domingo, 19 de octubre de 2014
Voto a voto a antes de las elecciones uruguayas


Montevideo. Por Jorge FIGUEROA/Efe/SAH

Los «pesos pesados» de los partidos políticos uruguayos salen a las calles del país para pelear voto a voto en las elecciones presidenciales y legislativas del domingo.
A sabiendas de que cada sufragio importa en una elección que se presenta con incertidumbres varias hasta el final, las principales figuras recorren avenidas, calles, plazas, ferias y casi todo lugar de concentración popular para llevar su mensaje a todos los rincones.
El expresidente Tabaré Vázquez (2005-2010) candidato de la gobernante coalición de izquierda Frente Amplio (FA) y a quien todas las encuestas dan como favorito de cara a las elecciones del 26 de octubre, se dio la noche del sábado un baño de masas subiendo al emblemático Cerro de Montevideo, bastión de la izquierda.
«Vamos por otro período de gobierno nacional porque somos garantía para que Uruguay siga adelante», afirmó Vázquez, de 74 años y oncólogo de profesión.
El candidato presidencial hoy descansa en medio de la larga campaña y carga las pilas para los últimos actos de cara al cierre del próximo 23 de octubre.
Pero la presidenta del FA, Mónica Xavier, socialista al igual que Vázquez, tomó el testigo y recorre en la jornada ferias y varios barrios de Montevideo, donde reside la mitad de los 3,4 millones de habitantes del país, para difundir el mensaje de la izquierda.
La pausa de Vázquez también es aprovechada por el Espacio 609, el sector mayoritario dentro de la coalición de izquierda, con la senadora Lucía Topolansky, esposa del presidente uruguayo José Mujica, a la cabeza para su cierre de campaña.

 El presidente uruguayo José Mujica, saluda al capitán de Uruguay de rugby,  Nicolás Klappenbach

El presidente uruguayo José Mujica, saluda al capitán de Uruguay de rugby, Nicolás Klappenbach

El acto, a celebrarse en la Plaza 1 de mayo es precedido por una bicicleteada por el centro de la capital y la actuación de varias figuras del canto popular uruguayo y con el argentino León Giecco y su banda como invitados especiales.
El candidato presidencial del Partido Nacional o «Blanco», el principal de la oposición, Luis Alberto Lacalle Pou, abogado y diputado de 41 años, eligió el este del país para su actividad del fin de semana previo a las elecciones.
Este mediodía Lacalle Pou y su compañero de fórmula, el senador Jorge Larrañaga, encabezaron el cierre de campaña de todas las listas del Partido Nacional en el departamento de Rocha, a 200 kilómetros de Montevideo.
Mientras el candidato del Partido Colorado, Pedro Bordaberry, abogado y senador de 54 años, prefirió concentrar su actividad en la capital y en Canelones, el segundo departamento en importancia y población.
En el pasado el departamento de Canelones fue un pilar para las victorias de los colorados, históricamente gobernantes en el país y ahora tercera fuerza política, pero desde hace ya una década la izquierda pasó a ser mayoría.
Bardaberry encabeza en la jornada una caravana que recorre las principales avenidas de Montevideo y Canelones y culminará con el cierre de la campaña departamental en la ciudad de Las Piedras.
En los últimos días de la campaña el FA busca los votos necesarios para que su candidato gane la presidencia en primera vuelta, para lo cual necesita la mayoría de los votos, algo que según las encuestas parece muy poco probable.
La izquierda también procura retener la mayoría parlamentaria, tarea igualmente bastante complicada de acuerdo a las encuestas.
El Partido Nacional pelea porque el seguro triunfo de Vázquez en primera vuelta sea los mas corto posible para que su candidato Lacalle Pou quede mejor posicionado de cara a la segunda vuelta del 30 de noviembre.

La joven promesa de la campaña, Lacalle Pou

La joven promesa de la campaña, Lacalle Pou

Los colorados aspiran a mejorar su representación parlamentaria y sumar la mayor cantidad de votos posibles como «carta de presentación» para negociar posibles acuerdos con los blancos de cara a la segunda vuelta.
Y hasta el Partido Independiente, que tiene solo el 3 % de la preferencia popular, rema contra la corriente intentando obtener por primera vez un senador consciente de que puede ser el desequilibrio en el futuro Parlamento.
Por ello para todos «cualquier monedita (o intención de voto) sirve».