viernes, 27 de enero de 2017
Chile, al rojo vivo


Por Ignacio PERALES

Michelle Bachelet vuelve a estar en problemas. Si no es un movimiento sísmico es un incendio, ó dos, o una cadena de ellos que se suceden de un año a otro. Todo empeora en Chile y el fuego se repite sin que el Gobierno sepa intervenir y prevenir a tiempo para evitar una catástrofe que ya es una realidad superlativa.

“Esta sin duda es una catástrofe que excede las previsiones de cualquier sistema normal”, dijo la mandataria. La frase pierde contenido cuando se echa un vistazo a los antecedentes, incluido el fuego que devoró parte de Valparaíso y que entonces fue considerado el peor en 40 años.

Juan Antonio Coloma, senador de la opositora UDI (Unión Demócrata Independiente) no anduvo por las ramas, “necesitamos un rol diferente de la autoridad, con mucha más velocidad y con más capacidad de respuesta”. En el mismo sentido se expresó el diputado de la Democracia Cristiana Ricardo Rincón, al reconocer que “de una forma u otra sí ha habido una reacción tardía”. Entre otras razones, argumentó que su grupo pidió “ayuda internacional 10 ó 15 días antes de que lo decretara la autoridad”.

Bachelet no puede decir ahora que todo le toma por sorpresa. Las advertencias, concretas sobre esta desgracia, se produjeron hace meses como le siguen recordando otros legisladores. El Congreso sabe que tiene los días contados y dio luz verde a la creación de una Comisión investigadora que determinará la gestión .y responsabilidad del Gobierno ante los incendios forestales. Mientras, el Ejecutivo sigue a paso de tortuga para lograr concretar los contratos internacionales de aviones cisterna, imprescindibles  para sofocar hasta el último rescoldo de fuego. ¿Llegarán?