viernes, 1 de septiembre de 2017
A la sombra de Redford y Fonda, la argentina «Invisible» conquista Venecia


Venecia. Por Ernesto PÉREZ, para SudAméricaHoy

El argentino Pablo Giorgelli, con “Invisible”, conquistó al público de la sección paralela oficial “Horizontes”, del 74 Festival de Venecia. Lo hizo en el mismo momento en el que Jane Fonda y Robert Redford departían con los periodistas sobre su León de Oro a toda su carrera .

“Invisible” se coloca al opuesto del universo hollywoodiano que encarnan esas dos grandes estrellas. Desde el principio del film, Ely ocupa la pantalla con primeros planos
donde muestra sus dudas y su desorientación: acaba de descubrir que está
embarazada del hijo casado del dueño de la veterinaria donde trabaja y está
decidida a abortar, aunque en la hora y media que durará la película tendrá
tiempo de meditar sobre su decisión.
Ely está sola y desamparada, su madre ha entrado en una depresión sin
retorno y ella está obligada a tomar las riendas de la casa, sin estar
equipada para ello.
Giorgelli es un maestro en este tipo de situaciones donde un personaje
debe decidir su destino en una encrucijada de su vida. Lo había hecho con
“Las acacias” que en 2011 le valió la Cámara de Oro a la mejor ópera
prima en Cannes y le abrió las puertas de 70 festivales en todo el mundo.
El film está repleto de esos pequeños detalles, aparentemente nimios que
revelan el alma secreta del personaje y que son esenciales para el desarrollo
de la trama, que en ningún momento se vuelve lenta o parsimoniosa.
“El invisible de mi película no son solo Ely y la mayoría de la gente
común que no controlan su destino, invisible soy también yo que, a través de
mis personajes, expreso mis emociones y mis sentimientos pero siempre
respetándolos y atendiendo a sus necesidades y requerimientos” afirmó
Giorgelli.
“En efecto, a través de la soledad y el desamparo de la protagonista,
proyecto mi propia soledad y desamparo de cuando tenía su misma edad, hace 35 años” continuó.
“Es cierto que han pasado seis años desde mi primer largometraje pero
en este lapso he tenido dos hijas, que hoy tienen 5 años y 1 año y 8 meses,
construí un estudio en la terraza de mi casa, dí lecciones y me tomé mi
tiempo para realizar esta película, porque yo no soy un Woody Allen y preciso
estar totalmente satisfecho y convencido de cada nuevo proyecto antes de
encararlo”.
“Por ejemplo, tardé dos años en escribir el guión con María Laura
Gargarella, un año y medio para encontrar a mi protagonista, verdadera alma
de la película que sin ella no existiría, que ya había descubierto en el
primer cast pero que en ese entonces era demasiado joven, apenas 15 años, y
con el atraso de la producción la recuperé con la edad justa, 17”
explicó.

Fonda y Redford, 79 años ella, 81 él, se presentan de la mano como en
los tiempos de ‘Descalzos en el parque”, la comedia que los lanzó
definitivamente a la fama.
“Robert todavía besa maravillosamente como cuando teníamos 20 años –
declara sin tapujos Fonda – y a esa edad tenía fantasías con él y entramos
en simpatía inmediatamente”.
Y Redford le responde: “Nos gustamos enseguida y entre nosotros había
esa complicidad que crea el decir y no decir” y Fonda retruca: “Ahora es
demasiado tarde pero hay muchas cosas que tú no sabes” y él: “y crees
que este es el momento para decirlas?”.
Viejos zorros del espectáculo, nadie sabrá si lo que dicen es verdad, es
inventado o hasta escrito por otros pero la impresión es perfecta: Fonda y
Redford son una gran pareja de Hollywood y como tal se presentan y reciben
sendos Leones de Oro a la carrera.
Y lo festejan con el cuarto y último film que coprotagonizan, último no
solo por la edad de los actores sino porque además Redford ha anunciado que
se retira como actor “porque me he cansado de las esperas entre toma y toma
y a mi edad no tengo tiempo que perder y me dedicaré solo y eventualmente a
la dirección”.
El film en cuestión es “Our Souls at Night”, está inspirado en una
novela de Kent Haruf (a cuya memoria está dedicado), dirigido por el indio
Ritesh Batra y cuenta la historia de una viuda que decide invitar a un viejo
vecino, también viudo, a pasar las noches con ella pero sin ninguna actividad
sexual.
De secreto en confidencia, los dos entablarán una relación, al principio
objeto de chismerío de parte del villorrio en el que viven y luego de
oposición de parte del hijo de ella, pero ambos sabrán sortear todo
obstáculo que les impide una segunda oportunidad de ser feliz.
“Our Souls at Night” es un film de emociones impalpables (como lo era
el precedente film del director, “Lunchbox”) que Fonda y Redford
transmiten a la perfección.

“Esta historia es magnífica y cada edad necesita su propia historia de
amor – declara Redford – La industria de Hollywood apunta especialmente a los jóvenes pero pienso que nuestra película puede interesarles también a
ellos”.
Ambos han encarnado los valores democráticos y de contestación de los
años ’60 y ’70 pero hoy no quieren hablar de política. Redford lo
explicita mientras Fonda prefiere “hablar de esperanza en un momento en el
que tenemos muy poca” y también de ecología: “esto es lo más
importante, debemos salvar al planeta y evitar los desastres climáticos”
dice.
Y también de desastres habla el documental del artista plástico chino Ai
Weiwei,”Human Flow” sobre el fenómeno de las migraciones planetarias,
desde México a Bangladesh pasando por Francia, Italia, Grecia, Alemania,
Irak, Turquía, Israel, Afganistán y toda el Africa que se asoma al
Mediterráneo, con 65 millones de personas al año que huyen de la guerra,
cambios climáticos, hambres y sequías en busca de paz, refugio y justicia.