sábado, 3 de noviembre de 2012
Morales dice que triplicó su patrimonio por los ponchos regalados

La Paz.EFE/SAH

El presidente de Bolivia, Evo Morales, está en el ojo del huracán por el aumento rápido y veloz de su fortuna desde que está al frente de los destinos del país más pobre de Sudamérica. El diario El Deber publicó una nota donde asegura que Morales triplicó su patrimonio desde el 2006. de El Gobierno salió al paso de las acusaciones y dijo que  Morales es uno de los presidentes «más pobres» de América Latina. Él, justificó el enriquecimiento porque «me regalan ponchos».
La ministra de Comunicación, Amanda Dávila, replicó así a la información de El Deber, periódico de la región opositora  Santa Cruz. En la nota se detalla que el patrimonio de Morales subió de 110.000 dólares en 2006, cuando asumió la Presidencia, a 388.657 dólares este año, con datos de la Contraloría del Estado.
«El presidente Evo Morales es uno de los presidentes más pobres de América Latina», dijo Dávila a la agencia estatal ABI y agregó que el patrimonio del mandatario «aumenta solamente por la revalorización de sus bienes».
Según Dávila, el patrimonio de Morales consta de «una casita» en un barrio popular en la ciudad central de Cochabamba, «un chaco (parcela)» en el Chapare, su feudo político y sindical, y también tiene algo de ganado camélido en su natal Orinoca, en la región andina de Oruro.
Insistió en que el presidente boliviano es el que menos gana de todos los de la región, pues su salario mensual equivale a 2.100 dólares, mientras que, según dijo, por ejemplo el mandatario uruguayo, José Mujica, percibe un sueldo de 12.000 dólares. Lo que olvidó mencionar la ministra fue que José «pepe» Mujica dona el 90 por ciento de su salario a la fundación de su partido.
El salario mínimo de Bolivia es de 144 dólares mensuales, mientras que el sueldo medio apenas supera  546. Antes de Morales, el salario presidencial era de algo más de 4.300 dólares, pero el gobernante lo redujo en 2006 a 2.100 dólares para dar una señal de austeridad, según dijo entonces.
Dávila aseguró, por otra parte, que el mandatario sí tiene gastos personales que cubre con su salario, pues «pasa una asistencia mensual generosa y de forma puntual» a sus dos hijos y también hace donaciones importantes a gente pobre.

Las polémicas sobre presunto enriquecimiento ilícito de presidentes en el ejercicio del poder no es nueva en Sudamérica. La más reciente apunta a la Jefa del Estado Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, que multiplicó su patrimonio por diez en apenas seis años. La viuda de Néstor Kirchner está considerada la segunda mandataria más rica de la región. El primero es el ex empresario y presidente de Chile, Sebastián Piñera que llegó al poder después de amasar una abultada fortuna fruto de sus negocios.