viernes, 29 de julio de 2016
Pensiones, más por menos

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Carolina CayazzoPor Carolina CAYAZZO

Multitudinario rechazo en Chile al modelo actual de la Administradora de Fondos de Pensiones (AFP). “Hoy los pensionados deben continuar trabajando porque no les alcanza la plata para sobrevivir, muchos deben recurrir a la solidaridad de sus familiares para comprar remedios o para llegar a fin de mes porque no les alcanza para comer, eso es intolerable y lo denunciaremos hasta que consigamos acabar con este sistema”, declaró Viviana Navarro, presidenta de la Asociación de Defensa de los Derechos de los Consumidores de la Región del BioBío, una de las organizaciones que participó en la “MARCHA NO + AFP”.

En Chile hay 10 millones de trabajadores afiliados a las AFP. Muchos de aquellos que confiaron en este sistema se están jubilando y no están satisfechos con la pensión que reciben. Los trabajadores depositan el 10% de sus sueldos en estos fondos más una cuota de administración a la AFP correspondiente. La pensión promedio de los jubilados chilenos es de unos U$300 mensuales. La Moneda no tardó en reaccionar. Michelle Bachelet reconoció que “la ciudadanía nos ha recordado una vez más que tenemos un desafío enorme en relación a las pensiones. Tenemos que asegurar que las pensiones sean justas y reconozcan la dignidad y el esfuerzo laboral de las personas.”

La Mandataria agregó que “desde el principio del gobierno hemos escuchado esa demanda y nos hemos puesto en marcha para enfrentarla. Estamos impulsando la creación de una AFP estatal y definiendo nuevas rutas para tener un sistema de pensiones que tenga más solidaridad”. Los manifestantes exigen un sistema de pensiones solidario y tripartito que sea público, administrado por el Estado, en el que no solo cotice el trabajador sino que también aporte el empleador y el Estado.

El sistema de AFP se implementó durante la dictadura militar de Augusto Pinochet. El sistema previsional privado terminaría con el cuestionado modelo de reparto, en el que los trabajadores pagaban una contribución al Estado para financiar las pensiones de los actuales jubilados. Y así los futuros trabajadores contribuirían también cuando les llegara el turno a ellos de ser pensionados. El monto de la jubilación era fijo y conocido de antemano. El modelo vigente depende de las fluctuaciones del mercado. Prometía mejores pensiones y una mayor renta líquida. Los ahorros de jubilación, que en el 2015 superaban los U$160.000 millones, fueron puestos a disposición de entidades financieras que los reinvertían en la economía local, considerado en ese entonces como el motor del llamado “milagro chileno”.

La herencia de Pinochet sobre este tema enardece más los ánimos ya que la Ley que creó los fondos dejó afuera a los integrantes de las Fuerzas Armadas, quienes al jubilarse, reciben pensiones cercanas al ingreso que percibían cuando estaban en actividad. Según los organizadores unas 100 mil personas asistieron a la “MARCHA NO + AFP” del domingo. Esta cifra duplica la entregada por Carabineros. Sin embargo, la movilización se replicó en 40 ciudades de Chile sumando unas 750 mil personas. Todo indica que no será la última manifestación.