jueves, 22 de febrero de 2018
«Museo», de Alonso Ruizpalacios, se roba la atención de Berlín


Berlín. Ernesto PÉREZ, para SudAméricaHoy

Caluroso aplauso final y risas durante la proyección
acogieron triunfalmente en el 68o. Festival de Berlín al film mexicano, “Museo”, segundo largometraje del director Alonso Ruizpalacios, inspirado en un hecho real, prácticamente olvidado dentro y fuera del país, como lo
fue el robo improvisado de tesoros del Museo Nacional de Antropología en 1985, de parte de dos jóvenes mexicanos-.
El film cuenta con una excelente interpretación de Gael García Bernal
(también productor ejecutivo) al frente del reparto junto a Leonardo
Ortizgris, (los dos ladrones), el chileno Alfredo Castro como el padre de uno
de ellos y la argentina Leticia Brédice como una stripper.
Pero sobre todo el film es una sabia combinación de un guión del mismo
director y Manuel Alcalá y de una soberbia fotografía de Damián García que
lo convierten no solo en un entretenido espectáculo policial sino también en
un profundo examen psicológico de los personajes, sin por ello dar una
explicación de las motivaciones, tal vez ignoradas por los mismos
protagonistas.
Todo ocurrió en la Navidad de 1985, a pocos meses del terremoto que asoló
Ciudad de México y poco ante de las olimpíadas de 1986, cuando Juan Núñez,
21 años, (García Bernal) con la ayuda de un coetáneo que lo sigue sin
reservas, deciden robar tesoros del Museo de Antropología donde está
guardada la memoria histórica y artística del país.
El robo, atribuido por la autoridades a una banda de ladrones
internacionales, fue ejecutado en cambio con métodos rudimentarios y mucha audacia por dos jóvenes que al no lograr vender los tesoros en el mercado
clandestino, decidieron restituirlos.
Los autores eluden informar sobre la suerte de los dos ladrones
improvisados, escudándose en el hecho que nadie sabe a ciencia cierta las
motivaciones de cualquiera de nuestros actos, a veces inconscientes para
nosotros mismos, y que estas simplemente son inventadas y atribuidas a
posteriori.
El film es también un vehículo de atracción turística (se admiran las
pirámides de Palenque y la belleza de Acapulco y también la hermosura de las
piezas robadas, especialmente la máscara de jade del rey Pakal) y confirma el
talento de Ruizpalacios, ya percibido en sus cortos y en su ópera prima “Güeros”.
“Siempre creí que la verdad no debe ser un obstáculo a la hora de
narrar una bella historia y por eso me sentí libre, con mi guionista, de
apartarme de la realidad para construir toda una película de ficción basada
en el viaje y en el binomio crimen y castigo” declaró el director en rueda
de prensa seguida a la proyección anticipada de “Museos”.
“El robo de casi 200 objetos de arte de la civilización maya ha sido
casi olvidado en mi país, así como se han olvidado las motivaciones de los
personajes, y por eso me sentí libre de dibujarlos psicológicamente pero sin
atribuir a sus actos un propósito que queda a discreción del espectador”
asegura Ruizpalacios.
“Para mí no es importante saber mucho de los personajes de mi película
y no tener respuestas sobre ellos porque a veces hay que vivir sin saberlo
todo” prosiguió el director “pero lo que sí es importante es
relacionarse con la historia, haciéndola propia”.
“Logré que mis productores aceptasen mi elección de filmar en el
formato normal de 35 mm porque quería que el espectador tuviese la sensación
de que una parte del entorno escapaba a su visión” subraya el cineasta.
“Lo que presento en mi película es el México que yo conozco, un país
de enormes bellezas, vasto y complejo. del que me siento muy orgulloso de
formar parte y soy muy feliz de estar aquí en un festival único en el mundo,
donde la gente puede comprar las entradas para ver todas las películas”
continuó Ruizpalacios.
Una sorpresa inesperada fue la aparición a mitad de conferencia de prensa
del protagonista y coproductor ejecutivo del film, Gael García Bernal,
recibido con un nutrido aplauso y que el director del festival, Dieter
Kosslick, pasó especialmente a saludar con un afectuoso abrazo (“es mi
hijo” dijo).
“Yo no tengo un método de trabajo y hago día a día mi vida y mi
carrera, dependiendo en todo momento de mis necesidades y haciendo solo lo que más me gusta”, declaró uno de los firmes candidatos al Oso de Plata del
mejor actor.
Y su coprotagonista Leonardo Ortizgris acotó: “Yo tampoco sabía nada de
esta historia pero tratando saber algo más acerca de mi personaje hice
búsquedas pero todos eran rumores, que había muerto, que estaba preso, que
estaba en el extranjero y por eso me sentí libre de inventarle una
personalidad”.