en los tribunales. La factura, pese a encontrar un refugio en la Cámara Alta, será cara. Los que todavía la temían le perderán el respeto, los que dudaban sobre su sueño de volver y ser millones ya saben que no es –y nunca fue- Eva Perón.

Sola, lejos de casa, sin poder ir a votar a Santa Cruz (provincia quebrada), con el rechazo de su barrio en las urnas, su provincia y el país, la viuda de Néstor Kirchner siente en el cuerpo lo duro que es la caída. El recuerdo del poder será consuelo o pesadilla, la fortuna que amasó un tesoro que no puede tocar (todo lo tiene embargado por el juez) y en el horizonte, la nada que puede ser todo si la justicia y los colegas la dejan estar en el Senado, o menos que nada, si le retiran los fueros.

Ironías del destino, en estas horas de la derrota que lo es todo y no tanto, posiblemente Mauricio Macri sea el único que la quiere viva y coleando. Su existencia política es garantía de división en la oposición y su mejor pasaporte a una reelección en el 2019. A los adversarios, ya se sabe, no los une el amor sino la conveniencia o el espanto.