viernes, 11 de septiembre de 2015
Expresidentes, gobiernos y organismos condenan a quienes condenaron a López

(Actualiza con reacciones de la ONU, Kerry, Solís y otros)
Bogotá, 11 sep (EFE).- Expresidentes, gobiernos, legisladores y organismos de derechos humanos de América y Europa rechazaron hoy con calificativos como «injusta» e «infundada» la condena a más de 13 años de cárcel impuesta al dirigente opositor venezolano Leopoldo López por acusaciones ligadas a las protestas de 2014.
El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Rupert Colville, se mostró hoy consternado por la «dura» y «preocupante» sentencia que recayó este jueves sobre López, quien está encarcelado desde febrero de 2014.
«Además, estamos preocupados por el derecho de López a un juicio justo, dado la información recibida sobre las irregularidades ocurridas durante su proceso, como la falta de evidencias para la acusación, el rechazo de testigos de la defensa, y los comentarios contra él expresados por altas instancias del Gobierno de Venezuela», indicó Colville en Ginebra.
El secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, también manifestó su preocupación por la «naturaleza política del proceso judicial y el veredicto, y el uso del sistema judicial venezolano para reprimir y castigar a los críticos del gobierno».
El portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, demandó que López y «todos los presos políticos injustamente encarcelados» en Venezuela sean puestos en libertad.
«Me parece que es muy mala idea utilizar los tribunales de justicia para castigar ciudadanos por sus opiniones políticas. Lo fue en Sudáfrica con Mandela, en Uruguay con Pepe Mujica y lo es en la Venezuela de hoy», declaró el presidente de Costa Rica, Luis Guillermo Solís, a los periodistas tras un evento oficial.
Al ser preguntada por el caso López en una rueda de prensa, la vicepresidenta del Gobierno español, Soraya Sáenz de Santamaría, pidió «respeto a las garantías procesales y a la libertad de todos» y que las elecciones legislativas convocadas en Venezuela para el 6 de diciembre sean «libres, justas, inclusivas y transparentes».
El expresidente colombiano Álvaro Uribe calificó de «infamia» el juicio al dirigente del partido Voluntad Popular (VP) y subrayó que «la esperanza de libertad de Leopoldo está en los días contados que le quedan a la tiranía».
Otro exgobernante colombiano, Andrés Pastrana, quien en mayo pasado trató sin éxito de entrevistarse con López en la cárcel, escribió en Twitter que «injustamente se ha condenado a un gran demócrata de América Latina».
«Presidente Nicolás Maduro su sentencia será dictada el próximo 6 de diciembre», añadió Pastrana, en alusión a los comicios.
El expresidente del Gobierno español Felipe González, quien meses atrás se ofreció como asesor jurídico de la defensa de López, afirmó hoy que «Venezuela se ha convertido en una dictadura de facto». Es un país -dijo- en el que el «presidente decide por el Parlamento y por la Justicia».
La organización Human Rights Watch (HRW) consideró hoy la condena impuesta a López «injusta» y a la vez reveladora del «deterioro extremo» que, a su juicio, sufre el estado de derecho en Venezuela.
Para José Miguel Vivanco, director para las Américas de HRW, «este caso es una farsa».
«En un país sin independencia judicial, una jueza provisoria sin inamovilidad en el cargo condena a cuatro personas inocentes luego de un proceso en el cual el Ministerio Público no aportó evidencias que los vinculen con delito alguno, no se permitió a los acusados ejercer su defensa adecuadamente», afirmó Vivanco.
Junto a López fueron sentenciados otros tres opositores, acusados como él por delitos vinculados a las protestas de 2014.
Otro organismo de derechos humanos, Amnistía Internacional (AI), denunció la «absoluta falta de independencia judicial» de Venezuela, donde se ha emitido una condena «sin ninguna evidencia creíble».
López es «un prisionero de conciencia y debe ser liberado inmediata e incondicionalmente», aseveró Erika Guevara-Rosas, directora para las Américas de AI.
López respondía a los cargos de instigación pública, asociación para delinquir, daños a la propiedad e incendio con relación a los hechos violentos, que dejaron tres muertos, registrados el 12 de febrero de 2014, al final de una marcha que es considerada el aldabonazo de las protestas de ese año.
La líder del partido opositor peruano Fuerza Popular, Keiko Fujimori, hija del expresidente Alberto Fujimori, expresó en su cuenta en Twitter su solidaridad con López, «un patriota… un luchador».
El candidato a la Presidencia argentina Mauricio Macri, del conservador Propuesta Republicana (PRO), pidió que los presidentes de los otros países del Mercosur (Venezuela es miembro) «intercedan» para que se asegure el «resguardo y libertad» de López.
El presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado brasileño, Aloysio Nunes, dijo hoy a Efe que la condena impuesta a Leopoldo López «compromete la legitimidad de las elecciones» del 6 e diciembre.
Senadores y diputados de la oposición uruguaya mostraron su «enfática condena» por la sentencia, al igual que los eurodiputados de la Alianza de Liberales y Demócratas por Europa (ALDE).
La activista venezolana Gisela Parra, exiliada en Miami, Parra calificó de «crónica anunciada» la condena de López, pues recordó que Diosdado Cabello, presidente de la Asamblea Nacional, ya le había espetado que «estaba sentenciado a la pena máxima».