sábado, 4 de febrero de 2017
La Casa Rosada, una apuesta de futuro

Buenos Aires. SudAméricaHoy

No se trata solo de lavarle la cara por fuera (la tiene impecable), la idea es convertir la Casa Rosada en un edificio decente por dentro, moderno, con tecnología y energía limpia y sustentable. El estado del interior de este emblemático edificio, forma parte de la herencia no deseada que recibió el actual Presidente de Argentina, Mauricio Macri. Los vídeos hablan por sí mismos. 

Así la recibió Mauricio Macri

En palabras del Gobierno, el proyecto Casa Rosada del Siglo XXI apunta a recuperar y reconstruir el edificio histórico, revertir el proceso de abandono de varios años y poner el acento en el futuro, la sustentabilidad, la innovación y el empleo de las tecnologías modernas.
“Vamos a adaptar las tecnologías y funcionalidades de la Casa Rosada a los requerimientos del siglo XXI después de años de abandono, poniendo el eje en la conectividad, la sustentabilidad, la comunicación, el uso de energías renovables, la disponibilidad de áreas abiertas de trabajo e, incluso, la producción de alimentos”, explicó el secretario general de la Presidencia, Fernando de Andreis, al presentar el proyecto a los periodistas acreditados en Casa de Gobierno.
La obra, que comenzará este mes, se dividirá en tres etapas, la primera de las cuales serán intervenciones en un sector del segundo piso, que presenta los mayores deterioros de todo el edificio.
Son 1700 metros cuadrados en desuso por mal estado de conservación, donde se van a construir oficinas en planta libre que permitirán mejorar los circuitos de trabajo.
“La Casa Rosada del Siglo XXI es un proyecto de recuperación y reconstrucción con la mirada puesta en el futuro y la innovación. Un edificio histórico que tiene casi 150 años al que queremos proyectarlo para los próximos 100”, destacó de Andreis.
Señaló que la idea es “instalar un modelo de gestión de edificios públicos que sea propio de nuestra época”.
“Esa transformación implica cambiar una dinámica del día a día, por otras de mediano y largo plazos, tal como estamos haciendo con el país”, añadió.
Por su parte, la arquitecta a cargo del proyecto, Marité Berdasco, indicó que “el objetivo es, a medida que la planta arquitectónica lo permita, transformar las oficinas tradicionales en espacios de trabajo donde se fomente la interacción y la colaboración horizontal entre empleados, desacartonando y haciendo más eficientes las gestiones”.
Durante la siguiente etapa se trabajará para relocalizar las áreas de servicios y, en la tercera fase, se continuarán las obras para completar las modificaciones en el segundo piso.
Contará con tecnología LED para la iluminación de sus salones, oficinas y espacios comunes de circulación y empleará tecnologías de comunicación de última generación para la ejecución de todos sus procesos.
Además, el proyecto promueve la reducción del uso de papel y el ahorro en el consumo de agua.

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