martes, 31 de mayo de 2016
Que pase el siguiente
macri y lorenzetti

El secreto de Mauricio Macri a Lorenzetti, el día de su investidura, dejará de serlo pronto

Natalia AguiarPor Natalia AGUIAR

La Corte Suprema de Justicia de la República Argentina atraviesa una etapa de transición -y de inmediatos recambios- no exentos de turbulencias.

Es evidente el fin de ciclo. El poder kirchnerista en el Alto Tribunal comenzó a desmembrarse con la partida del ministro Eugenio Zaffaroni en diciembre de 2014.

El alejamiento del juez decano Carlos Fayt (designado por el ex Presidente Raúl Alfonsín en diciembre de 1983), fiel intérprete y custodio de la letra y el espíritu de la Constitución Nacional, hirió de muerte a una Corte que, desde entonces, se ha mostrado absolutamente inoperante.

Con la llegada al gobierno del Presidente Mauricio Macri, el titular del más Alto Tribunal, Ricardo Lorenzetti, generó una secuencia de decisiones destinadas a marcar límites políticos a la nueva gestión ejecutiva, según entienden -molestos- los integrantes de la mesa chica del macrismo.

Medidas tales como el reconocimiento a las provincias de Córdoba, Santa Fe y San Luis de sus demandas sobre tributos coparticipables y recientes reuniones con gobernadores, no fueron bien recibidas en los despachos de la Casa Rosada.

Es también conocida en Balcarce 50 (entrada a la Casa Rosada), la resistencia que, subrepticiamente, Lorenzetti opone a la designación de los candidatos Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz. El supremo agota despachos y teléfonos de senadores peronistas, según denunció la diputada nacional por “Cambiemos” Elisa Carrió, para minar los acuerdos tendientes a lograr los dos tercios senatoriales que requiere la designación de jueces cimeros.

A pesar de esto, Lorenzetti ha intentado reciclarse ante los ojos de la administración Macri ya que trata de exhibir una independencia de la anterior gestión, que todos -aún los jueces de grado- ponen en duda.

Así como Julio Nazareno fue el símbolo de la Corte menemista, Ricardo Lorenzetti lo es de la kirchnerista.

El gobierno de Macri decidió efectivizar con los gobernadores provinciales los acuerdos celebrados para, en una sesión extraordinaria del Senado a celebrarse el próximo 15 de junio, obtener la designación de los magistrados supremos.

Horacio Rosatti -salvo sorpresa de última hora-  será en breve el nuevo presidente de la Corte argentina.

Foto: Pepe mateos

Horacio Rosatti, salvo  imprevisto, será el presidente de la Corte Suprema Foto: Pepe mateos

Es un hombre de larga trayectoria jurídica y política, razón suficiente para encarar el radical cambio que el gobierno espera del perfil de la Corte Suprema.

Es abogado, escribano y doctor en Ciencias Jurídicas de la Universidad del Litoral; fue convencional constituyente por la provincia de Santa Fe en la reforma de la Constitución Nacional en 1994, elegido alcalde de la ciudad de Santa Fe (capital de la provincia homónima) en 1995, Procurador General del Tesoro de la Nación (2003-2004) y titular del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación (2005).

Cuenta con el respeto y la admiración de muchos de los jueces de los tribunales inferiores debido a su bajo perfil, su prudencia y moderación.

Carlos Rosenkrantz, con extensa y destacada trayectoria internacional, será la verdadera espada académica que toda Corte de primer mundo necesita.

Entre sus antecedentes destacan haber sido árbitro de la International Court of Arbitration, ICC, París, rector de la prestigiosa Universidad de San Andrés (Argentina), becario de Fullbright Commission; editor del International Journal of Constitutional Law y asesor del ex Presidente Raúl Alfonsín.

La preocupación del gobierno del Presidente Macri es garantizar la seguridad jurídica que el capital reclama y pese a las declamaciones del juez Lorenzetti, nunca fue suficientemente defendida en los fallos de la Corte kirchnerista. La sentencia del Alto Tribunal por la aplicación de la llamada “Ley de Medios” al Grupo Clarín es un claro ejemplo de este “doble discurso” que señalan los posibles inversores.

La transformación que se avecina en la Corte -aunque lo nieguen en público- parece haber decidido a Juan Carlos Maqueda (de 66 años) y a Elena Higthon del Nolasco (de 73 años) a seguir los pasos de Zaffaroni y Fayt.

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De izquierda a derecha, Juan Carlos Maqueda, Elena Higthon del Nolasco y Ricardo Lorenzetti

Esto permitiría al gobierno de Macri -una vez que se concreten las dimisiones- la designación de dos nuevos ministros a consensuar con la oposición, sin necesidad de ampliar la Corte.

Lorenzetti, con más de 60 años, también está en condiciones, si así lo decidiera, de acogerse a los beneficios de la jubilación ordinaria, con el 100% del actual sueldo.

Causa asombro y admiración en el ámbito tribunalicio, entre jueces y abogados, la sagacidad y la estrategia del Presidente Macri para adoptar decisiones de tanta complejidad como la vinculada a la oxigenación de la cabeza del Poder Judicial argentino.