lunes, 8 de octubre de 2018
«El fenómeno Bolsonaro», por Carmen DE CARLOS

Por Carmen DE CARLOS, para SudAméricaHoy

Superó todas las expectativas. Jair Bolsonaro, de 63 años, se impuso por una diferencia, prácticamente, irremontable en las elecciones de Brasil (46 por ciento de los votos frente al 26 de Fernando Haddad). Pudo más el odio a Lula y al casi cuarto de siglo de corrupción del PT (Partido de los Trabajadores) que el amor a un candidato moderado (los había).

Bolsonaro jugó sus cartas electorales con la habilidad de Donald Trump, las redes sociales las manejó a su antojo y la verdad pasó a un segundo plano. El ex capitán del Ejército logró explotar las demandas de un Brasil cansado del latrocinio, con una economía maltrecha y una inseguridad que arroja cifras de guerra civil. Sólo en el 2016 se registraron más de 62.000 muertes violentas.

Sus primeras palabras, una vez confirmada su victoria, apuntaron a arañar los apenas cuatro puntos que le faltan para llegar a la Presidencia. Evitó expresiones racistas, gestos o comentarios ofensivos para las mujeres y los homosexuales y apuntó al «socialismo y el comunismo», como origen de los males de este enorme país. Algunas de las razones que explican su triunfo salieron de sus labios,  «la crisis profundamente ética, moral y económica» del gigante sudamericano. Por eso, insistió, «a tres semanas de la segunda vuelta  no podemos dar un paso a la izquierda», necesitamos, «un Gobierno decente».

Jair Bolsonaro será un experimento que gusta a los mercados (la bolsa repuntó con bríos), tranquiliza a la mayor parte de la población y no provoca rechazo en la región pero el resultado de ese cóctel, modelo carioca de Trump, hoy, es una incógnita.