martes, 31 de enero de 2017
México y el otro mundo que gira al rededor de Trump

“En el pasado, aquellos que locamente buscaron el poder cabalgando a lomo de un tigre acabaron dentro de él.”
John F. Kennedy
Por Cecilia PONCE RIVERA
El teléfono está ocupado en la Casa Blanca y los vínculos comienzan a definirse. Donald Trump estableció contacto con la canciller alemana Ángela Merkel, el presidente ruso Vladimir Putin, así como con el presidente francés François Hollande y el primer ministro australiano, Malcolm Turnbull, partidario de continuar el curso de la entrada en vigor del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP por sus siglas en inglés) a pesar de la salida del tratado de los EUA en días pasados.

También hubo llamadas al primer ministro de Japón, Shinzo Abe, para quien la defensa de su país frente a Corea del Norte, así como el desarrollo del mercado de la industria automotriz son temas centrales. Finalmente, el contacto se produjo con el presidente interino de Corea del Sur, Hwang Kyo-ahn, quien expresó nerviosismo ante la capital fuerza nuclear de su vecino.

Con la promesa de un acuerdo comercial post-Brexit entre EU y la Gran Bretaña en las manos, Theresa May cruzó una vez más el mar Atlántico. Su objetivo primordial: un acuerdo comercial (post- Brexit) con la Turquía de Erdogan. Un acuerdo que le aseguró a May un contrato público de más de 100 millones de libras esterlinas para la fabricación de sistemas de seguridad para aviones de combate. El mensaje para la Unión Europea (UE) fue claro y confirma lo que hace unos meses hubiera parecido imposible: la evidente alineación de Ankara con el Kremlin, robustecida tras la llamada telefónica en la que Trump le reiterara al presidente ruso su voluntad de sanar las relaciones entre ambos países, lo que significaría, entre otras cosas, el levantamiento de las restricciones comerciales que le fueran impuestas a la Federación Rusa por EUA y la UE como respuesta a la invasión y posterior anexión a su territorio de la península de Crimea en 2014.
Al respecto, y aunque la posición europea ya había sido expresada tímidamente por May durante el encuentro de ambos países anglosajones en Washington, encuentro en el que Trump celebró la próxima salida de Gran Bretaña de la UE, fue ante el rotundo NO en el teléfono de Ángela Merkel y François Hollande (no obstante el hecho de que tanto Italia como Hungría, declararan previamente que estarían dispuestos a apoyar la decisión de levantar dichas restricciones), que Putin quedó obligado a esperar el resultado de las elecciones a celebrarse próximamente en países claves de la UE: en el mes de marzo las parlamentarias en Holanda, en abril las presidenciales en Francia –pieza fundamental en el ensamble europeo y en donde el número de los votos de la campaña interna de François Fillon, líder del partido conservador y candidato favorito de la UE, se ha visto afectado como resultado de lo que sería el desvío de recursos públicos para el pago de servicios profesionales (que se presumen ficticios), prestados por la esposa y dos hijos de Fillon- y en mayo en Alemania, comenzando con las elecciones regionales en el Norte de Westfalia y culminando con las parlamentarias en septiembre. Esto no será problema para él, sabemos que Vladimir Putin es un político que sabe esperar.

