lunes, 29 de julio de 2019
Quién gana y quién pierde con un adelanto de elecciones en Perú

Por Martín Hidalgo BUSTAMANTE. (El Comercio)

El anunciado proyecto del presidente Martín Vizcarra para adelantar las elecciones generales -donde hasta él deberá dejar su cargo- arrastra una serie de enfrentamientos con el Congreso. Dos años más de confrontación parecen insostenibles para un gobierno que comienza a flaquear en la muestra de resultados y donde la popularidad en las encuestas comienza a ser muy fluctuante. Tres analistas coinciden en señalar que Martín Vizcarra toma esta decisión pensando en su futuro político y advierten que, ante una posible demora y resistencia del Parlamento, el presidente de la República podría forzar la situación con su renuncia, seguido por la primera vicepresidenta Mercedes Aráoz.

Ante ello, el flamante titular del Congreso, Pedro Olaechea, tendría que convocar las elecciones. A partir de ese momento, las principales fuerzas políticas quedan en una lucha por su supervivencia, pues los denominados «grandes», en su mayoría arrastran temas judiciales y problemas internos que aún pensaban diluir en los dos años siguientes.

1. La recomposición de Fuerza Popular

Uno de los principales motivos que parecen haber impulsado la decisión de Martín Vizcarra para pedir el adelanto de elecciones, es la recomposición de Fuerza Popular. La bancada mayoritaria no solo logró evitar su ruptura -impidieron la fuga masiva-, sino que en los últimos meses supo recomponerse y plantar cara al saliente presidente del Congreso, Daniel Salaverry, quien era visto como un aliado funcional del gobierno. A esto se sumó la elección de la Mesa Directiva para el período 2019-2020, donde Fuerza Popular logró nuevos aliados y consiguió que el candidato que impulsaron, Pedro Olaechea, se impusiera con 29 votos de diferencia.

«Frente a este Congreso donde no se ha logrado ningún tipo de avance, se venía dos años de mucha ingobernabilidad. Un escenario que Vizcarra no iba a poder manejar sin una bancada y con una oposición reforzada. Una mirada pragmática de costo-país», afirma el politólogo Eduardo Dargent. Para el analista Pedro Tenorio, en el balance de Martín Vizcarra no tenía mucho sentido intentar un acercamiento en busca de una agenda común, especialmente por la postura de los congresistas sobre la reforma política planteada para el gobierno. A esto se suma la posibilidad de que la lideresa de Fuerza Popular puede quedar en libertad el próximo 9 de agosto. «Una de las actitudes que le recomiendan a Keiko para evitar la cárcel es que sea más confrontacional, para así tener mayor sentido de acusar que la meten presa porque es opositora al gobierno», indicó Tenorio.

2. Vizcarra y su futuro político

Mabel Huertas, socia de la consultora política 50+1, considera que el gesto político de Martín Vizcarra tiene como factor su futuro político. «Con la última votación de la Mesa Directiva del Congreso, el fujimorismo y los conservadores han logrado un bloque fuerte e iban a hacer lo que querían con los votos. ¿Cómo gobernar en ese escenario donde no tienes aliados?», se pregunta la periodista.

El único capital que acompañó a Vizcarra en su gestión fue su popularidad en las encuestas, y las cifras han fluctuado según confrontaba al Congreso, y con tendencia a la baja en los últimos meses. «Más allá del gesto político, Vizcarra es un presidente atrapado en asuntos de gestión, que no sabe cómo desarrollar. El discurso, sin los últimos 10 minutos, no te dice nada, es puro humo», dice Huertas.

Tenorio coincide en que la mala ejecución presupuestal, los pocos servicios a la ciudadanía y la trunca reactivación económica, son espacios donde Vizcarra no ha tenido buena gestión. Vizcarra tiene 55 años y un camino largo para volver a postular a la Presidencia de la República.

3. Ganadores y perdedores

​En un año en el poder, Martín Vizcarra ha tenido que recurrir a la población en tres oportunidades. Este tercer gesto político podría dejar muy mal parado al Congreso. Por ello, el politólogo Eduardo Dargent indica que el nuevo presidente del Congreso, Pedro Olaechea, debe canalizar bien la situación. Quizás por ello, el primer pronunciamiento de Olaechea -post anuncio de Vizcarra- fue de tensa calma, al anunciar que esperarán la presentación del proyecto de adelanto de elecciones para recién tomar postura. Esto pese a que en la reunión de Junta de Portavoces, varias bancadas pidieron responder con una moción de vacancia. Para Dargent, los más perjudicados serían los de Fuerza Popular, quienes arrastran procesos penales, y difícilmente podrán volver a repetir el mismo número de congresistas que actualmente ostenta (53).

Igual situación atraviesa el Apra, sin liderazgo tras el suicidio de su líder Alan García y con pugnas aún pendientes por resolver. Tenorio agrega que la mala de gestión parlamentaria de Fuerza Popular puede jugarles una mala pasada con miras a nuevas elecciones. «De la corrupción de Keiko pueden haber dudas, pero de la incapacidad parlamentaria de Fuerza Popular, tenemos pruebas», dijo parafraseando a Steven Levitsky. Aunque precisó que no se puede hablar de una desaparición del fujimorismo porque hasta en los momentos más difíciles han tenido el respaldo de cierta parte de la población. A partir de un experimento realizado con una encuesta en el 2011, el politólogo Carlos Meléndez clasificó al 6% de los votantes peruanos como fujimoristas «duros» y a un 10% adicional como «simpatizantes». Existen otros factores que entran a tallar en esta proyección de ganadores y perdedores: las estructuras partidarias sin muchos cuestionamientos y lo económico.

En esa línea el periodista Pedro Tenorio señala que César Acuña (Alianza para el Progreso) y Julio Guzmán (Partido Morado) podrían verse beneficiado. «Los empresarios ya no van a querer meter plata en las campañas porque ahora hay mayor fiscalización y han visto que pueden acabar en procesos de lavado, así que vas a necesitar candidatos que manejen dinero», apuntó.También recordó que la primera vicepresidenta Mercedes Aráoz y el primer ministro Salvador del Solar no tienen impedimentos para postular.

4. La paradoja de la reforma

La analista Mabel Huertas dice que el escenario a futuro es muy relativo. «La izquierda puede sentir que se está siendo beneficiada. Hasta el bloque conservador, porque si sometes una elecciones con las mismas reglas de juego, va a ser más de lo mismo. Te garantiza más de lo mismo pero con diferente elenco», afirmó. En ese sentido, Huertas se pregunta: ¿dónde queda la reforma?. «Han arrinconado al Congreso y qué tan importante termina siendo, si nada de esto ha sido promulgado y todo volverá a regirse con las leyes actuales», cuestiona la analista. Para Dargent estamos ante un «gesto político poderoso» pues le pone una valla alta al Parlamento y complica a los grupos de interés y lobbies que buscar aferrarse al poder. «El presidente puede incluso tener el gesto de renunciar junto a la vicepresidenta, existen mecanismos para empujar. Ha abierto una línea de destrabe», dijo. ¿Es irreversible el camino tomado? Mabel Huertas responde con otra pregunta: ¿qué pasa si el Congreso decide dar marcha atrás y ceder en la propuesta para que la facultad del levantamiento de inmunidad pase a la Corte Suprema?

El camino es largo y el Congreso ha preferido esperar a recibir el proyecto de Vizcarra oficialmente, pese a que en la interno muchos han pedido hasta la vacancia.