viernes, 5 de octubre de 2018
«Jair Bolsonaro y Donald Trump, parecidos más que razonables», por Carmen DE CARLOS

Por Carmen DE CARLOS, para SudAméricaHoy

En tiempos de alta –y baja- tecnología, la política toma carrerilla y coloca en el poder a líderes impensados como Donald Trump. En Brasil, parece que podría repetirse el experimento con un individuo de perfil, pese a las distancias (de fondo de bolsillo), parecido. Hablamos de Jair Bolsonaro, ex militar de enormes reflejos, nula sensibilidad y prácticas poco ortodoxas pero hoy en día habituales como las “fake news” a granel.
Bolsonaro y Trump se parecen en su dominio de las redes sociales y los mecanismos oportunistas del mundo desarrollado de la comunicación. También, en su falta de escrúpulos y ausencia de respeto por cualquiera que no esté “encolumnado” con su ideario o “brutario”, según se mire. Ambos, embistieron en diferentes ocasiones contra personas que les producían alergia por razones de género, raza o religión. Los dos, ofendieron a mujeres y se burlaron de abusos, agresiones o delitos como la violación.
El americano del norte, hizo escarnio de la familia del capitán Humayun Khan, un oficial musulmán caído en Irak y gozó al retuitear tres vídeos islamofóbicos. Al americano del sur, Bolsonaro, se le llenó la boca con demasiados agravios contra los negros, población, todo sea dicho de paso, mayoritaria en Brasil.

La verborragia del soldado herido, a cuchilladas, en el combate de la campaña electoral, parece empezar a encontrar freno ante la expectativa, viable, de alcanzar el poder en un balotaje. Bolsonaro, victimizado tras el atentado, dejó plantados al resto de los candidatos en uno de los imperativos debates, a seis bandas, de Brasil. En su lugar, eligió comparecer en la segunda cadena de televisión más importante, la TV Record propiedad de Edir Macedo, un obispo evangélico (Iglesia Universal del Reino de Dios) , poderoso donde los haya y con un caudal de votantes decisivo. O´ Globo se llevaba las manos a la cabeza a medida que advertía que la audiencia emigraba a la competencia para ver al hombre que despierta verdadero odio en un sector del electorado mientras el otro se suma a paso ligero a sus filas. Trump no dejó la silla vacía en los debates pero hizo algo parecido al hacer suyo la FOX.
En ésta última pirueta televisiva, el racista Bolsonaro, trató de enmedar sus renglones torcidos pero, ironías de esta historia, los que deberían estar ofendidos parecen no acusar el golpe. Lo mismo que sucedió en EE. UU con los latinos que votaron masivamente a Trump. Un ejemplo interesante, previó a las correcciones de Bolsonaro, lo dio el vídeo de Thiago Fonseca, popular youtuber que salió a defender a su candidato con una grabación donde daba, “Minha opiniao como negro sobre o “racista” Jair Bolsonaro” que, en apenas unos días, devoraron más dos millones de brasileños. Para explicar, “La mejor propuesta de todas” , recurrió a  un vaso, como un colador, por donde se escapaba la corrupción y la inseguridad en un país donde hay más de 62.000 muertes violentas al año. En términos europeos equivaldría a aumentar treinta veces su propia cifra.

Los parecidos entre Donald Trump y Jair Bolsonaro son más que razonables. La cuestión es si, como todo parece indicar, las poblaciones de EE. UU y de Brasil, americanas ambas, también coinciden.