Imagen. Michael VADON

Por la seriedad de los temas a tratar, se puede adivinar que el “small talk”, tan característico de la cultura estadunidense, fue casi inexistente durante las llamadas de fin de semana de Donald Trump, en las que además del levantamiento de sanciones para Rusia, se habló sobre la situación de los asilados políticos, la importancia de la OTAN en la seguridad de los países miembros y el aumento de las cuotas respectivas (sobre las cuales es muy probable que se llegue a un arreglo) y finalmente, por parte de Francia, la posición firme de este país para que se respete el acuerdo nuclear con Irán.
Queda claro que el elemento a desplazarse en las alianzas dentro del juego cruel de la guerra civil en Siria por mantener en el poder a Baschar al-Asad es claramente la República Islámica de Irán, un país, aunque subversivo, necesario en la ecuación del sano balance de poder dentro del orden mundial.
Un poco de contexto:
Dos fueron los errores cruciales de la administración de Obama, administración que estuvo inclinada a apoyar el movimiento de independencia kurda en Turquía (los kurdos han sido fundamentales para Europa en la lucha contra ISIS), respecto al conflicto en Siria: por un lado, la falta de claridad en su estrategia militar, en un principio armando milicias en contra de Asad para posteriormente abandonarlas -al igual que lo hicieren los Saudís, quienes en la fase inicial del conflicto, prestaron ayuda mediante su financiamiento y el abastecimiento de armas y tropas- y por otro lado, cuando Turquía se integró al conflicto y Washington ignoró la insistencia de Ankara para crear una zona de exclusión aérea, a fin de garantizar la seguridad de los refugiados que huían de las zonas de conflicto.

El argumento de Occidente en aquel entonces, fue que Turquía permitía el tránsito de terroristas a través de sus fronteras, presunción que no era del todo equivocada, dado que Turquía fue efectivamente el principal apoyo del Ejército Libre Sirio. Aunado a lo anterior, el fallido golpe de Estado en contra de Erdogan, el cual, afirma Ankara, se gestó en el nuevo continente, terminó con minar la confianza de Turquía en sus antiguos aliados.
Estos errores, dejaron la puerta abierta para Rusia, que no tardó en ver la posibilidad y la hizo suya: brindó apoyo militar a Turquía (en un principio opuesto al gobierno de Asad), a través de ataques aéreos en contra del Estado Islámico (ISIS), que ayudaron a Erdogan a asegurar sus fronteras en contra de la amenaza terrorista.

La República de Turquía, cuya relación con Rusia ha sido históricamente tensa, es pieza elemental de la constelación de intereses que se mueven en la zona del mediterráneo árabe al ser el segundo ejército más numeroso de la OTAN. Aunque la idea de que la Turquía otomana se retire de la OTAN parezca remota, es una posibilidad que no se descarta de la mesa de Vladimir Putin (hace unos días varios soldados turcos que se encontraban en las filas de la OTAN en la República de Turquía solicitaron asilo político en Alemania). Es por eso que, ni el derribo de un avión militar ruso por parte de tropas turcas en 2015, ni el asesinato hace unos meses en Ankara, a sangre fría, del embajador ruso Adnrei Karlov, ni tampoco el hecho de que el gobierno ruso hubiera reconocido la apertura de la primera oficina internacional de kurdos sirios en Moscú, han sido razón suficiente para escindir está peculiar unión. Las diferencias entre Putin y Erdogan, por lo menos al día de hoy, parecen haberse sosegado.
Ahora y con el acercamiento de los EUA, que trae de la mano a Israel, país que ha sufrido los enfrentamientos aéreos en el sur de Siria (apoyados por la Hezbolá-Chiita, aliada de Irán) y quien ha afianzado su alianza con EUA a través de la, al parecer, luz verde de EUA respecto a la construcción de nuevos asentamientos en el West Bank-, el problema que surge para el eje Rusia-Siria-Turquía es deshacerse de Irán, el socio incómodo. ¿Qué papel jugó hasta ahora Teherán en la escena bélica de Siria? Irán fue el arquitecto detrás de la estrategia de Asad para esbozar el mapa étnico de Siria, a través de la colonización de Damasco y los suburbios de ciudades alternas con cientos de familias Chiitas. Sí, una vez más Chiitas (Irán) contra Sunitas (Arabia Saudita), una guerra ideológica y permanente, cuyos fines no comparte la antigua Unión Soviética, en donde según datos de la ONU, la población de origen musulmán podría alcanzar hasta un 14% . Con la unión entre Rusia y Turquía y la bendición del rey Salman de Arabia Saudita, es evidente que el gobierno de Teherán quedará completamente aislado de esta inusual alianza.
Por su parte Putin no tiene interés alguno en que la guerra en Siria se prolongue y se convierta en un Vietnam o Irak americano o en un Afganistán soviético: ya ha afianzado su base militar en Latakia (costa de Siria) y ha logrado debilitar a los rebeldes a tal grado -cree él- que estos no tardarán en aceptar el gobierno de Asad. Al contrario de Moscú, a Irán le conviene una Siria débil que pueda ser controlada. Mientras tanto las relaciones entre la Unión Europea y Turquía se encuentran distanciadas, entre otras cosas, por la negativa por parte de la UE de permitir la entrada de nacionales turcos a su territorio sin visa. La posibilidad de un final feliz en Siria bajo estas condiciones, se percibe a todas luces lejano.


