martes, 23 de mayo de 2017
Gamarano Barbosa desembarca en Cannes con “Gabriel e a montanha”


Cannes. Por Ernesto PÉREZ, para SudAméricaHoy

El cine latinoamericano está ausente
del concurso oficial pero abunda en reseñas paralelas con jurado propio, como
la informativa “Una Cierta Mirada” y la Semana de la Crítica, cada una
con tres películas invitadas.
Este es el caso de la película brasileña “Gabriel e a montanha”,
segundo largometraje de Fellipe Gamarano Barbosa, invitado por la Semana, y
que es un sentido homenaje a un amigo, Gabriel Buchmann, un economista
trotamundos, muerto en circunstancias misteriosas durante los últimos días
de un viaje de un año por Asia y Africa.
Partiendo del hallazgo del cadáver en una montaña de Malawi, cuya
cúspide acababa de escalar, Barbosa describe el último mes de vida de su
compañero de clase, su original manera de viajar con un equipaje mínimo y
una cámara fotográfica, viviendo en las casas de los habitantes y donando el
ahorro del hotel a sus anfitriones, su encuentro de una semana con su novia, y
finalmente su postrer escalada al monte Mulanje sin un guía que le sería
fatal.
Barbosa no deja de subrayar la arrogancia del personaje pero también su
simpatía y su don de gente. Describe los sinsabores de la vida de pareja con
su novia pero lo mejor de su filme es que consigue entrevistar a las mismas
personas que conocieron a Gabriel y admiraron su humanidad en un viaje de seis
mil kilómetros por Kenya, Tanzania, Zambia y Malawi que el equipo de
filmación recorrió siguiendo sus pasos.
Tal vez el film no tendría el impacto que tiene sin la presencia de un
actor extraordinario como Joao Pedro Zappa, ensimismado en el personaje e
imitando la extrema vitalidad del original y conquistando con enorme carisma
tanto a los demás intérpretes como al mismo público.
Lo secunda con igual eficacia Caroline Abras en este film que brinda con la
espléndida fotografía de Pedro Sotero el retrato de un personaje singular
que ha quedado impreso para siempre en la memoria de la gente que lo conoció
y seguramente en el recuerdo de sus espectadores.