El presidente de Bolivia se lleva la boca una hoja de coca

Por Stella MONTORO

Más vale un mal arreglo que un buen pleito. Esa máxima, posiblemente, la puedan pronunciar tanto el Gobierno de Evo Morales como la empresa anglo argentina Pan American Energy (PAE). Aunque se desconoce la suma definitiva del acuerdo, éste se ha cerrado oficialmente. El Gobierno boliviano confirmó que hubo «fumata blanca»  en la negociación por la expropiación, en 2009, de las acciones de PAE en la firma petrolera Chaco. Aquella medida se tradujo en una demanda contra Bolivia ante el centro de arbitrajes Ciadi, que depende del Banco Mundial.
El procurador general del Estado, Héctor Arce, anunció que el acuerdo fue alcanzado en una reunión entre representantes de PAE y funcionarios del Gobierno boliviano encargados del conflicto, «después de un largo proceso de negociaciones con la empresa». Según él -informa Efe-, este convenio será «plasmado en un documento» que se ajustará en las próximas semanas y que será firmado entre el Gobierno de Bolivia y PAE en un plazo de uno a dos meses. Asimismo, agregó que el acuerdo también implica «la conclusión definitiva del arbitraje internacional ante el Ciadi».
La multinacional, que poseía el 50 % de las acciones en Chaco, reclamó en el tribunal como compensación la suma de 1.493 millones de dólares por su paquete accionarial y por daños y perjuicios.
Arce resaltó que «éste era el arbitraje más cuantioso» que tenía Bolivia, si bien no quiso adelantar el monto de indemnización a PAE.
El procurador aseguró que la cifra acordada se basa en una valoración realizada por el Estado boliviano y que «es un monto considerablemente inferior» al planteado por la firma. En cualquier caso, aunque no lo diga, las cuentas le deben cerrar bien a PAE para haber retirado la demanda.
También indicó que una parte de la indemnización acordada quedará retenida en un fideicomiso en previsión de posibles «contingencias económicas» relacionadas con deudas tributarias de la empresa que se encuentran en procesos contenciosos.
Explicó que si el resultado de los contenciosos es contrario a Chaco, se pagarán esos impuestos con el dinero retenido, pero si es favorable, «se ha de reembolsar ese monto a la empresa».
«Es una negociación con un altísimo beneficio al Estado, donde la empresa va a quedar totalmente saneada, sin que se pague un centavo más de lo que se debe pagar en función a la evaluación que ha hecho el Estado», agregó.