¿Quién será el tigre en esta historia? Y ¿Quién será el que acabará dentro de él? El tiempo dará la respuesta. Hollande y Merkel mientras tanto, han cerrado filas.
Al otro lado del mundo, también se crea un cerca, pero humana: en México el abanico demográfico completo, con todo el esplendor de la diversidad que conforman a la población mexicana, se encuentra unido detrás del poder ejecutivo. Haber cancelado la reunión con Trump fue un acierto del presidente Peña Nieto, un acierto que le ganó tiempo; pero el tiempo corre y en tiempos de Trump lo hace vertiginosamente. El presidente mexicano necesita renovar y reagrupar las filas de la delegación diplomática; armarla con empresarios y diplomáticos de carrera del más alto nivel, que posean canales abiertos de comunicación con miembros del congreso americano. Debe extender una invitación a la mesa de los Pinos o de los respectivos consulados a los líderes de las asociaciones de migrantes, establecidas en las diversas ciudades norteamericanas, que conocen la problemática de la frontera en carne propia, para que la propuesta sea de substancia.


Son los mejor preparados, los de mayor experiencia y los más inteligentes del país, los que deben estar al frente de las negociaciones en este momento histórico, lo que significa despedirse de una vez por todas del canal de comunicación impuesto por Trump: el canciller mexicano, Videgaray. Su amistad con Kushner y las promesas que existan entre ellos, no son ni serán suficiente para enfrentar la situación. El presidente está de frente a la oportunidad con la que México ha soñado por décadas: presentar un plan migratorio, que pueda ser insertado en el Tratado de libre Comercio (TLC o NAFTA por sus siglas en inglés) que establezca controles y un visado para trabajadores temporales, que divida las responsabilidades como la seguridad social y la vivienda. Un acuerdo migratorio que sea susceptible de ser aceptado por EUA y que haga verse bien a Trump (ahora inmerso en telarañas pegajosas como lo es su recién implementada y absurda política migratoria impuesta a refugiados y migrantes de varios países musulmanes), un “win-win” como dicen en el otro lado. Una oferta que lleve dos premisas: devolver la dignidad a los trabajadores mexicanos y que debilite al crimen organizado (tráfico de personas, de droga y de armas) en ambas fronteras (norte y sur).
Paralelamente debe implementarse el tan anunciado plan de austeridad dentro de la esfera gubernamental-esta petición también se extiende a los miembros del Congreso de la Unión-, articular un plan agrícola que rescate al campo y buscar, y de inmediato, mercados comerciales alternativos. ¿Qué tal un frente común, una delegación conformada por México, Perú y Chile que represente nuestros intereses respectivos como bloque comercial del continente americano en la mesa de pláticas -en la que otros países miembros como Indonesia, Tailandia, Australia y Nueva
Zelanda ya se han sentado- para llevar a cabo la implementación del TPP, acuerdo al que tanto Corea del Sur como la UE ya han expresado deseo de unirse ante la retirada de los EUA?
Por el momento la línea de la Casa Blanca se encuentra ocupada, pero en breve Washington estará enfocando su atención de nuevo en su vecino del sur. El mundo está al alcance de la punta de sus dedos, señor presidente. Usted debe ser el primero que presente una oferta convincente para ambos países. Tic, tac… el tiempo corre. Una oportunidad como está, no se repetirá jamás.
“Cantaremos para que el tiempo que despunta sea puerta y el viento sea llave”.
Ali Ahmad Said Esber, escritor, poeta, sirio, nacionalizado francés, conocido por su seudónimo «Adonis».