viernes, 23 de marzo de 2018
«La negra transparencia de los candidatos independientes», por Federico PONCE ROJAS

Descartemos la solución providencial, la de un hombre que surge y lo arregla todo: esta solución cabe esperarla siempre, a condición de no contar nunca con ella.
J. Maragall

Por Federico PONCE ROJAS, para SudAméricaHoy

La ausencia de propuestas de los aspirantes a la presidencia, el desgaste y, la descomposición de los partidos políticos; el hartazgo social por una política engañosa viciada, cancela la legítima aspiración ciudadana para alcanzar un gobierno en beneficio de la sociedad. El paso franco a individuos urgidos de fuero para ocultar sus fechorías, el agobio de la inseguridad, impunidad, corrupción; la violación a los derechos humanos, las desapariciones de personas, violencia creciente, pobreza, problemas sociales que mantienen en estado de indefensión a la población, aunado a un proceso electoral que no sale del lodazal, con las continuas violaciones a las reglas de la democracia, hacen que la apuesta por los candidatos independientes se pierda en la desilusión social. Las trampas como el tráfico de firmas, falsificaciones, etc. que caen en el campo de lo criminal, provocan que la decepción social sea manifiesta en esta fórmula reciente de la reforma política.

Los aspirantes a candidatos independientes han sido señalados por el uso de documentos alterados para obtener las firmas requeridas, señalamientos impugnados e investigados por la PGR (FEPADE). El caso de Margarita Zavala alcanzó las 866,593 mil firmas y fue registrada ante el INE, sin embargo los tres sin excepción de una u otra forma acopiaron de manera irregular miles de firmas.

No sin razón, Jorge Castañeda, ha alzado la voz y usado la pluma para rechazar el registro de Margarita Zavala ante el INE precisamente por el uso de documentos alterados y de firmas apócrifas. El pionero de las candidaturas independientes logró al amparo de los derechos del ciudadano previstos por nuestra Carta Magna un importante triunfo ante la CIDH (caso 12.535), hace 11 años. Esta victoria le llego a destiempo pues no alcanzó a registrarse como candidato presidencial independiente. S in embargo, abrió el camino para que la reforma política diera cabida a esta figura en ánimo de una representación de ideales políticos que alcanzara la confianza ciudadana y suprimiera las luchas partidistas internas y externas que en un alto grado de descomposición hemos presenciado en el proceso electoral, señaló que el INE procedió indebidamente al registrar a la hoy, candidata independiente.

La participación de candidatos independientes fue recibida con agrado por una ciudadanía que ha dejado de creer en los partidos políticos y que desea emitir su voto en favor del individuo, las coaliciones partidistas han provocado un gran desagrado y mayor decepción en el votante, ideologías encontradas, propósitos diferentes, discursos opuestos con fines populistas, revanchistas, retoricas estériles y repetitivas.

Las fracturas internas de los partidos buscaron restañarse en apariencia aglutinando partidarios que en muchos de los casos buscan la protección del fuero y dejan atrás los intereses verdaderos de la nación, como el caso de las listas plurinominales que más que un ejercicio democrático, parecieran ser cuotas de poder para los partidos políticos.  Nada más dañino para la república, para el voto popular y para la democracia misma que aspirantes plurinominales a diputaciones o senadurías que con o sin méritos, ignoran la esencia misma de la elección popular.

No se exagera cuando se estima que la soberanía de la nación es vulnerada con la designación de personajes a ocupar un espacio legislativo con aquellos que han ofendido gravemente al país en sus desempeños públicos y que incluso pudiesen estar sujetos a la aplicación de normas penales o cuando menos de responsabilidades administrativas, inhibiéndolos en conciencia a proponer aprobar y sancionar normas de orden público, normas de derecho que por naturaleza tienen su origen en la ética, la moral y la honradez, que buscan como fin último la justicia. !Qué paradoja que quienes tienen el encargo de crear normas con este fin, hayan sido designados de manera tan injusta!

Los candidatos independientes representaron en su momento una esperanza para que el voto libre se expresara con discernimiento y convencidos que aquellos que ocuparán un cargo, fuesen ciudadanos entregados a la consecución del bien común.

¿Que esperar de los tan anunciados debates, seguirán los candidatos descalificando, atacando y agraviándose entre sí, algún otro mofándose desde la cómoda poltrona que le ofrece la ventaja de sus estadísticas, seguirán provocando el encono social, o propondrán realmente soluciones a la realidad social que nos aqueja?

La expectativa de debates que reestructuren y ofrezcan dignamente soluciones y salidas viables, se diluye rápidamente ante las conductas de los candidatos y sus equipos que no quieren abandonar el olimpo.

El llamado que recientemente hiciera el CCE (Consejo Coordinador Empresarial) es una de tantas voces que demanda acciones concretas, honestas sin necesidad del demerito general y que puedan alcanzar soluciones.  Ya no que tanto anhelamos, sino que tanto necesitamos y que impiden que México ocupe el lugar que justamente le corresponde ante el concierto de las naciones del mundo.