domingo, 20 de enero de 2019
«Tragedia de Tlahuelilpan, el crimen viste de luto», por Federico PONCE ROJAS
  • “El Niño Dios te escrituró un establo y los veneros del petróleo el diablo”
    Suave Patria de López Velarde.

    Por Federico PONCE ROJAS, para SudAméricaHoy
    Innumerables ocasiones hemos evocado esta obra como identidad del mexicano post revolucionario y otras tantas para culpar los infortunios que a la nación le ha provocado el petróleo.
    Tragedias que han marcado la historia de esta industria con la pérdida de vidas humanas y gravísimos agravios a la vida animal y en general a la naturaleza.
    Pemex, empresa paraestatal que de fuente de riqueza nacional, se volvió en sinónimo de corrupción, impunidad, quebrantos financieros y muerte.
    Las explosiones de pozos, instalaciones o ductos en las últimas décadas han dejado un saldo rojo de dramáticas consecuencias.
    Recordemos:
    El derrame del pozo Ixtoc en el Golfo de México en 1979.
    La explosión de los depósitos de gas en San Juanico del Estado de México, se calcularon en su momento casi 500 muertos: 1984
    En 1992, fallecieron 210 personas, en un barrio de Guadalajara victimas de varias explosiones en cadena, después de una fuga de gas en el alcantarillado. En aquel momento, Jiménez Espriú (actual Secretario de Comunicaciones y Transportes) fungía como Subdirector Comercial de Pemex, encargado de las ventas de los productos de la paraestatal y la introducción de nuevas gasolinas sin plomo.
    Tras la tragedia, Javier Jiménez Espriú impugnó la versión de la PGR y buscó exonerar a Pemex por esta desgracia. Sin embargo el Procurador General, Morales Lechuga actuó de manera inmediata, eficiente, y concluyente los peritajes señalaron que el colector estaba lleno de gasolina.
    Una explosión en una toma clandestina de San Martín Texmelucan, en el central estado de Puebla, deja 29 personas fallecidas el 19 de diciembre de 2010:
    25 de agosto de 2011: Fallecen 53 personas en un casino de la ciudad de Monterrey, incendiado por sicarios que habían rociado el establecimiento con 200 litros de gasolina, debido a la negativa de los dueños de pagar extorsiones.
    31 de enero de 2013: Las oficinas centrales de Pemex en la Ciudad de México sufre una explosión por la acumulación de gas metano. El estallido provocó 33 muertos y 101 lesionados.
    La explosión de un camión cisterna cargado con gas en una autopista cerca de la capital mexicana deja un saldo de 20 muertos, la mitad de ellos menores, además de 36 heridos. La explosión también dejó 45 viviendas afectadas, mayo de 1973
    3 de abril de 2015: La explosión de un camión cisterna de Pemex causa 19 muertos en el estado de Tabasco.
    20 de abril de 2016: La explosión en un complejo petroquímico en el puerto de Coatzacoalcos, en el estado de Veracruz, causa 32 muertos y más de 100 heridos.
    En estos casos se acusa la negligencia, la impericia o la imprudencia, hoy la tragedia lleva nombre y apellido: Crimen e impunidad.
    En efecto la actividad de picar ductos, robar combustible y obtener pingües ganancias son la razón verdadera de este grave siniestro
    Familiares de las víctimas aceptan que al desoír al ejército mexicano acentuaron a un más el desastre, una feria de muerte que al momento de escribir estas líneas las cifras de fallecidos y heridos es imprecisa; 79 muertos y decenas de heridos se dice.
    La política sucia destapó acusaciones de toda índole, campo fértil esta desgracia para señalar culpables y ocultar responsables.
    El flamante Fiscal General de la Republica (su designación por el Senado coincide con la tragedia) señala que aún no hay imputados, mientras otras voces exigen la aplicación de la ley “culpables hay muchos, responsables menos y al fin y al cabo delincuentes”– “ no hemos escuchado de AMLO la más mínima alusión al hecho fundamental: se estaba cometiendo un delito que el propio presidente dijo iba a combatir sin cansancio”
    Lopez obrador dijo «Aunque se trata de un hecho lamentable, la explosión de una toma clandestina en el estado de Hidalgo, donde murieron 66 personas, servirá como ejemplo para que la población por donde pasan los ductos de Pemex evite la práctica de la ordeña.
    “Y yo creo en el pueblo, confío en la gente, y sé que con estas lecciones dolorosas, lamentables, la gente va a cambiar, a alejarse de estas prácticas, pero insisto, lo primero es dar opciones, alternativas, no sólo la acción coercitiva”.
    Y por ello una vez más pidió el apoyo de la gente, para que brinden toda la información necesaria, no sólo sobre este hecho aislado, sino para que denuncien cómo es que se lleva a cabo esta práctica, quienes compran, quienes venden, cómo se obtiene el producto, etcétera. Un apotegma inentendible
    La novedosa y reciente autonomía de la Fiscalía General de la República, inicia con una prueba de fuego.

    El crimen viste de luto de nueva cuenta a la nación.