miércoles, 1 de octubre de 2014
Sugiere que Estados Unidos podría atentar contra ella
La presidenta de Argentina, Cristina Fernández

La presidenta de Argentina, Cristina Fernández

Buenos Aires. Efe/SAH

La presidenta argentina, Cristina Fernández, afirmó que ciertos «sectores concentrados quieren voltear al Gobierno con ayuda extranjera» e incluso especuló con la posibilidad de que Washington quiera atentar contra su vida.  «Si me pasa algo que nadie mire hacia oriente, sino hacia el norte», dijo en referencia a unas supuestas amenazas del grupo yihadista Estado Islámico.

En un acto en la Casa Rosada, Fernández denunció la existencia de grupos empresariales «que están presionando sobre el tipo de cambio para que haya una devaluación que licue los aumentos salariales».
La mandataria tachó de «ineficiencia privada, impericia e idiotez» a aquellos productores agropecuarios que retrasaron la liquidación de su cosecha, «porque ellos quisieron», y «ahora que bajó el precio pujan por una devaluación».

La presidenta cargó también contra EE.UU. por considerar que la Administración de Barack Obama debe responder por las decisiones del Poder Judicial estadounidense e insistió en que la decisión del juez neoyorquino Thomas Griesa de declarar en desacato a Argentina por un litigio con fondos especulativos «no es casual» ni un «movimiento aislado» del magistrado.

«Los buitres se parecen a las águilas de los imperios. Y hoy tuvo amplia difusión un aviso de la embajada de los Estados Unidos a los ciudadanos de su país sobre que pasan cosas terribles en Argentina (…) como el uso de drogas», dijo Fernández.
Para la presidenta argentina, esto constituye una «inmensa provocación» en la que no piensa caer.

Asimismo, Fernández hizo alusión a un portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos que dijo que su país sigue «de cerca» la situación en Argentina tras ser declarada en desacato y que está interesada en una Argentina «próspera».
«No me van a hacer enojar. Cuando uno gobierna no se puede enojar. Tiene que estar con la menta fría, el corazón caliente y las ideas claras para poder seguir adelante», añadió.

Además se refirió a la denuncia que ella misma realizó tras reunirse con el papa Francisco en el Vaticano, el pasado 20 de septiembre, sobre amenazas del grupo yihadista Estado Islámico (EI) «por la amistad con el Pontífice y por la posición de la existencia de los dos Estados: del Estado de Palestina y del Estado de Israel».
La jefa de Estado argentina, que explicó entonces que las amenazas fueron remitidas para su evaluación al Ministerio de Seguridad argentino y a la Secretaría de Inteligencia, negó hoy las últimas informaciones publicadas en la prensa local que aportaban datos sobre la investigación.

«Que no nos armen ninguna novela. Lo que escribieron los diarios es mentira», dijo.
«Si me pasa algo, que nadie mire hacia el Oriente, miren hacia el Norte», añadió.
El pasado fin de semana, varios medios locales se hicieron eco de la existencia de un empresario tunecino que las fuerzas de seguridad argentinas estaban tratando de localizar por su presunta relación con las amenazas a la mandataria.
Según los medios, el hombre estaba siendo investigado por la Secretaría de Inteligencia de Argentina por tener «contactos frecuentes con grupos islámicos» en el Líbano