lunes, 13 de julio de 2020
«La bulla del mal», por Luli DELGADO

Por Luli DELGADO, para SudAméricaHoy

Cuando los diarios del mundo reportaron el contagio de Bolsonaro, cuya política frente al virus ha sido cuestionable, por decir lo menos, las reacciones fueron variadas.

La de Hélio Schwartsman en su columna del diario Folha de S. Paulo, fue la de desear la muerte del presidente: «El presidente prestará en la muerte el servicio que fue incapaz de ofrecer en vida», sentenció. Naturalmente, el periodista contribuyó a polarizar aun más a la opinión pública brasileña.

Antes de desearle la muerte a Bolsonaro, lo que cabría desear es que el contagio sufrido le despierte la misma actitud del inglés Boris Johnson al contagiarse. Reconsidere su postura y actúe en consecuencia.

Latinoamérica, al igual que el resto de mundo, enfrenta una crisis sin precedentes, y la salida no está en ignorarla o en aprovechar para pescar en río revuelto.

Afortunadamente, no toda la aproximación a la pandemia ha sido tan oscura. Países pequeños y rodeados de vecinos con altos índices de contagio, han entendido el problema desde otro ángulo.

El presidente de Uruguay hizo un llamado a la responsabilidad ciudadana, y más del 90% de la sociedad civil optó por asumir actitudes de precaución.

En paralelo, el gobierno tomó otras medidas, como la creación de un Fondo Coronavirus, producto del recorte del 20% del salario del presidente, legisladores y empleados públicos con ingresos superiores a los U.S. $ 1800,00 mensuales.

El presidente de Paraguay por su parte, se aprestó a cerrar las fronteras y a decretar cuarentena. Miles de paraguayos fueron enviados a la frontera con Brasil, para evitar el acceso de tránsito automotor y de personas.

Ambas actitudes generaron muy poca bulla, pero calladitos y en su ámbito hicieron lo que tenían que hacer. Me recuerda la posición de mi hermana cuando explica que ya que no puede arreglar al mundo, por lo menos que su casa esté en orden.