viernes, 11 de abril de 2014
Alfredo Alcón, el Laurence Olivier argentino, fallece a los 84 años


Alfredo-Alcón-horizontalBuenos Aires. SudAméricaHoy/Efe

Grande entre los grandes, Alfredo Alcón era, hasta hace unas horas, una versión argentina muy parecida a Laurence Olivier. El actor, de imponente presencia sobre las tablas,  y fecunda participación en el cine, murió en su ciudad natal, Buenos Aires. Tenías 84 años. Se fue después de batallar largo tiempo contra un cáncer.
Alcón se fue mientras descansaba en su casa. La causa oficial del deceso es insuficiencia respiratoria. El actor había estado ingresado hace cuatro meses en un sanatorio de Buenos Aires. Sus visitas médicas se habían convertido en una rutina.

Admirado dentro y fuera de las fronteras argentinas, Alcón protagonizó cerca de cuarenta películas, pero su trabajo sobre y detrás de los escenarios como director y actor teatral era el gran orgullo de su vida.
«Murió Alfredo Alcon. La ciudad que lo veneró, hoy lo llora», dijo el ministro de Cultura de Buenos Aires, Hernán Lombardi.
Sin duda fue el mejor actor de su época. Hay papeles y personajes que no le olvidan. Sus favoritos eran los clásicos teatrales de William Shakespeare, Arthur Miller, Tennessee Williams y Henrik Ibsen.
Su último trabajo sobre las tablas fue «Final de partida», de Samuel Beckett. La estrenó y aguantó sobre la escena el año pasado.
En el cine deja un legado numeroso de películas: «Nazareno Cruz y el lobo» (1975), de Leonardo Favio, «Los inocentes» (1964), de Juan Antonio Bardem, o «En la ciudad sin límites» (2002), de Antonio Hernández.
recibió el Premio al mejor actor en el Festival Internacional de Cine de Cartagena, además de los máximos galardones -informa Efe- que se entregan a las artes escénicas y cinematográficas en Argentina. «Toda su trayectoria es respetable. Era de esos actores que hacían realmente lo que creían que tenían que hacer, con todo el respeto», dijo la actriz Cipe Lincovsky al enterarse de su muerte..