martes, 23 de junio de 2015
En busca del cráneo del Tehuelpe Liempichun
El cráneo de Liempichun Sacamata

El cráneo de Liempichun Sacamata

La Plata (Argentina).  El Dia

El conde Henry de La Vaulx, “realizó intercambios y trueques con las comunidades y se contactó con los principales caciques” tehuelches de esa época, “estaba obsesionado por la talla extraordinaria de ellos, por lo cual aprovechó los datos que le proporcionaron sobre tumbas recientes y antiguas para extraer los restos”, explica Julio Vezub, el historiador argentino que localizó en París los restos de Liempichun, cuya restitución fue solicitada por su familia y se hizo publica días atrás por un pedido de intervención papal.

Vezub participaba desde 2009 en un proyecto para investigar las colecciones del conde Henry de La Vaulx, un aventurero francés que a fines del siglo XIX recorrió la Patagonia profanando sepulturas de pueblos aborígenes, cuando dio con el cráneo de Liempichun Sacamata, un lejano antecesor de una estirpe que aún habita en nuestro país.

“En esa época consideraban importante obtener esqueletos y cráneos para poder clasificar y desarrollar la teoría de la evolución humana”, explica Vezub al comentar que “La Vaulx recorrió más de 5.000 kilómetros de la Patagonia relevando paisajes, rocas, plantas, animales y humanos, para lo cual se contactó con las distintas comunidades mapuches y tehuelches de esa región”.

Mapa de Argentina

Mapa de Argentina

“La Vaulx justificaba lo que hacía al profanar tumbas y robar sus esqueletos, e incluso en su crónica sobre el viaje a la Patagonia explica a un aborigen que lo increpa por haberse llevado los restos de su antepasado que los pondría en Francia dentro de una bella vitrina, en un gran templo que se llamaba Museo, donde una multitud de visitantes iría a admirarlos, ya que estarían mucho mejor ahí que bajo la tierra”, relata el historiador.

Como parte de su proyecto de investigación, Vezub pudo acceder a las colecciones del conde La Vaulx en el Museo del Hombre de París, una institución muy prestigiosa que busca mostrar la evolución del hombre en su diversidad y riqueza cultural. Allí pudo ver y fotografiar el cráneo de Liempichun, que se encuentra junto a otros “cien cráneos y doce esqueletos de pobladores originarios de La Pampa y Patagonia”.

Todos ellos “están rotulados, dicen dónde fueron obtenidos y son bastantes precisos con el lugar de excavación” pero resulta “difícil su identificación individual ya que conviven con otros esqueletos de mayor antigüedad”, dice el historiador, quien asegura que su investigación fue como “reconstruir la escena del crimen” en alusión al salvajismo de las prácticas científicas del siglo XIX.

El historiador argentino Julio Vezub

El historiador argentino Julio Vezub

Tras la identificación del cráneo de Liempichun, que tenía su nombre escrito sobre el parietal, Vezub decidió informar de inmediato a Angel Ñanco Sakamata, vecino como él de Puerto Madryn, “longko” (jefe de la comunidad) mapuche-tehuelche y pariente de los Liempichun. Fue el punto de partida del pedido de restitución organizado más tarde por un grupo de antropólogos de nuestra ciudad.

Contra algunas versiones que circularon durante estos días, Liempichun, cuyos restos se busca restituir desde Francia, no era un cacique, sino sobrino de quien llegó a dominar a fines del siglo XIX un vasto territorio entre el sur de Chubut y el norte de Santa Cruz.

“Liempichun era hijo de Antonio Liempichun y sobrino del longko (cacique) Juan Sacamata. No sabemos cuál era su nombre cristiano, si es que lo tuvo, ni de qué murió: pero sí que medía más de dos metros de alto y acababa de ser enterrado en el paraje Choique Nilahue cuando profaron su tumba”, explicaron  voceros de la comunidad Liempichun que aspira a lograr su restitución para sepultar sus restos en Chubut.

En el centro de la imagen Juan Sacamata

En el centro de la imagen el cacique Juan Sacamata

Si bien las comunidades Liempichun y Sacamata enviaron una carta al Papa Francisco solicitando su intervención para que el cráneo de su antepasado les sea restituito, el antropólogo Fernando Pepe, uno de los referentes del Grupo Universitario de Investigación en Antropología Social (GUIAS) que asesoró a la familias para formalizar la solicitud, consideró que el proceso -apoyado por el gobierno de Chubut y la Cancillería argentina- no presentaría mayor dificultad. Lo mismo entiende Vezub, quien remarcó que en ningún momento las autoridades del museo parisino se opusieron a la publicidad de la identificación, y que las leyes francesas prevén que en caso de que se pueda establecer una vía genealógica, se activa el proceso de restitución.