domingo, 17 de febrero de 2013
Correa, como estaba previsto, arrasó en su reelección

Quito.Carolina BRUNSTEIN (Clarín) Fotos: José JACOME (Efe)

No hubo sorpresas. Las encuestas no fallaron y Rafael Correa seguirá siendo presidente de Ecuador cuatro años más, tras ganar ayer las elecciones con un contundente 56,9%, según los datos oficiales con la mitad de las mesas escrutadas. Lejos quedó su principal rival, Guillermo Lasso, con 23,8%. Así, no hará falta una segunda vuelta. Además, se estimaba que el movimiento oficialista Alianza País estará logrando también una mayoría amplia en la Asamblea legislativa.

El presidente apuntará ahora a reforzar las políticas redistributivas que le han dado un enorme apoyo popular, pero si se confirma su mayoría parlamentaria podría agudizarse su ofensiva contra la prensa independiente. El mismo lo dijo poco después de que se conociera su victoria: “Vamos a luchar por una ley de comunicación que regule los claros excesos que tiene alguna prensa sin escrúpulos en el Ecuador”.

Las encuestas en boca de urna de Cedatos y de Opinión Pública, que se difundieron exactamente a las 17, cuando cerraron los centros de votación, habían dado resultados casi calcados: Correa obtenía entre 60 y 61%, y el ex banquero Lasso, entre 20 y 21%.

El ex presidente Lucio Gutiérrez quedó en tercer lugar, con cerca de 6%, y muy atrás los otros cinco candidatos. De la mano de una cantidad de políticas sociales que han dado resultados visibles en las condiciones de vida de millones de ecuatorianos, Correa alcanzó casi 10 puntos porcentuales más de los que había obtenido en la elección de 2009, y seguirá gobernando este país de 14,5 millones de habitantes hasta 2017.

Apenas se difundieron los primeros datos, Correa y su compañero de fórmula, Jorge Glas, se abrazaron y celebraron en Carondelet, donde habían esperado los resultados junto a ministros y familiares. Media hora después, salieron al balcón del palacio presidencial para saludar a una multitud que se había concentrado en la Plaza de la Independencia, con banderas del color verde que caracterizó su campaña.

“Gracias por la inmensa confianza que nos han brindado”, dijo un emocionado Correa, cuando unas nubes espesas cubrían el cielo de Quito. Más tarde se convertirían en llovizna, pero eso no empañó el clima de fiesta, que se vivió también frente a la sede de Alianza País, en avenida de los Shyris y Portugal, frente al parque La Carolina. También, dedicó el triunfo a su par venezolano, Hugo Chávez.

“Estamos haciendo historia. Estamos construyendo la patria chica, Ecuador y la patria grande, nuestra América. Saben ustedes que nunca les vamos a fallar. Esta victoria de ustedes. ¡Que viva la patria!”, arengó Correa.

Minutos después, en el Salón Amarillo de Carondelet, el presidente habló con periodistas allí acreditados. En primer lugar expresó su “profunda gratitud” a sus votantes. “Son resultados extraoficiales, pero es claro que la revolución ha triunfado en una sola vuelta, y seguramente tendremos amplia mayoría en la asamblea”, afirmó. El mandatario aprovechó para disparar contra los medios de comunicación no oficialistas, que se han convertido en sus grandes enemigos. “Una de las grandes derrotadas es la prensa mercantilsta, que tomó partido en esta campaña, desinformando, manipulando”, acusó.

“Ahora que vamos a tener mayoría en la Asamblea, vamos a luchar por una ley de comunicación que logre tener una prensa más decente en Ecuador.

Una ley que regule los claros excesos que tiene alguna prensa sin escrúpulos ”, enfatizó.

El presidente, que asumirá su nuevo mandato el 24 de mayo, remarcó que a partir de ahora un desafío central de su gobierno será “convertir en irreversible este cambio”, profundizar esta política de “lucha contra la pobreza, generación de empleos y distribución de la riqueza”.

La jornada había transcurrido tranquila en Quito, donde desde las 7 de la mañana miles de personas salieron a votar. Los observadores de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) remarcaron durante el día que la elección se desarrollaba sin sobresaltos y consideró que no había “ninguna posibilidad” de fraude. Poco antes, el vicepresidente del Consejo Electoral de Ecuador, Paul Salazar, había denunciado que “intentos no permitidos de intrusión a su página web de difusión resultados” que, sin embargo, no alteraron el sistema informático.

 

Para las elecciones presidenciales y legislativas de ayer estaban llamados a votar unos 11,6 millones de ecuatorianos dentro y fuera del país en un proceso que vigilaron más de 76.000 militares y policías. Un total de 1.432 candidatos se inscribieron para los comicios presidenciales y legislativos. Las urnas se abrieron a las 07.00 hora local (12.00 GMT) y cerraron diez horas después. El proceso electoral estuvo fiscalizado por unos 320 observadores internacionales de a Organización de Estados Americanos (OEA) y la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur).