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Lima, 12 nov (EFE).- El expresidente peruano Alberto Fujimori (1990-2000) recibió 653 visitas en los últimos tres meses e incluso cuenta con un asistente que coordina esas reuniones en la prisión de Lima en la que cumple una condena de 25 años de cárcel por delitos de lesa humanidad, reveló hoy el diario El Comercio.
Según el rotativo, el registro de ingresos a la prisión en la base policial de la Diroes, en el distrito limeño de Ate-Vitarte, señala que el exmandatario recibió 653 visitas entre el 1 de agosto y el 28 de octubre pasado.
«La mayoría de visitantes son autoridades en sus regiones y provincias de origen, empresarios o simplemente militantes y simpatizantes de su movimiento», indicó el diario.
El Comercio precisó que Fujimori tiene un régimen carcelario clasificado como «ordinario», que le permite recibir visitas los miércoles, sábados y domingos.
«Pero Fujimori, según consta en el reporte, recibe visitantes cinco días a la semana: lunes, miércoles, viernes, sábados y domingos», acotó.
El diario también reveló que el expresidente cuenta con un «coordinador» de visitas, identificado como Santos Paredes Becerra, quien «está permanente en la Diroes asistiendo a Fujimori».
Paredes Becerra fue coordinador hasta el 2013 del despacho del congresista Kenji Fujimori, el hijo menor del exgobernante.
Los periodistas del rotativo se comunicaron con más de una veintena de los visitantes de la lista y aunque la mayoría prefirió no ofrecer declaraciones, otros coincidieron en señalar que Fujimori está muy «entusiasmado» con la campaña de su hija Keiko, la líder del partido Fuerza Popular que encabeza los sondeos previos a las elecciones presidenciales peruanas del próximo año.
Al respecto, el abogado de Fujimori, William Castillo, aseguró que el exmandatario «no tiene ninguna participación, ninguna injerencia, ninguna actividad en Fuerza Popular».
El Comercio reseñó que sus reporteros lograron visitar en dos ocasiones a Fujimori, el 26 de agosto y el 11 de septiembre pasados, y que el exgobernante atiende en un espacio «de unos 25 metros cuadrados, tiene una refrigeradora, un escritorio, un estante de libros (en el que sobresale la colección enciclopédica «Hispánica») y cuadros con el rostro de su hija Keiko».
Durante esas visitas, Fujimori afirmó que estará «fuerte para la campaña» electoral e incluso dijo, en tono de broma: «Después de la victoria (de Keiko), ya me puedo morir».
Actualmente, Fujimori está siendo investigado por una supuesta interferencia y desobediencia a las disposiciones penales, tras haber ofrecido el fin de semana unas declaraciones a un diario chileno, según informó el miércoles el jefe del Instituto Nacional Penitenciario (Inpe), Julio Magán.
El funcionario indicó que entre las sanciones que se pueden aplicar a Fujimori están desde las amonestaciones, limitación de comunicaciones con el exterior o aislamientos por un máximo de 30 días hasta un eventual trasladado a otra prisión, algo que ha sido rechazado por su abogado.