miércoles, 17 de mayo de 2017
Festival de Cannes, silencio pesimista de estreno

“Les fantômes d’Ismael”, el silenció hizo ruido en Cannes

Cannes. Por Ernesto PÉREZ

Un abrumador silencio acompañó el fin de la proyección del
filme inaugural del 70  Festival de Cannes, “Les fantômes d’Ismael”,
décimo largometraje del francés Artaud Desplechin, viejo habitué de la
Croisette pero no siempre en concurso.
Un filme semiautobiográfico con un director en crisis, presa de sus
pesadillas, donde fantasía, ficción y realidad se entremezclan en un
laberinto que puede desorientar a una parte del público. También, puede
fascinar a ese espectador que se deje llevar por una historia intrincada donde
se habla de una mujer desaparecida durante 20 años que vuelve para
reconquistar al marido, de un director que defiende su privacidad a punta de
revólver y de un productor decidido a conseguir que su realizador vuelva al
set para completar su obra.


Rodeado de un elenco de intérpretes que se cuentan entre lo mejor del
cine francés actual, empezando por su actor fetiche, presente a lo largo de
toda su obra, Mathieu Amalric, y siguiendo con Marion Cotillard, Charlotte
Gainsbourg, Louis Garrel e Hippolyte Girardot a quienes se agregan la italiana
Alba Rohrwacher y ese viejo león de la Nueva Ola, Laszlo Szabo, Desplechin
continúa el examen de su vida y de su profesión ya iniciado en el 2015 con
“Trois souvenirs de ma jeunesse”.

Pero al revés del clima nostálgico de este último, Desplechin examina
con agudeza y sin contemplaciones el enorme esfuerzo y el stress psicológico
que acompañan el trabajo de un artista y lo hace con una elegancia,
típicamente francesa, que lamentablemente no parece haber hecho mella en la
mente del público de profesionales que llenó la proyección anticipada para
la prensa.
Mal comienzo para un festival que tira la casa por la ventana para festejar
sus 70 años de vida pero que no ha encontrado espacio en su reseña en
concurso para el cine latinoamericano. Éste, lamentablemente, está exiliado en la sección paralela oficial de “Una cierta mirada”, que goza de jurado propio presidido por Uma Thurman. Los argentinos “La cordillera” de Santiago Mitre y “La novia del desierto” de las debutantes Cecilia Atán y Valeria Pivato, participan junto al mexicano “Las hijas de abril” de Michel Franco.
Mejor suerte ha tenido con la 56a. Semana de la Crítica. La más antigua
de las reseñas paralelas no oficiales del festival, reservada a primeras y
segundas obras, también con jurado propio, presidido por el director
brasileño Kleber Mendoça Filho, donde han encontrado cabida la chilena
Marcela Said con “Los perros”, el brasileño Filipe Gamarano Barbosa con
“Gabriel e a montanha” y el venezolano Gustavo Rondón Córdova además de
la argentina Sofía Quirós Ubeda con su tercer corto rodado en su patria
adoptiva, Costa Rica, “Selva”, y los tres mediometrajes mexicanos del
Festival de Morelia, “Juan Perros” de Rodrigo Imaz Alarcón,
“Microcastillo” de Alejandra Villalba García y “Verde” de Alonso
Ruizpalacios.


La Quincena de Realizadores, por su parte, ha invitado a la colombiana
Natalia Santa con su primer largometraje, “La defensa del dragón” y a su
compatriota afincado en París, Camilo Restrepo, con su corto francés “La
bouche” y al brasileño Gabriel Martins con el corto “Nada”.
Pero es en la sección oficial en concurso donde se juega la gran partida de este
70. Festival de Cannes, donde el austríaco Michael Haneke aspira con
“Happy End” a su tercera Palma de Oro al mejor filme, record absoluto nunca
alcanzado antes por ningún director, y donde se postulan para el máximo
premio que otorgará el jurado, presidido por Pedro Almodóvar, los franceses
Robin Campillo con “120 battements par minute”, con el argentino Nahuel
Pérez Biscayart, astro ascendiente del cine galo, y Michel Hazanavicius con
“Le redoutable”, interpretado por su esposa, la argentina Bérénice Bejo.
Pero el pelotón de aspirantes es verdaderamente numeroso e importante con
los norteamericanos “Wonderstruck” de Todd Haynes, “The Meyerowitz
Stories” de Noah Baumbach, “The Beguiled” de Sofia Coppola y “Good
Time” de los hermanos Josh y Benny Safdie, los franceses ”Rodin” de
Jacques Doillon y “L’amant double” de François Ozon, los surcoreanos
“Okja” de Bong Joon Ho y “Geu-hu” (Al día siguiente) de Hong Sangsoo,
el alemán “Aus dem Nichts” de Fatih Akim y el irlandés “The Killing
of a Sacred Deer” del griego Yorgos Lanthimos.