viernes, 8 de septiembre de 2017
Jorge Asis y el efecto de sus declaraciones en «Animales sueltos»

Buenos Aires. Por Alejandra BENDAHAN 

Escuché azorada, y con total incredulidad, las afirmaciones del periodista Jorge Asis, en las que afirmaba que Santiago Maldonado fue «chupado» y que a Gendarmería «se le fue la mano». Aseveró, sin que existiese la mínima duda, que sus fuentes son absolutamente confiables. También dijo que no había sido una orden impartida por el presidente, sino un mal manejo desde el Gobierno.
Si esto es así, se supone que las fuentes del periodista deben tener documentación certera (videos, fotos o conocimiento de alguna prueba que no esté en el expediente). De otro modo, no podría emitir, sin ninguna vacilación, esas afirmaciones.
Si estuviera en lo cierto, sería fundamental que Jorge Asis o sus fuentes, se presentaran ante el juzgado con carácter de testigo protegido ( o el carácter que fuese para preservar la identidad) y aportara la documentación necesaria para justificar estos dichos. Si hay algo de lo que carece el señor Asis es de impericia e inocencia para no saber lo que sus declaraciones pueden provocar. En principio, provoca un gran dolor que se hable de «chupar a alguien» para los que vivimos el proceso de la Dictadura Militar donde, la gente se chupaba, se torturaba, desaparecía y los arrojaban al rio, entre otras atrocidades conocidas y comprobadas.
A mi, hay cosas de este caso que me desconciertan. Por ejemplo , he visto fotografías en los diarios donde mujeres pertenecientes al grupo mapuche están con teléfonos importantes tomando fotos o filmando. Se me ocurre preguntar, ¿Si los testigo mapuches tienen teléfonos y vieron cómo lo apresaban a Santiago Maldonado, por qué no se tomó una foto o se hizo un video? Expresan con tanta claridad que fue llevado en dos transportes distintos y que pudieron ver todo el proceso que llama la atención que no hicieran nada.

Yo quiero saber qué pasó realmente con Santiago Maldonado. Si la Gendarmería es responsable tienen que ser juzgados los que cometieron este aberrante hecho. Eso, se llama asesinato. Pero lo que es seguro es que eso no es «chupar» a una persona. Es, simplemente, un crimen y un abuso de autoridad.
Viví la dictadura, los Falcon verdes, tener que hacer guardia en los jardines de infantes de nuestros hijos porque teníamos amenazas de bombas pero los debíamos mandar igual para poder proteger nuestros derechos. Viví todos los excesos, las desapariciones, las ventas de hijos de desaparecidos y todos los horrores que nos podemos imaginar.
Señores Periodistas de cualquier tendencia política, Señores Defensores de cualquier organismo de Derechos Humanos, «CON ESTO NO SE JODE».
Aclaro que soy peronista de toda mi vida. No defiendo al Presidente Macri y sí coincido con el señor Jorge Asis en que no tuvo el manejo adecuado de la situación. Defiendo la democracia. Defiendo las manifestaciones pacíficas sin palos, ni caras tapadas. Defiendo el derecho que tanto nos costó y nos cuesta conseguir: Vivir en libertad.